Concurso de microrrelatos en 5º de primaria

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Hola a todos;  en la clase de hoy de 5º B, una vez hemos terminado la lectura del clásico de aventuras “Los tres mosqueteros” hemos realizado un concurso de microrrelatos donde les he explicado cómo se deben hacer; hay que ir al grano, sin rodeos, sin presentación de personajes, y por supuesto evitando los clásicos comienzos como “Erase una vez…”, “Había una vez…”, etc.

Para hacerles ver que lo importante es el mensaje, que no importa cuántas líneas tienen, les he leído el más famoso microrrelato de la literatura hispánica, el escrito por el guatemalteco Augusto Monterroso en  1959 (Premio Príncipe de Asturias en el año 2000). El microrrelato es el siguiente: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí“. Este microrrelato les ha extrañado mucho, por cierto.

Como colofón les he leído dos microrrelatos que escribí hace unos años para un concurso de microrrelatos de temática de viajes en carretera.

Os los pongo por si queréis echarles un vistazo:

 

El autocar de mis sueños.

“Ya no sé cuántas veces hice aquel viaje y la verdad, no me importa. No sé cuántos miles de kilómetros se tragaron las ruedas del viejo autocar que me llevaba hacia ti los viernes y me arruinaba la vida los domingos. Me tragué todas las películas que me ponía Felipe, aquel sudoroso conductor que acabó siendo mi amigo. La cinta que me grabaste con tu voz sonaba una y otra vez en mi walkman, derritiendo pilas viaje tras viaje… y todo ¿para qué?

Decidiste que Nacho te llenaba más que yo, que te hacía reir más que yo. Claro, también estaba el que él tenía aquella moto y yo no era lo suficientemente bueno para ti, que no estaba a la altura.

Ahora sé que has cambiado, me lo dijo Laura. Sé que no estás con Nacho, sé que acabaste la universidad y que tu trabajo te ha puesto los pies en el suelo. Ahora espero tu llamada aunque sé que nunca sonará.”

 

Antes de llegar a California.

“-Venga Joe, solo quedan doscientas millas para llegar a Santa Mónica. Llevas diez días disfrutando a tope de la Ruta 66. Lo mejor será que pares el viejo cadillac en el primer motel decente, llevas demasiadas millas y no tendrás problemas para encontrar algún sitio limpio en Topock antes de abandonar Arizona y meterte en California. Ha sido mucho más alucinante de lo que a habías imaginado.

-En estos diez días has reído con aquellas monjas que te adelantaron en Oklahoma, has añorado el verano cuando aprendiste a conducir la camioneta del viejo, te has sentido sólo y abandonado por esta sucia vida, has llorado recordando cómo hicisteis los planes para hacer esta ruta diez años atrás. Todo hubiera sido perfecto si el asqueroso cáncer no se hubiera llevado a Margaret.

-Buenos días Philadelphia, son las siete…

-¿Cómo?

-Margaret, cariño, despierta, vamos al médico para hacerte un chequeo por si acaso. Pedimos vacaciones y nos vamos a la ruta 66.”

 

Espero que os hayan gustado. A los alumnos sí. Estoy a la espera de leerme todos sus microrrelatos para identificar los mejores y colgarlos en el blog.

Saludos. Alberto.

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