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Lectaurante Vegasur

Hola a todos.
En las últimas semanas la biblioteca se ha convertido en un restaurante de libros, nuestro “Lectaurante” donde hemos aprovechado la ocasión de acercar a nuestros alumnos libros que llevaban disponibles en la biblioteca todo el curso y que desconocían, así que hemos cumplido una doble función, entretener y divulgar.

Hemos organizado tres menús distintos, según la edad de nuestros comensales.

Para los tragones de Segundo de primaria el menú era el siguiente:

PRIMER PLATO.

  • Espaguetis extraterrestres de Pupi.
  • Arroz con lombrices de Bellaniní.

SEGUNDO PLATO.

  • Secreto ibérico “No se lo digas a nadie”.
  • Calamares al estilo de Alfredo Gómez Cerdá.

POSTRES.

  • Tarta de chocolate de Cuentos de Disney.
  • Tarta de fresas de cuentos tradicionales.

En el caso de los alumnos de tercero de primaria, pudieron deleitarse con las exquisiteces de nuestro siguiente menú:

PRIMER PLATO.

  • Espaguetis con queso de Gerónimo Stilton.
  • Arroz del bandido, de Otfried Preussler.

SEGUNDO PLATO.

  • Busca Fieras con salsa.
  • Calamares de Kika Superbruja.

POSTRES.

  • Tarta de chocolate de Fray Perico.
  • Tarta de castañas de Mortadelo y Filemón.


Los. Unos y niñas de cuarto de primaria tuvieron un menú con tres primeros platos, ya que están en edad de crecer mucho…

PRIMER PLATO.

  • Espaguetis de los futbolísimos con tomate.
  • Arroz con pollo de los 5 cracks.
  • Ensalada de Los fieras Club de Fútbol.

SEGUNDO PLATO.

  • Bacalao con tomate de Christine Nöstlinger.
  • Calamares del Pirata.

POSTRES.

  • Tarta de chocolate de cuentos de Disney.
  • Tarta de fresas de cuentos tradicionales.

Los chicos y chicas de quinto y sexto son insaciables, el menú tenia que estar a la altura.

PRIMER PLATO.

  • Pudding inglés de Enyd Blyton.
  • Arroz mágico de J.K. Rowling.

SEGUNDO PLATO.

  • Pesadillas de R.L. Stine con sangre de monstruo.
  • Entrecot del pirata.

POSTRES.

  • Tarta de chocolate de Rolad Dahl.
  • Tarta de fresas de “Elige tu propia aventura”.

La sesión comenzaba con los alumnos entrando en la biblioteca, donde se encontraban con unos manteles individuales como en los restaurantes a los que van con sus padres a comer.

Una vez estaban acomodados por el Maitre, se les hacía entrega del menú, que rápidamente era ojeado por los comensales.

Tras esto llegaba el chef ataviado con su gorro y les leía la carta mientras les iba sirviendo los deliciosos platos en forma de libros.

Una vez los alumnos habían echado un vistazo a todo se procedía a indicar en el mantel lo platos que más les habían gustado.

En los últimos minutos de la sesión se procedió a prestar muchos libros de la carta que habían llamado la atención de los jóvenes lectores, dando por concluida la visita al Restaurante Vegasur.

Os pongo algunas fotos de las distintas sesiones.

Espero que os haya gustado. Todos nuestros chicos y chicas querían volver al restaurante en el curso siguiente, donde elaboraremos nuevos menús.

Saludos y feliz verano. Alberto.

Expresión escrita. El tiburón negro.

Hola a todos. Durante el mes de mayo nuestros alumnos más mayores de primaria han realizado la actividad de expresión escrita llamada “El tiburón negro”, un tema de zoología y medio marino que no habíamos tocado todavía.

Como en la mayoría de los casos, les hemos dado el relato empezado, con el inicio y la primera parte del nudo, para que ellos sigan escribiendo y realicen todo el nudo y el desenlace.

Tengo que decir que cada vez estoy más contento con sus trabajos, puesto que han aprendido a estructurar bien los textos y han incluido diálogos de los distintos personajes, de forma que la lectura de la historia se haga amena y divertida.

Todavía quedan algunos aspectos por pulir, pero los trabajos han sido muy buenos.

Os dejo aquí el texto que les hemos dado.

EL TIBURÓN NEGRO.

Pablo era un joven pero experimentado capitán de barco. Trabajaba para un grupo de científicos canadienses que estaban intentando encontrar una nueva especie de tiburón que algunos buceadores habían divisado en una isla del Océano Atlantico Norte. 

Pablo sabía que la búsqueda iba a ser muy difícil, puesto que los tiburones habitan en aguas cálidas y ellos estaban buscándolo en unas aguas mucho más frías. 

Creía que todo era objeto de una broma o leyenda local para atraer turistas, pero conocía muy bien a uno de los buceadores que afirmaba que el tiburón era real. Ya no sabía qué pensar.

Incluso los buceadores de la isla habían puesto nombre a la especie. Ya la llamaban el “Tiburón Negro del Atlántico”, y de ėl decían que era muy agresivo y peligroso. También aseguraban que su tamaño debía de rondar los siete y ocho metros, por lo cual necesitaban hacer las inmersiones con jaulas anti tiburones.

La misión científica tenía como propósito adherir a la piel del tiburón un chip de rastreo, para poder seguirlo, tenerlo localizado y ver si había más de su especie y poder así mostrar el hallazgo a la comunidad científica.

-Chicos, ¿Habéis comprobado bien la seguridad de las jaulas?- Preguntó Isaac, el jefe de la expedición.

-Sí, jefe, está todo bajo control, y tenemos todo el equipo de buceo preparado para la inmersión- respondió Adriana, una experimentada buceadora.

-Capitán Pablo, avíseme cuanto lleguemos al punto exacto donde se vio al tiburón- Dijo Isaac.

-Ya hemos llegado- anunció el Capitán. Ahora les toca a ustedes.

Acto seguido los buceadores se pusieron sus equipos y se metieron en la jaula, bajando a una profundidad de 10 metros. Varios científicos empezaron a echar peces y sangre para poder atraer al tiburón. 

En los Díez primeros minutos todo estaba en calma, pero en la jaula a Isaac le pareció ver a lo lejos una gran sombra…


En esta ocasión he elegido las historias de 6ºC, con quienes tengo un nexo de unión muy fuerte, me lo he pasado muy bien haciendo inolvidables sesiones de lectura y escritura, y a quienes voy a echar mucho de menos el curso que viene. Espero que os gusten.

Pablo era un joven pero experimentado capitán de barco. Trabajaba para un grupo de científicos canadienses que estaban intentando encontrar una nueva especie de tiburón que algunos buceadores habían divisado en una isla del Océano Atlantico Norte.
Pablo sabía que la búsqueda iba a ser muy difícil, puesto que los tiburones habitan en aguas cálidas y ellos estaban buscándolo en unas aguas mucho más frías.
Creía que todo era objeto de una broma o leyenda local para atraer turistas, pero conocía muy bien a uno de los buceadores que afirmaba que el tiburón era real. Ya no sabía qué pensar. Incluso los buceadores de la isla habían puesto nombre a la especie. Ya la llamaban el “Tiburón Negro del Atlántico”, y de ėl decían que era muy agresivo y peligroso. También aseguraban que su tamaño debía de rondar los siete y ocho metros, por lo cual necesitaban hacer las inmersiones con jaulas anti tiburones.
La misión científica tenía como propósito adherir a la piel del tiburón un chip de rastreo, para poder seguirlo, tenerlo localizado y ver si había más de su especie y poder así mostrar el hallazgo a la comunidad científica.
-Chicos, habéis comprobado bien la seguridad de las jaulas?- Preguntó Isaac, el jefe de la expedición.
-Sí, jefe, está todo bajo control, y tenemos todo el equipo de buceo preparado para la inmersión- respondió Adriana, una experimentada buceadora.
-Capitán Pablo, avíseme cuanto lleguemos al punto exacto donde se vio al tiburón- Dijo Isaac. -Ya hemos llegado- anunció el Capitán. Ahora les toca a ustedes.
Acto seguido los buceadores se pusieron sus equipos y se metieron en la jaula, bajando a una profundidad de 10 metros. Varios científicos empezaron a echar peces y sangre para poder atraer al tiburón.
En los Díez primeros minutos todo estaba en calma, pero en la jaula a Isaac le pareció ver a lo lejos una gran sombra por supuesto era un tiburón pero no era de la especie que él buscaba
Siguió buscando y buscando y por fin lo encontró, el tiburón negro del Atlántico, era negro y por debajo era blanco, el tiburón se acercaba más y más cada vez estaba más cerca de la jaula en la que estaban seguros por así decirlo. Cuando todos pensaban que ya no se iba a acercar más el tiburón fue directo a la jaula, mordió una barra ya que la sangre se había quedado entre la jaula y el océano la dejo con grietas pero pensaron que eso ya estaba y que no iba a pasar nada, después de un rato volvió a hacer lo mismo y esta vez casi la rompe, ordenó que subieran la jaula ya que todo era demasiado peligroso ya.
-pero si la jaula era segura ¿no? Lo habíais comprobado. Dijo Isaac asustado y enfadado.

  • si jefe, pero no sé qué a pasado, el tiburón negro del Atlántico tiene mucha fuerza al morder, y
    no sabíamos cuánta fuerza tenía para hacer así de fuerte los barrotes. Dijo Adriana mientras
    comprobaba la fuerza de aquel animal tan fuerte y grande
  • Bueno… volvamos al estudio, no tenemos mas jaulas y bajar sin ellas es muy peligroso. Dijo
    Isaac
    El capitán los volvió a llevar al estudio, Paula les miró sorprendida.
    -¿Qué hacéis aquí? ¿No se supone que estabais estudiando al tiburón negro del Atlántico? Dijo sorprendida.
  • si, pero, no miraron bien la fuerza del ese animal al morder. Casi rompe un barrote y como no
    teníamos más jaulas hemos decidido volver. Dijo Pablo que se encontraba todavía un poco asustado.
    Después de un rato y de ya haber hecho otras jaulas era demasiado tarde como para ir otra vez ya que tardaban una hora y tampoco se iba a ver el fondo.
    -adios. Se despidieron todos para ya irse a su casa
    Pablo ya había llegado a su casa, estaba muy cansado y no paraba de pensar en lo del tiburón negro. ¿Será que no habían mirado bien la jaula y dijeron que si por que les daba pereza? Ese tipo de preguntas pasaban por su cabeza, hay que reconocer que todavía estaba un poco asustado
    Al día siguiente volvieron pero esta vez con jaulas más aseguradas volvieron a bajar pero no encontraron nada. Estuvieron cinco días buscando y el último cuando ya iban a subir lo encontraron Pablo se asustó un poco pero se tranquilizó como pudo antes de medio gritar. Resulta que esa especie no ataca si no se ve amenazado sólo quiso jugar a su manera pero sólo quiso jugar después de ese día Pablo le tuvo más confianza al fondo del océano y ya no se asustaba tanto como desde que casi rompe la jaula, así es como descubrieron más de una especie y también Pablo le tiene más confianza a todo, menos a las jaulas.
  • FIN.

Otra historia.

Pablo era un joven pero experimentado capitán de barco. Trabajaba para un grupo de científicos canadienses que estaban intentando encontrar una nueva especie de tiburón que algunos buceadores habían divisado en una isla del Océano Atlantico Norte.
Pablo sabía que la búsqueda iba a ser muy difícil, puesto que los tiburones habitan en aguas cálidas y ellos estaban buscándolo en unas aguas mucho más frías.
Creía que todo era objeto de una broma o leyenda local para atraer turistas, pero conocía muy bien a uno de los buceadores que afirmaba que el tiburón era real. Ya no sabía qué pensar. Incluso los buceadores de la isla habían puesto nombre a la especie. Ya la llamaban el “Tiburón Negro del Atlántico”, y de él decían que era muy agresivo y peligroso. También aseguraban que su tamaño debía de rondar los siete y ocho metros, por lo cual necesitaban hacer las inmersiones con jaulas anti tiburones.
La misión científica tenía como propósito adherir a la piel del tiburón un chip de rastreo, para poder seguirlo, tenerlo localizado y ver si había más de su especie y poder así mostrar el hallazgo a la comunidad científica.
-Chicos, habéis comprobado bien la seguridad de las jaulas?- Preguntó Isaac, el jefe de la expedición.
-Sí, jefe, está todo bajo control, y tenemos todo el equipo de buceo preparado para la inmersión- respondió Adriana, una experimentada buceadora.
-Capitán Pablo, avíseme cuanto lleguemos al punto exacto donde se vio al tiburón- Dijo Isaac. -Ya hemos llegado- anunció el Capitán. Ahora les toca a ustedes.
Acto seguido los buceadores se pusieron sus equipos y se metieron en la jaula, bajando a una profundidad de 10 metros. Varios científicos empezaron a echar peces y sangre para poder atraer al tiburón.
En los Díez primeros minutos todo estaba en calma, pero en la jaula a Isaac le pareció ver a lo lejos una gran y oscura sombra.
Isaac se sobresaltó porque le pareció que la sombra era cada vez más grande. Cuando salió a decírselo a todos los que no se sumergieron en el agua.
-¿Una sombra?- dijo Pablo -¡JA JA JA! Te lo estarás imaginando.
Pero cuando Isaac se volvió a meter en el agua no había ni rastro de la sombra ni del tiburón. Siguieron la expedición por las frías, casi congeladas aguas del Atlántico Norte y de pronto percibieron un extraño, pero familiar olor a humo.
Siguieron el olor, pero de repente, este desapareció.
Siguieron navegando por el agua cuando María una vigía novata avistó una extraña aleta oscura en el agua, se lo comentó a toda la tripulación Pablo se dirigió a la borda, cogió un catalejo y empezó a observar detenidamente cualquier rincón del inmenso océano en el que estaban hasta que él también vio la aleta.
-Timonero, viaja hacia el este- le mandó Pablo.
Cada vez estaban más y más cerca de poder localizar a aquel extraño tiburón de color negro. De repente la aleta empezó a moverse hacia todas las direcciones y entonces, se largó.
Aunque Isaac le consiguió hacer una foto con su cámara acuática portátil.

Toda la tripulación y los científicos se quedaron boquiabiertos al comprobar que en efecto el tiburón era real.
-¡NO ME LO PUEDO CREER!- Gritó Pablo -El tiburón negro es real.
Los científicos sacaron un chip de localización para tenerlo preparado para cuando se acercaran al tiburón negro.
El barco fue a toda velocidad porque en esa parte del océano las aguas son mayormente tranquilas.
Isaac volvió a ver al tiburón, entonces, cogió el chip rastreador y entró de nuevo en su jaula. El tiburón se acercó a ellos por el olor a sangre e Isaac tuvo la ocasión de ponerle el chip, pero cuando se lo puso el tiburón nado todo lo lejos que pudo. Los científicos ya tenían localizado al tiburón.
Lo siguieron de nuevo y esta vez lo acorralaron.
Uno de los científicos se metió en una jaula para investigar al tiburón cuando se dio cuenta de que no era un tiburón, era una cría de una rara especia de megalodon.

FIN.

Más relatos.

Pablo era un joven pero experimentado capitán de barco. Trabajaba para un grupo de científicos canadienses que estaban intentando encontrar una nueva especie de tiburón que algunos buceadores habían divisado en una isla del Océano Atlantico Norte.
Pablo sabía que la búsqueda iba a ser muy difícil, puesto que los tiburones habitan en aguas cálidas y ellos estaban buscándolo en unas aguas mucho más frías.
Creía que todo era objeto de una broma o leyenda local para atraer turistas, pero conocía muy bien a uno de los buceadores que afirmaba que el tiburón era real. Ya no sabía qué pensar. Incluso los buceadores de la isla habían puesto nombre a la especie. Ya la llamaban el “Tiburón Negro del Atlántico”, y de ėl decían que era muy agresivo y peligroso. También aseguraban que su tamaño debía de rondar los siete y ocho metros, por lo cual necesitaban hacer las inmersiones con jaulas anti tiburones.
La misión científica tenía como propósito adherir a la piel del tiburón un chip de rastreo, para poder seguirlo, tenerlo localizado y ver si había más de su especie y poder así mostrar el hallazgo a la comunidad científica.
-Chicos, habéis comprobado bien la seguridad de las jaulas?- Preguntó Isaac, el jefe de la expedición.
-Sí, jefe, está todo bajo control, y tenemos todo el equipo de buceo preparado para la inmersión- respondió Adriana, una experimentada buceadora.
-Capitán Pablo, avíseme cuanto lleguemos al punto exacto donde se vio al tiburón- Dijo Isaac. -Ya hemos llegado- anunció el Capitán. Ahora les toca a ustedes.
Acto seguido los buceadores se pusieron sus equipos y se metieron en la jaula, bajando a una profundidad de 10 metros. Varios científicos empezaron a echar peces y sangre para poder atraer al tiburón.
En los Díez primeros minutos todo estaba en calma, pero en la jaula a Isaac le pareció ver a lo lejos una gran sombra negra, -Hey chicos veo una sombra a lo lejos- dijo Isaac por el walkie- talkie.
-Isaac, no le pierdas de vista a la sombra- dijo Pablo. -Se está acercando muy rápido- dijo Isaac -No te preocupes Isaac- dijo Pablo.
De pronto del agua salieron burbujas y Pablo se asustó muchísimo al verlas
-Adriana ve ayudar a Isaac- dijo Pablo -Adriana, ¡ADRIANA!- dijo Pablo por el walkie-talkie.
-…- se escuchó desde el walkie-talkie de Adriana.
-Hemos perdido a 2 buzos- dijo con una voz desanimada Pablo.
Pablo fue directo a pedir ayuda a otros buzos, Pablo fue a pedir ayuda a muchos, pero ninguno aceptó, entonces Pablo pensó que tenía que pedir ayuda a su ex mejor amigo, Alejandro.
No se hablaban desde hace 12 años.
Sabía dónde encontrarlo, en un garaje de Puerto Rico.
-Hola, Alejandro- dijo Pablo. -Déjame en paz, Pablo- dijo Alex.
-Bueno al tema, necesito tu ayuda Alex. Hay un tiburón llamado ‘tiburón negro’ y ha estado atacando a mis buceadores y los ha matado, necesito tu ayuda- explicó a Alex

  • OK, acepto- dijo Alejandro – Se que no quieres pero- espera ¿que? ¿Como?- dijo Pablo
  • Como oyes- dijo Alex.
    Después de eso Pablo llevo a Alex a su oficina, y hablaron del plan – Necesitamos un muñeco y hacer que es una persona y que el tiburón lo ataque tú te tiras y le pinchas el chip entonces ya le dejas escapar- dijo Pablo. -Bien, si no funciona ya verás- dijo Alex.
    Al día siguiente ya estaban preparando todo para el plan, Alex fue buscando información sobre el tiburón para informarse más de el y también saber cómo despistarlo, la cosa no eres tan fácil porque no había casi nada de información sobre el tiburón, lo único que encontró fue que va de velocidad a 50km por hora y que su piel era muy dura.
    Dos días después Alex y Pablo fueron hasta el océano Atlantico para poder poner el chip ya al tiburón, cuando ya estaban terminando de preparar el plan, Alex se tiro al agua para meterse a la celda pero la sorpresa es que el tiburón ya les estaba esperando. El tiburón fue directo a atacar a Alex.
    Alex se movía y nadaba lo más rápido que podía pero no consiguió sobrevivir al ataque del tiburón, y Alex tachó en su lista (quitarse del medio a Alejandro)
  • FIN.

Y ahora la última historia.

Pablo era un joven pero experimentado capitán de barco. Trabajaba para un grupo de científicos canadienses que estaban intentando encontrar una nueva especie de tiburón que algunos buceadores habían divisado en una isla del Océano Atlantico Norte.
Pablo sabía que la búsqueda iba a ser muy difícil, puesto que los tiburones habitan en aguas cálidas y ellos estaban buscándolo en unas aguas mucho más frías.
Creía que todo era objeto de una broma o leyenda local para atraer turistas, pero conocía muy bien a uno de los buceadores que afirmaba que el tiburón era real. Ya no sabía qué pensar. Incluso los buceadores de la isla habían puesto nombre a la especie. Ya la llamaban el “Tiburón Negro del Atlántico”, y de ėl decían que era muy agresivo y peligroso. También aseguraban que su tamaño debía de rondar los siete y ocho metros, por lo cual necesitaban hacer las inmersiones con jaulas anti tiburones.
La misión científica tenía como propósito adherir a la piel del tiburón un chip de rastreo, para poder seguirlo, tenerlo localizado y ver si había más de su especie y poder así mostrar el hallazgo a la comunidad científica.
-Chicos, habéis comprobado bien la seguridad de las jaulas?- Preguntó Isaac, el jefe de la expedición.
-Sí, jefe, está todo bajo control, y tenemos todo el equipo de buceo preparado para la inmersión- respondió Adriana, una experimentada buceadora.
-Capitán Pablo, avíseme cuanto lleguemos al punto exacto donde se vio al tiburón- Dijo Isaac. -Ya hemos llegado- anunció el Capitán. Ahora les toca a ustedes.
Acto seguido los buceadores se pusieron sus equipos y se metieron en la jaula, bajando a una profundidad de 10 metros. Varios científicos empezaron a echar peces y sangre para poder atraer al tiburón.
En los Díez primeros minutos todo estaba en calma, pero en la jaula a Isaac le pareció ver a lo lejos una gran sombra.
-Chicos hay algo raro a lo lejos- dijo Isaac bastante asustado

  • No te asustes Isaac, es un pequeño tiburón blanco- dijo Adriana bastante seguro de lo que ha
    dicho
    El tiburón se fue acercando más a ellos y Adriana estaba menos segura de lo que decía.
    Isaac se estaba asustando mucho, pero sabía que no les iba a pasar nada porque la jaula es irrompible. En cambio a Pablo el capitán si le podía pasar algo porque estaba arriba sin protección y el tiburón podía saltar en cualquier momento.
    Tuvieron que llamar a Pablo por si le iba a pasar algo.
  • Capi, ¿donde estas?- Isaac
  • ¿donde voy a estar? Pues aquí en el barco con el móvil.- Pablo
  • Ponte a salvo. Estamos viendo a un tiburón que a lo mejor es el peligroso- Isaac
  • Ahora me pongo el buzo y bajo. Prepararme una jaula- ordeno Pablo
    Isaac y Adriana se salieron de la jaula con mucho cuidado para preparar la jaula. Pablo bajo con la jaula y todo a por el tiburón. Se acercaron más y…
    Efectivamente era el tiburón fueron nadando súper rápido a por el tiburón y sacaron todos los datos sobre el tiburón y le metieron en el cuerpo el chip. Se fue con mucho miedo el tiburón a su “guarida” y se escondió ahí. Al día siguiente se subieron al barco y desayunaron comieron y todo en el barco.
    De repente, suena unos pitidos en el mando del chip que le habían puesto en el tiburón. ERA UNA ALERTA ROJA. Se estaba acercando el tiburón.
    Pusieron el barco a el modo remar rápido, el barco fue hasta la orilla y se quedaron ahí por unos días.
    Pasó una semana y decidieron ponerse en marcha otra vez. Antes de irse un señor misterioso les dijo:
  • Hola, ¿no seréis vosotros Isaac, Adriana y Pablo no?- dijo con una voz ronca
  • Si somos ¿porque pregunta eso?- contesta Pablo con mucha sospecha
  • No, por nada, es que soy un pescador y me pareció haber oído hablar de vosotros.- dijo el señor muy tranquilamente
  • ¿De quien oyó usted hablar de nosotros?- saltó Isaac sin casi dejarle terminar
  • No, nadie importante. Bueno yo soy Jaime, tengo 23 años y me gusta mucho pescar por
    donde vais vosotros, ¿podría ir con vosotros?- dijo Jaime – Vale, puedes venir, pero con una condición- dijo Pablo
  • ¿Cual?- Jaime
  • Que no digas nada de lo que vas a ver cuando vayas con nosotros- dijo Pablo Jaime se subió al barco, y ellos fueron buscando a el tiburón por el mar. Llegaron a donde estaba el tiburón y…
    De repente Jaime se le vuelven los ojos a color blanco y empieza a levitar.

– –

¿Jaime? ¿Estas bien?- pregunta Adriana
POR EL PODER DEL OCÉANO , DE LA TIERRA Y DEL CIELO YO IMVOCO A TODOS LOS TIBURONES QUE HAY EN ESTE MUNDO PARA MATAR A ESTAS PERSONA LLAMADAS ADRIANA PÉREZ, ISAAC CISNEROS Y PABLO ORTEGA.- grito “Jaime”
Chicos, chicos, chicos han vuelto a caer en mi trampa. Os he hecho venir hasta aquí para mataros. JAJAJAJAJ que inocentes, de hecho os la habéis tragado entera, no me llamó ni Jaime, ni tengo 23 años, ni soy pescador. Me llamó Izan Vallecillo y he traicionado a todos mis amigos y a todos los que me rodean. Tengo 3456 años porque soy inmortal y solo me pueden matar si me quitan esto(les enseña un colgante rojo de una piedra roja)- dijo Izan

  • No por mucho tiempo vas a estar vivo- susurró Adriana
    Adriana salta sobre Izan y le arranca el colgante. Lo tira al agua, a las aguas profundas y no lo va a coger más en su vida.
    De repente deja de levitar y se cae al océano muerto sin conciencia. Todos los animales caen al agua y siguen su vida tranquilamente, mientras que los tiburones negros se comen a Izan.
    Todos se fueron a casa tranquilos y sin poder hacer más expediciones por el mar, océano… porque les habían puesto una denuncia de poner en peligro a la gente y cosas así.
    Adriana se fue tranquilamente con su padre a casa a descansar y trabajar en la misma clínica dental que el.
    Pablo se jubilo, y por último Isaac terminó haciendo Taekwondo en un academia.
    Pero seguían quedando juntos y todo.
  • FIN.


Espero que hayáis disfrutado. En unos días os cuelgo la última expresión escrita, que coincide con el proyecto de música.

Saludos y nos vemos en la biblioteca.

Alberto.

Lectura 3º trimestre de 5º y 6º. Los niños cantores.

Buenas tardes a todos. En el tercer trimestre hemos leído la bonita novela infantil- juvenil “Los niños cantores”, coincidiendo con nuestro proyecto de primaria del tercer trimestre, con la temática de la música. La novela está genialmente escrita por la escritora española Elena Alonso.

El libro ha sido leído por nuestros alumnos a través de la aplicación Ta-tum y según sus comentarios les ha gustado mucho.

Es una historia original, muy bien documentada, que nace de un hecho real: el exilio forzoso del Coro de Niños Cantores de Viena en Australia durante la Segunda Guerra Mundial. Dos historias paralelas, que se alternan e intercalan, cuyos protagonistas son dos niños de unos diez años, en diferentes épocas y lugares, y que acaban confluyendo para afirmar la capacidad de superación del ser humano.

El libro obtuvo el XXVI Premio de Literatura Infantil Ala Delta de 2015 de la editorial Edelvives.

Relatos de enfermedades raras en 6ºC de primaria.

Hola a todos. El pasado 28 de febrero se celebró en el colegio el Día Mundial de las Enfermedades Raras.

Con este motivo se hicieron varias actividades, incluyéndose algunas de lectura y escritura. En la clase de 6ºC de primaria los alumnos escribieron sus propias historias en torno a la enfermedad del Perthes.

El Perthes es una enfermedad de la cadera de los niños, en la que se produce una destrucción de la cabeza del fémur. El organismo puede regenerar totalmente este hueso o hacerlo sólo de forma parcial, lo que puede llegar a provocar una deformidad permanente de la misma. La enfermedad suele tardar en curar entre 5 y 8 años y consta de cuatro fases diferenciadas: Inicial, fragmentación, osificación y curación.

Ocurre en niños entre los 3 y los 12 años y aparece con mayor frecuencia en niños (80%) que en niñas (20%). En la mayoría de los casos afecta sólo en una cadera, pero en el 10% de los casos puede hacerlo de forma simultánea en ambas caderas.

Una vez que los alumnos de 6ºC han conocido la enfermedad, han realizado sus relatos.

De entre todos hemos seleccionado los siguientes:

Hola, me llamo Héctor, mi mejor amigo se llama Marcos y todos los fines de semana mis padres y los suyos hablan para quedarnos a cenar en la casa de alguno de nosotros. Hace tres años esa semana cenamos en un sitio que tenía un parque de bolas súper grande.
Los mayores empezaron ha hablar de cosas de mayores y Marcos y yo nos aburríamos, así que decidimos irnos al parque de bolas. Jugamos un escondite por todo el parque y nos estábamos divirtiendo mucho, yo casi iba a pillar a Marcos cuando se tiró por el tobogán. Baje y estaba en el suelo parado, le pregunté si le pasaba algo y me dijo que le dolía mucho la pierna. Yo le dije que habrá sido por un golpe que se hubiera dado en el tobogán y no le dimos importancia.
Al cabo de diez minutos volvió a quejarse de su pierna, fuimos con papa y mamá y les dijimos lo que le pasaba a Marcos y decidieron llevarle al médico. Después de esperar casi dos horas nos atendieron unos médicos, eran dos chicas jóvenes. Le dijeron a Marcos que tenía una enfermedad considerada enfermedad rara. Marcos se asustó un poco y preguntó a la doctora que era eso y le explicaron que era una enfermedad que se trataba de que la cabeza de el fémur iba desapareciendo hasta volver a curarse, el proceso duraría unos seis años aproximadamente.
Marcos se quedaría sin poder andar, ni correr, ni saltar, y sin poder hacer cosas con las piernas. Se preocupó bastante por que no iba a poder usar las piernas.
Empezó a atraerse por el ajedrez y llegó a un nivel en que ganaba a su padre que era bastante bueno. Iba en silla de ruedas todo el rato y a sus amigos de clase les gustaba llevarle por los sitios en la silla de ruedas.

Pasó mucho tiempo y ya estaba casi curado, ya podía hacer deporte sin ningún tipo de problema, a el ya no le gustaba tanto como antes jugar al fútbol y decidió seguir adelante con el ajedrez y se convirtió en un jugador profesional de ajedrez, le gustaba mucho su vida así y después de siete años fue al mismo parque de bolas y se lo pasaron aún mejor.

FIN.

La vida de Leo
Hola, mi nombre es Leo, tengo 27 años y hoy quiero contar mi historia con el Perthes.
Todo esto empezó un día normal en casa de mi primo, yo y mi primo estábamos jugando en la piscina, mi primo tiro la pelota afuera de las piscina y cuando salí de ella para correr tras la pelota me dio una especie de calambre el la pierna, lo único que recuerdo es que momentos después comencé a llorar, porque me dolía mucho.
-¡Mamá! ¡Mamá! – Grite mientras lloraba.
-¿Que pasa hijo? ¿Estas bien? – Dijo mi madre preocupada.
-¡Creo que me he hecho daño en la rodilla! ¡Me duele tanto que parece que me la he roto! – Dije yo súper preocupado.
-Pues no parece que tengas nada pero te voy a llevar al hospital por si acaso te pasa algo. – Dijo mi madre ya más calmada.
Y ese mismo día descubrí que tenía una enfermedad llamada Perthes (Calve Leggs Perthes).
Al principio siempre estaba triste, no podía correr, ni jugar, ni saltar… ¡Ni la mayoría de cosas que pude hacer cualquier niño! Por eso siempre estaba en mi habitación tumbado en mi cama sin poder hacer lo que yo quería, aparte de que no podíamos ir a ningún lado a veces no iba ni al colegio y me perdí muchas clases. Y cuando íbamos algún lado era para ir al médico a que me hicieran pruebas y muchas cosas más que no logro recordar.
Pero luego ya me fui acostumbrando a esta enfermedad, ya que los médicos le dijeron a mis padres que podía hacer natación y me puse muy feliz porque lo que me ponía triste antes era que no podía hacer ningún deporte.
Desde ese entonces empecé a asistir a clases de natación con mi primo porque a él también le gustaba mucho la natación. Nuestro entrenador era muy divertido y a veces nos contaba chistes mientras nadábamos era muy divertido. Un día mi entrenador se acercó a mis padres y estuvieron hablando un buen rato, lo próximos que recuerdo es que mi madre me dijo que iba a competir junto a mi primo y a dos personas más representando a mi ciudad en natación.Me puse muy feliz ese día tan feliz que no podía esperar al día siguiente para volver a mis clases de natación.
Después de unos años ya era nadador profesional. ¡Y llegar a estar hasta en los mejores torneos y viajar por todo el mundo! Pero me tuve que perder 6 competiciones porque tenía que ir al médico y en una de esas veces, recibí la mejor noticia del mundo… ¡Ya me había curado! Ya podía correr, saltar y jugar como un niño normal. Esta muy feliz, pero no deje de ir a clases de natación porque me gusta mucho nadar aparte de que era muy bueno.
Y así termina mi historia con un final feliz y se que no todas las historias tienen finales felices pero la mía sí.

FIN.


Lectura de teatro en quinto y sexto de primaria.

Hola a todos. Con motivo de la temática del teatro de nuestro proyecto de primaria en este Segundo trimestre, tanto los alumnos de quinto como los de sexto están leyendo una obra de teatro ambientadla en el antiguo Egipto.

Se trata de la divertida obra de teatro “Momias en tránsito” escrita por Sagrario Pinto.

La obra se divide en diez actos, en los que se incluyen niños y momias de faraones y animales, entre otros personajes.

Las momias del faraón Yamesé II y de la reina Nevercity no consiguen descansar en paz. Aunque en el museo ocupan dos hermosos sarcófagos y cuentan con los servicios del escriba Amenamén, echan de menos los paisajes del Valle de los Reyes. La llegada de dos visitantes especiales les hará soñar con el regreso a Egipto.

Gracias a esta lectura nuestros alumnos, a parte de aprender todo lo relativo a la lectura de las obras de teatro, también están aprendiendo muchas cosas acerca del Antiguo Egipto.

Saludos y nos vemos en la biblioteca. Alberto.

Lectura de la obra de teatro “Nana en el tejado” en Segundo de primaria.

Hola a todos. En este curso hemos creído oportuno la lectura de una obra de teatro en Segundo de primaria. Lo hacemos de la mano del polifacético dramaturgo, actor, poeta y director teatral Paco Gámez y su fantástica obra “Nana en el tejado”.

La obra ha sido representada en numerosas ocasiones y nos hace creer que su lectura va a ser un éxito entre nuestros alumnos de Segundo de primaria.

Nana es una niña que tiene que sobrevivir a una inundación subida al tejado de su casa. Allí va a entablar amistad con Paco, un niño de su colegio que está subido a un árbol, con el que nunca había hablado antes, así como con una abuela ya llamada Benita que se niega a abandonar su casa y con una tortuga marina.

Ya hemos conocido a los personajes y hemos comenzado a la lectura del primer acto, con narrador y personajes. A priori parecía que iba a ser más difícil que lo que está siendo. En este sentido, ayuda bastante el hecho de que la mayoría de niños y niñas han asistido en alguna ocasión a obras de teatro infantil.

Espero al final de la obra poder contaros más cosas de cómo ha ido. Seguro que genial.

Saludos y nos ve,os en la biblioteca. Alberto.

Escritura creativa de primaria. La expedición a la Antártida.

Hola a todos. Quiero inaugurar el blog de este año con varios trabajos brillantes de alumnos de sexto en una actividad de escritura creativa.

Intento ir cambiando de temática cada vez. En cuanto a prosa, hemos desarrollado estas actividades con trabajos de temática policiaca, espionaje, ciencia ficción, humor, deporte, terror y aventuras.
Tambien hay que mencionar que a la llegada de la primavera lo hacemos con los haikus, que son poesías japonesas de solo tres versos relacionados con la naturaleza.

Hace unas semanas hicimos una expresión escrita llamada ”La expedición a la Antartida” con temática de aventuras.

Quiero colgar aquí seis trabajos de chicos y chicas de sexto que lo han hecho muy bien.

Espero que os gusten tanto como a mi.

Primer relato, escrito por un alumno de 6ºA.

-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Roberto, el jefe de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Eduardo que era el más despistado y que estaba algo alejado revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Husky.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cinco expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros.
Los dos primeros días los pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucía un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta.
Al empezar a preparar el desayuno, Emilio vio que la tienda de campaña de Eduardo estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Eduardo, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistado! – Dijo su compañero Emilio mientras se dirigía a la tienda de Eduardo.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Eduardo no estaba en su tienda.
Todo el mundo se alertó al darse cuenta de aquel suceso y buscaron en la tienda pero solo encontraron su móvil lleno de una sustancia roja misteriosa.
Decidieron seguir esa pista que estaba en la tienda, pero de repente una tormenta de nieve masiva les tragó por completo al segundo. Pero esa nieve no parecía normal, tenía un olor extraño y la textura era también muy rara como si fuera nieve artificial.
Los cuatro se refugiaron juntos en la tienda de Eduardo, pasados unos minutos la tormenta cesó y salieron a investigar la desaparición de Eduardo, pero sus perros huyeron así que tendrían que andar por la fría Antártida. Caminaron en el sentido contrario al de la tormenta cuando Sara encontró un pequeño generador de nieve el cual tenía una huella dactilar que decidieron escanear. Cuando se terminó de escanear, las huellas que había allí pertenecían a una persona llamada Rick Houston el cual es conocido por ser el auténtico creador de la nieve artificial que actualmente está muerto. Rick murió por asesinato y sus últimas palabras fueron: Me vengaré R…
Por lo que Rick no pudo haber puesto ahí el generador.
-Entonces, quien lo puso seguramente uso guantes o alguna cosa para taparse las huellas dactilares- Afirmó Emma mientras preparaba algo de comer.
Después de comer, siguieron con la búsqueda de Eduardo.
Roberto encontró una cueva que decidieron investigar, mientras exploraban la cueva escucharon un rugido extraño y avistaron unos ojos rojos en la oscuridad. Roberto, Emilio, Sara y Emma empezaron a correr para salir de la cueva lo antes posible.
Cuando salieron continuaron con la búsqueda de Eduardo cuando de repente uno de los walkie talkies empezó a emitir un sonido raro que se fue disipando con el tiempo hasta que se escuchó la voz de Eduardo que decía: ayudadme, me han encerrado en…
Cuando la transmisión se cortó, supieron que Eduardo seguía vivo.
Cuando reanudaron su búsqueda, otra tormenta de nieve más masiva y violenta que la anterior se avecinaba. Cada vez la tormenta estaba más cerca cuando Emma les empujó a todos dentro de otra cueva ligeramente más pequeña que la anterior y bastante más fría.

-¡Me estoy congelando!- Exclamó Roberto.
-Yo también- dijo Sara.
-¡Dejad de quejaros!- Gritó Emilio
Entonces, una voz misteriosa dijo: ¡Chicos! Ayudadme, me han encerrado en el fondo de esta cueva. Los cuatro caminaron hasta encontrar a Eduardo con un brazo cortado y chorreando sangre.
En ese momento Emma saca su botiquín de emergencia y le venda a Eduardo lo poco que le queda de brazo. Después Roberto saca un cuchillo y mata a Eduardo.
Emma se fija en los guantes de Roberto y se lo quita rápidamente y examina las huellas dactilares de la parte exterior del guante, que resultan idénticas a las de Rick Houston.
-Tu mataste a Rick y le robaste sus guantes para poner la máquina de nieve artificial sin que nadie se diera cuenta.- dijo Sara.
-Es cierto, pero que vais ha hacer al respecto.- dijo Roberto que estaba lleno de sangre.
En ese momento Emma sacó su navaja multiusos y antes de que se diera cuenta se la clavó a Roberto, quién murió poco después.
Emma, Emilio y Sara llamaron para que fueran a rescatarles.
Fin


Segundo relato, es rito por una alumna de 6ºC.

-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Roberto, el jefe de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Eduardo que era el más despistado y que estaba algo alejado revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Husky.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cincos expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros.
Los dos primeros días los pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucía un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta.
Al empezar a preparar el desayuno, Emilio vio que la tienda de campaña de Eduardo estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Eduardo, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistado! – Dijo su compañero Emilio mientras se dirigía a la tienda de Eduardo.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Eduardo no estaba, enseguida se fue a la tienda de campaña de Roberto pero él ya se había dado cuenta de que Eduardo había desaparecido y Roberto ya había salido a buscarle. Entonces Emilio se apresuró para avisar a los demás.
-¡Chicos! Eduardo a desaparecido y Roberto se fue ha buscarlo y todavía no ha vuelto. – Exclamo Emilio preocupado.
-¡Cómo! Tenemos que encontrarles ya. – Exclamo Adriana muy preocupada.
-La Antártida es muy peligrosa por las tormentas pero hoy se supone q no iba a ver tormenta no hay de que preocuparse. – Dijo Emilia no muy preocupada.
-No nos referimos a eso, Roberto nos dijo que la Antártida no es solo peligrosa por eso, dicen que hay criaturas aterradoras por eso, Roberto no quería alejarse mucho ayer. – Dijo Emilio un poco más tranquilo.
-¿Acaso vosotros os creéis esas historias tontas? – Dijo Emilia entre risas.
-Vale te haremos caso pero si les pasa algo es todo tu culpa. – Dijo Adriana enfadada mientras se iba a desayunar.
Pasaron las horas y Roberto volvió manchado de sangre y sin Eduardo. -¡Que a pasado Roberto! – Exclamo Emilia impresionada.
-No se… estaba buscando a Eduardo y lo vi muy herido en el suelo lo fui a ayudar pero cuando estaba curándole las heridas y una criatura aterradora apareció y yo tuve que salir corriendo – dijo Roberto sin ninguna expresión.
-Mmmm ya bueno iremos a investigar para ver cómo Está Eduardo. – Dijo Emilio sospechando de Roberto.
-Vale, yo me quedaré aquí con Roberto. – Dijo Adriana.
Emilio y Emilia fueron haber donde estaba Eduardo. Caminaban y Caminaban pero nada no le encontraban hasta que…
-¡Emilia! Mira ven, creo que he encontrado algo. – Dijo Emilio.
-¿Que pasa Emilio? – Dijo Emilia.
-Mira es un rastro de sangre – Dijo Emilio Sorprendido
Los dos, tanto Emilia, como Emilio, siguieron el rastro de sangre y por fin encontraron a Eduardo.

Los dos se alegraron pero la alegría se esfumó de sus rostros cuando vieron que Eduardo su amigo estaba tirado en el suelo muerto.
-Esta muerto… – Dijo Emilia con tristeza.
-¡Que! No, no no puede ser. Era mi mejor amigo era un poco despistado pero lo era. – Dijo Emilio con tristeza
-Bueno al menos lo llevaremos al campamento y lo enterraremos allí… – Dijo Emilia -Si, será lo mejor… – Dijo Emilio con tristeza
Los dos se dirigieron con Roberto y Adriana, pero cuando llegaran allí les esperaría una sorpresa grande y sorprendente pero no agradable ni mucho menos bonita.
-Ya estamos aquí Rober- ¿Que le ha pasado ha Adriana? – Dijo Emilio Asustado.
-Tú le mataste verdad, tu mataste a Eduardo y ahora has matado a Adriana… – Dijo Emilio enfadado.
-Si, es cierto yo los maté a los dos. – Dijo Roberto.
-Si el los mato como yo te voy a matar a ti. – Dijo Emilia
Emilio corrió todo lo que pudo, corrió durante días, pero como no tenía ni agua ni comida murió deshidratado. Pero justo antes de morir se dio cuenta de que Roberto se inventó esas historias para no ir muy lejos del campamento y así poder matarnos a todos. También, se dio cuenta de que Eduardo por muy despistado que fuese se había enterado de que Roberto quería matarnos, junto a Emilia su cómplice por eso fue el primero en morir. Triste y débil cerró los ojos… y murió.
FIN.

Tercer relato, de un alumno de 6ºA, que ha dividido el relato en tres capítulos.

Capítulo 1
-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Roberto, el jefe de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Eduardo que era el más despistado y que estaba algo alejado revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Huskie.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cincos expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros. Las dos primeros días las pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucia un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta. Al empezar a preparar el desayuno, Emilio vio que la tienda de campaña de Eduardo estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Eduardo, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistado! – Dijo su compañero Emilio mientras se dirigía a la tienda de Eduardo.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Eduardo no estaba…
Vivo. Los Huskie se lo comieron porque a Eduardo no les dio de comer durante 2 días y los aullidos de los alrededores de la montaña hizo que se lo comieran. Los Huskie se giraron a Emilio para apartarlo de su comida, y Emilio salió chillando de la tienda de Eduardo despavorido. Los demás chicos salieron a ver que pasaba, y se encontraron a Emilio con una cara horrorizada. -¿Emilio, Emilio, que sucede? ¿A qué viene esa cara?- Preguntó Roberto-
-¡Los Huskies de Eduardo se han comido vivo a Eduardo!- Contestó Emilio-
Roberto no se lo creía, porque pensó que Emilio se habría despertado con una pesadilla igual que otra… pero cuando llegó a la tienda de Eduardo…
-¡Dios mío!- Mientras Roberto también se horrorizaba, Emilio sacó su navaja e intentó apuñalar a los Huskie, a uno si le consiguió matar, pero el otro escapó malherido.
Capítulo 2
-Tenías razón Emilio… pobre muchacho, nunca espabilaba…-
Lucas y Salemón, que son los otros dos muchachos de la expedición, se levantaron tras la horrible escena, y se acercaron a la tienda de Eduardo y se encontraron con lo sucedido.
-Que es lo que suce… Hay Dios…- Dijo Lucas-
Todos sabían que no había que dejarle dormir solo. Y continuaron la expedición.
Llegaron a una casa con una mini caravana, la que parecía no estar abandonada. Los cuatro muchachos cogieron sus pistolas para osos que llevaban cloroformo para noquear a cualquiera que sea disparado con ella. Entraron y se encontraron don un laboratorio de Metanfetamina y Cocaína. Y en otro cuarto se encontraron con un porrón de Marijuana.
Los chicos tomaron allí un descanso para aliviar el miedo. Pero a la vez estaban nerviosos si se encontraban a la gente que vivía allí. Estuvieron hablando sobre la expedición y que deberían abortarla. Saliendo de la casa, entraron los dueños con dos rifles de caza con ciervos muertos para desayunar. Nuestros protagonistas, se escondieron cada uno a una esquina de la casa, Roberto, el líder, se escondió tras la puerta de la entrada para atacar primero. Salemón, tras un armario. Lucas, debajo de la mesa. Y Emilio, al otro lado de la puerta para atacar junto a su jefe, Roberto.
Los dos desconocidos cocineros de droga, entraron por la puerta y nada más abrirla, vieron a Lucas debajo de la mesa y le apuntaron con el rifle apunto de apretar el gatillo para que nuestros dos héroes, Roberto y Emilio les atacaran a puñetazos y se liara un tiroteo en aquella casita. -¡CORRE EMILIO, HAY QUE ATRINCHERARNOS!- Chilla Roberto
LOS DOS CORREN HACIA DONDE ESTÁ LUCAS PARA TIRAR LA MESA Y HACER UNA TRINCHERA.
Cogen sus armas para atacar y ¡disparan a Roberto!
-Emilio, si no salgo de esta, tú serás el encargado en dirigir el equipo. Serás el capitán- Dice con dolor Roberto-
-Pero señor, YO NO PUEDO ENCARGARME DE LOS MUCHACHOS- añade Emilio-
Roberto coge una escopeta que tenían atrás y se lanza hacia los enemigos y les dispara 3 veces, pero Roberto se llevó 8 disparos al pecho. -NOOOOOOOOOOOOOO- GRITAN TODOS-

Capítulo 3
Los 3 chicos salen de la casita toda agujereada y se encuentran con unos lobos aullando. Como es de esperar, salen los 3 corriendo hacia las tiendas de campaña para recoger todo y llamar a un helicóptero a que les recoja.
-¡Tardaremos toda la noche en llegar, podéis aguantar!- Dicen en la radio-
-Como puede ser!- dicen todos
Aguantaron toda la noche gracias a los rifles de los desconocidos y llegó el helicóptero a por ellos la mañana siguiente.
Ha sido un terror para los muchachos.
Fin.

A continuación vienen tres relatos de chicas de sexto A:

-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Roberto, el jefe de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Eduardo que era el más despistado y que estaba algo alejado revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Huskie.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cincos expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros. Los dos primeros días las pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucia un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta. Al empezar a preparar el desayuno, Emilio vio que la tienda de campaña de Eduardo estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Eduardo, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistado! – Dijo su compañero Emilio mientras se dirigía a la tienda de Eduardo.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Eduardo no estaba….
Emilio fue corriendo a decírselo a Roberto.
-¡Roberto! Eduardo no está en su tienda.- Dijo Emilio.
-como no va a estar, hombre ¿estás seguro de que has mirado bien?- Respondió Roberto
-Si, de verdad ¡hay mucha nieve en su tienda!- Dijo Emilio preocupado
-¡No puede ser! Le necesitamos para esto, tendremos que llamar a emergencias.- Respondió Roberto preocupado.
Roberto estaba llamando con su teléfono móvil a emergencias, pero no había cobertura.
-Oh no, ¡Emilio no tenemos cobertura!- Dijo Roberto.
Con los gritos, se despertó Ana, la enfermera del grupo.
-¿Que pasa chicos?- dijo Ana.
-¡Eduardo no está!- Respondió Roberto muy alterado.
-¡No puede ser! ¿Que le ha pasado?- Preguntó Ana
Cuando Despertó el otro integrante del grupo, Alberto. Le contaron todo y estuvieron un buen rato buscando por la zona.
Ya era muy tarde, y no les iba a dar tiempo a llegar a la siguiente zona de acampada que habían acordado. Claramente no pueden ir por la noche, porque es muy peligroso.
Emilio, al que solo le importa el dinero les dijo a los integrantes:
-A nosotros nos pagan por esto, tenemos que hacerlo antes de que se acaben las tres semanas- -Emilio, ¿En serio solo te importa eso?-
Dijo Ana, muy defraudada.
Todos los integrantes se quedaron callados mientras Ana y Emilio se miraban a los ojos.
Ana y Emilio se pusieron a discutir, gritándose muy enfadados.
-¡Chicos parad ya!- Dijo Roberto.
-Al final Emilio tiene un poco de razón, llevamos mucho tiempo buscándole y hay que terminar la expedición. No por dinero, si no porque antes de que se acabe el tiempo hay que terminarla, y hemos perdido ya dos días enteros.- Dijo Eduardo para intentar calmar la situación
-Está bien… Seguiremos con la expedición, sin un integrante.- Respondió Ana
-Si pero hoy ya vamos a dormir, no podemos salir ahora, se nos hará de noche y es peligroso.- Dijo Alberto.
-Si, será mejor que durmamos…- Respondió Ana
Al día siguiente, cuando despertaron, se pusieron en marcha. Todos muy dolidos comenzaron la expedición. Iban caminando por los fríos caminos marcados, que tenían para no perderse.
Pero no se percataron de algo, Eduardo había desaparecido pero sus pertenencias también, lo que significaba que el las había cogido.
Alberto se dio cuenta rápidamente y les dijo a los integrantes
-Chicos una cosa, si las cosas de Eduardo no están, significa que el se las ha llevado-
-Es verdad- Respondieron todos.
-Sigo preguntadome que le habrá pasado- Dijo Roberto
-Todos nos preguntamos eso- Respondió Ana
Mientras tanto, Emilio seguía callado.
Unas horas después todos seguían pensando en ello, menos Emilio el que solo estaba preguntando cuánto quedaba.
-Chicos creo que hemos llegado al destino, pero ¿que es eso?- Dijo Alberto
Todos se quedaron mirando aquella escena, donde un monstruo lleno de trozos de hielo, que parecían cristales, estaba devorando a Eduardo. Todos salieron corriendo cuando Roberto tropezó. Alberto y Ana intentaron ayudarle, pero no pudieron.
Emilio iba muy rápido pero no se dio cuenta de que había un acantilado, y se cayó.

Iba todo fatal y cuando estaban corriendo Ana y Alberto, el monstruo los atacó por detrás y los devoró…

Otro más:

-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Roberto, el jefe de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Eduardo que era el más despistado y que estaba algo alejado revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Huskie.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cincos expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros. Las dos primeros días las pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucia un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta. Al empezar a preparar el desayuno, Emilio vio que la tienda de campaña de Eduardo estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Eduardo, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistado! – Dijo su compañero Emilio mientras se dirigía a la tienda de Eduardo.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Eduardo no estaba….
Le buscó por segundos, minutos, horas… No le encontraba, y se empezó a preocupar de verdad. -¡Chicos! ¿Habéis visto a Edu? – Dijo Emilio.
-¿No era que seguía dormido? – Dijo Samantha, sin saber que pasaba.
-Eso pensaba yo, pero ni rastro hay en su tienda. – Dijo Emilio.
-¿Qué pasa? – Llegó Roberto con cara de pozos amigos.
-No encontramos a Eduardo, y no sabemos qué hacer. – Dijo Millie
-Vamos a buscar a Eduardo, la expedición queda cerrada hasta que encontremos a Eduardo. – Ordenó Roberto después de pensar.
La búsqueda comenzó al instante. Llamaron a central y consiguieron más gente para buscar e investigar que había sucedido.
-Haber, nos dividiremos en 4 grupos de 5 personas. Millie, Samantha, Ainhoa, Eddie y Richie, sois el primer grupo y os dirigiréis al norte. – Dijo Roberto
-¿Con Eddie? ¿En serio?- Dijo Richie
-Cállate Richie. – Dijo Eddie mirando a Richie.
-Emilio, Daniel, Ben, Billy y Dan. Vosotros sois el segundo grupo e iréis al sur. Alejandra, Martín, Lucas, Anastasia y Lara, vosotros sois el tercer grupo e iréis al este. Laura, Amanda, José, Oscar y Mario, sois el cuarto y último grupo e iréis al oeste – Dijo Roberto.
Después de formar grupos y dispersarse, empezaron a buscar sin descanso. Varios días después, se volvieron a reunir todos sin aún pistas de Eduardo.
-¿Nadie tiene pistas de nada? – Dijo Roberto.
-Si, nosotros tenemos una, pero creemos que es insignificante. – Dijo Samantha
-¿Cuál es? – Preguntaron a la vez Billy y Dan.
-Fuimos donde nos pediste, y encontramos una cueva con huellas la cual decidimos investigar. Encontramos palos y marcas en las paredes, parecían garras, pero no estamos seguros. – Explicó Eddie.
-¿Aún sabéis donde está la cueva? – Preguntó Amanda
-Si, decidimos hacer unas marcas las cuales indicarían el camino. – Respondió Millie
-Perfecto. Mañana nos trasladáremos a la cueva. – Anunció Roberto.
A media noche, Emilio escuchó un ruido y decidió seguir el sonido. Permaneció caminando unos 30 minutos, hasta dar con dicha persona la cual reproducía ese ruido. Se acercó a esa persona, y cuando la tenía en frente, quedó congelado. Era un ser, de pelaje largo y grisáceo, con una grande boca que contenía grandes y afilados dientes. El ser medía como mucho 3,09 metros, tenía unas grandes manos de las que unas enormes garras surgían. Emilio no pudo reaccionar, hasta que simplemente, se desvaneció…
-¡Jefe, jefe! – Exclamaba Mario con inquietud mientras sacudía a Roberto. -¿Que sucede? – Dijo Roberto con los ojos entre abiertos.
-¡Emilio! ¡No está! – Dijo Dan.
-¿Que Emilio qué? – Saltó Roberto de la cama.

-¡Todos arriba! ¡Comienza una búsqueda en condiciones! – Gritó Roberto mientras daba palmadas para levantar a su equipo.
-Jefe, deberíamos ir a buscar a la cueva. – Sugirió Martín.
-Es lo que haremos, no te preocupes. – Respondió Roberto.
Pasaron las horas, y al fin llegaron a su destino. La cueva en la cual había una pequeña pista de lo que podría haber sucedido. Caminaron con sus linternas alumbrando el camino, hasta que llegó el momento en el que se tuvieron que separar.
-Tenemos que separarnos…- Dijo Eddie con miedo
-Pero Eddie, ¿tú estás bien? ¿No ves pelis de miedo? Siempre se separan y todos mueren, me niego a separarnos. – Dijo Richie.
-Callaos. – Dijo Roberto molesto – Vamos todos por el mismo camino, y chitón.
Al adentrarse, cada vez el color azul transparente que tenía la cueva naturalmente, se transformaba en rojo sangre desagradable, lo que hacía que nuestro grupo se inquietase. Llegaron al hogar de aquella persona, más bien monstruo. El monstruo giró su cabeza y reaccionó al instante, fijó su mirada en Eddie y se lanzó a por él. El monstruo empezó a arañarlo y morderlo sin descanso. Consiguieron apartarlo de Eddie y matarlo, pero Eddie aún seguía dolido. -¡Eddie! Eddie, Eddie, vamos tío contesta. – Repetía Richie.
-Richie, no creo poder seguir adelante. – susurraba Eddie con la mirada apagada.
-Venga colega, seguro que sí. – Intentaba animar Richie.
-No Richie, no. Moriré poco tiempo después de salir de la cueva. – Miraba Eddie a Richie. – Richie, hazme un favor
-¿Si? – tartamudeaba Richie mientras que sus ojos se encharcaban.
-Dile a mi madre que la quiero. – Fueron sus últimas palabras.
Los exploradores volvieron cada uno a sus casas a intentar olvidar lo sucedido, pero creo que esta aventura será imposible de olvidar.
FIN

Y por ultimo, pero no por eso ni mejor ni peor que los demas.

-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Sandra, la jefa de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Ainara que era la más despistada y que estaba algo alejada revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Husky.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cincos expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros. Los dos primeros días los pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucia un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta. Al día siguiente, al empezar a preparar el desayuno, Alex vio que la tienda de campaña de Ainara estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Ainara, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistada! – Dijo su compañero Alex mientras se dirigía a la tienda de Ainara.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Ainara no estaba….
Empezó a buscarla por todas partes. Mientras, Sandra estaba en su tienda de campaña, cuando empezó a escuchar ruidos, ruidos muy fuertes, se alteró mucho y empezó a gritar, -¡¿Ainara eres tú?!
Alex la escuchó y enseguida corrió a la tienda de Sandra. Al llegar preguntó que si Ainara estaba ahí, pero Sandra le dijo que lo único que había escuchado eran unos ruidos muy fuertes, y no sabía nada de Ainara.
Sandra vio uno de los mapas que llevaban tirado en el suelo ¡era el de Ainara!. Alex, empezó a recoger sus cosas y le dijo a Sandra, que también lo hiciera.
-¡Mira!, mira las marcas … Alex se dio cuenta de que el mapa de Ainara estaba rajado por lo que parecían las garras de algún animal.
-¡Seguramente la ha atacado alguna fiera!, -Tenemos que ayudarla -dijo Alex. Sandra le afirmó con la cabeza mientras escuchaba ruidos a lo lejos. Decidieron coger los trineos e investigar mientras el resto de la expedición permanecería en las tiendas por si Ainara regresaba.
Iban a toda prisa , los huskys parecía que volaban por encima de la nieve y Sandra y Alex cada vez estaban más preocupados. De pronto les sorprendió una tormenta. Nevaba con muchísima fuerza y casi no alcanzaban a ver uno el trineo del otro. En un segundo se escuchó un gemido, eran dos de los huskys ,su arnés se había soltado del trineo de Sandra y salieron corriendo en otra dirección.
-¡Max, Byron deteneros !- gritaba Sandra a sus perros , pero éstos no obedecían. Alex se dió cuenta y decidió ir en busca de los huskys, no podían perderlos sino el trineo de Sandra no avanzaría.
Sandra se quedó parada en mitad de la tormenta y decidió esperar a que Alex regresara aunque no tenía muchas esperanzas de volver a recuperar a sus perros.
Alex seguío el rastro de los huskys, hasta que desaparecieron las huellas en lo que parecía un agujero enorme en mitad de la nieve. Se bajó del trineo y decidió inspeccionarlo.
Efectivamente allí se encontraban los perros, en una especie de cueva cavada en la nieve. Cuando se dirigió hacia ellos , no podía creer lo que veía ¡era Ainara!, estaba tirada en suelo y la ropa llena de sangre. Los perros habían seguido su rastro. Intentó despertarla y ésta tardó un poco en reaccionar pero finalmente abrió los ojos y se alegró de verle.
-¿Ainara estás bien?¿Qué te ha pasado?-preguntó Alex.
-Escuche ruidos muy fuertes cuando estábamos en las tiendas de campaña, salí fuera para ver qué sucedía y un gran oso polar me golpeó en la cabeza.-contestó Ainara.
En ese momento, decidieron irse rápidamente para reunirse con Sandra, que se había quedado atrapada en mitad de la tormenta.
Finalmente, los tres estaban juntos. Engancharon de nuevo los arneses de los huskys al trineo de Sandra y decidieron volver. Cuando llegaron se llevaron una sorpresa, dos pequeñas crías de oso polar asomaban la cabecita por una de las tiendas. Parecían hambrientas por lo que seguramente la madre fue la que atacó a Ainara para alimentarlas.
En ese momento y sin dudarlo decidieron acabar su expedición y poner rumbo a casa ya que si permanecían allí un segundo más corrían un gran peligro.

FIN.

Espero que hayais disfrutado con la lectura. Nos vemos en la biblioteca.

Escritura creativa en primaria. El robot.

Hola a todos. Recientemente hemos terminado una sesión de escritura creativa para los cursos de tercero, cuarto, quinto y sexto de primaria, que estaba encuadrada en nuestro proyecto de robots.

Los niños y niñas han sabido en su gran mayoría desarrollar historias bastante bien claras y definidas, dejando claro lo aprendido durante el proyecto.

Os pongo unas cuantas de alumnos de quinto de primaria, donde hemos hecho especial hincapié en el buen desarrollo y estructura de los textos, con el empleo correcto de los signos de puntuación, que hacen que el lector pueda tener una lectura amena y entretenida.

Aquí os dejo unas cuantas que me han gustado mucho. Espero que a vosotros también.

 Corría el año 2121, la humanidad estaba de lleno en el siglo XXII, al que habían llamado el siglo de los Robots. Muchas compañías comercializaban robots con cuerpo de humano para múltiples funciones tanto en las casas como en las industrias, pero la más grande y avanzada era Robot Star, con sede en Australia. Habían desarrollado una serie de robots con inteligencia muy avanzada, pero siempre bajo las bases de la robótica, en la que ningún robot podía hacer nada en contra de su amo humano.

Dhaia, dueña de la empresa se había quedado para el el primer modelo de pruebas, llamado Malcolm. Era un robot de compañía, encargado de las tareas de la casa y de ayudar en los estudios a sus dos hijos.

Una noche se desconectó como siempre a las 00:00 para la recarga, pero sucedió un imprevisto. Malcolm se actualizó por error con datos de otro robot, quizá siendo víctima de un hacker o algún antiguo ingeniero trabajador descontento.

Cuando despertó a las 07:00 su mirada virtual era distinta… Dhaia despertó como cada mañana. Haciendo el desayuno, vistiéndose, y tele trabajando un poco. Malcolm estaba haciendo sus tareas como siempre, Dhaia lo veía un tanto raro, pero no le dio importancia.

Cuando llevó a sus hijos al colegio, notó algo que la perseguía en el coche. Miro hacia atrás para verlo, pero solo vio una pequeña luz roja esconderse rápidamente.

-chicos, bajad del coche. Hay mucho atasco y no os puedo acompañar a la puerta-

-pero mamá, si no hay casi nadie.- respondió su hijo Xoan.

-tengo que ir al banco- dijo Dhaia agitada. Sus hijos la miraron raro, pero llegaban tarde así que

les dio igual, y se fueron al colegio. Cuando Dhaia llegó a su casa, revisó y revisó el coche, pero no vio nada. Dhaia se giró para irse del garaje, y en la puerta vio de nuevo la luz, pero con una sonrisa que la acompañaba. Como siempre la luz se escondió rápidamente.

-Malcom, revisa la casa y si ves una luz roja, avísame- dijo Dhaia.

-¿Malcolm? ¿Que hacías en la puerta del garaje?- pregunto Dhaia al ver que estaba ahí parado. -Eh… Uhm, estoy ehh… ¡Si ya se! Sacándole brillo al mango de la puerta!- Respondió el robot. – Está bien, supongo… bueno, ¿me has oído?- pregunto Dhaia

– si, si ¿que revise la casa verdad?- pregunto el robot. Dhaia asintió con la cabeza.

A lo largo del día Dhaia, siguió viendo la luz roja. Cuando la noche cayó, Dhaia preparó la cena y

acostó a sus hijos a la cama. Bajo de nuevo mientras Malcolm recogía, ya que necesitaba algunos papeles de la empresa, ella los había dejado en su mesa del hall. Pero no los encontraba, iba en camino a preguntarle a Malcolm, si el había visto sus papeles. Cuando estaba llegando, escuchaba a Malcolm hablando. Se quedó asustada, pero decidió espiarle. ¡Sorpresa! Malcolm tenia en la mano sus papeles, mientras que en la otra sostenía un teléfono.

-Si, señor. Aquí pone: modelo 3576. Hay que mejorarlo poniéndole recetas de comida- dijo Malcolm hacia el teléfono. Dhaia ya sabía lo que estaba pasando, Aquella luz roja era Malcolm espiándola para sacar información sobre robot star y dársela a la competencia, la empresa robot- odo. Dhaia tenia un plan, iba a hacerlo todo mal, y luego darle información mala a Malcolm, aún así trabajando bien cuando Malcolm no la veía.

Su empresa ascendía más y más, mientras que robot-odo bajaba sus acciones y la gente ponía malas reseñas.

Al cabo de unos meses, Malcom no entendía nada, solo estaba leyendo lo que ponía en los papeles de Dhaia.

Un día cualquiera, Dhaia se armó de valor y cuando la estaban entrevistando, expuso a Malcom y a Robot-odo. Con audios que había grabado cada noche. Robot-odo y Malcom fueron arrestados. Dhaia y la empresa robot star, están felices.

Siguiente Texto.

 Corría el año 2121, la humanidad estaba de lleno en el siglo XXII, al que habían llamado el siglo de los Robots. Muchas compañías comercializaban robots con cuerpo de humano para múltiples funciones tanto en las casas como en las industrias, pero la más grande y avanzada era Robot Star, con sede en Australia. Habían desarrollado una serie de robots con inteligencia muy avanzada, pero siempre bajo las bases de la robótica, en la que ningún robot podía hacer nada en contra de su amo humano.

Bruce Harris, dueño de la empresa se había quedado para el primer modelo de pruebas, llamado Malcolm. Era un robot de compañía, encargado de las tareas de la casa y de ayudar en los estudios a sus tres hijos.

Una noche se desconectó como siempre a las 00:00 para la recarga, pero sucedió un imprevisto. Malcolm se actualizó por error con datos de otro robot, quizá siendo víctima de un hacker o algún antiguo ingeniero trabajador descontento.

Cuando despertó a las 07:00 su mirada virtual era distinta, tenía los ojos un tanto rojos. Siguió con el día como si nada. Estaba pasando la aspiradora cuando de repente empezó a pegar a la aspiradora, se quedo muy confundido ya que el no quería estropear la aspiradora pero su cuerpo como que le obligaba. Estaba bastante preocupado.

Después de un tiempo pasó algo muy extraño para los niños. Empezaron a hacer los deberes con la supuesta ayuda del robot. Empezaron a hacer los deberes tranquilamente los niños no se dieron cuenta de que el robot tenía los ojos rojos hasta que de repente el robot empezó a romper las hojas del cuaderno uno de los niños llamado Nacho se escondió en el armario, la niña que se llamaba Laura fue corriendo a por el móvil a grabar todo para que les creyeran y el último niño pero no menos importante se llamaba Mario el cual no estaba en casa ya que no le gustaba estudiar y el robot no se dio cuenta ya que no estaba como siempre. De repente por la puerta entraron los padres al escuchar los gritos fueron arriba corriendo y rápidamente llamó a la compañía robótica. Pero antes desconectó a Malcolm.

-¿Buenos días, sois la compañía robótica Robot Star? Pregunto el padre apurado.

-Si, exactamente ¿Algún problema? Respondió la amable señora.

-Si, bueno verás somos la familia que tenía de prueba a Malcolm y no sabemos que le pasa pero mientras que ayudaba a los niños con los deberes empezó a comportarse de una manera muy extraña. Empezó a arrancar las hojas del cuaderno rápidamente hasta que le desconectamos. Tenemos en un vídeo grabado todo lo que ha pasado ¿Nos puede dar un número telefónico? Se los mandaremos todo.

-Si, escriban a el número 698 515 428 y ahí intentaremos ver el fallo y arreglarlo.

Terminaron la llamada y se pusieron a intentar arreglar los apuntes y los deberes.

Bajaron las escaleras tranquilamente para coger algo de picar y vieron a ¡¿Malcolm andando por ahí?! Decidieron subir arriba corriendo y buscar algo de información para ver cómo podrían conseguir deshackear a Malcolm, pero mientras que buscaban l llego un mensaje de la compañía telefónica decía: “Si le mandáis up un mensaje a Malcolm diciendo tres veces Vete ya el hacker se irá” Les pareció muy raro pero hicieron lo que dijo solo hubo un pequeño problema mientras que escribían las palabras se modificaban por arte de magia y se borraba todo cada cinco segundos. Entonces tuvieron una idea fueron a casa del vecino y le pidio el móvil para escribir a Malcolm. Salieron victoriosos Malcolm estaba deshackeado por fin. No vendieron más Malcolms por si pasaba lo mismo.

FIN

Tercer y último texto.

 Corría el año 2121, la humanidad estaba de lleno en el siglo XXII, al que habían llamado el siglo de los Robots. Muchas compañías comercializaban robots con cuerpo de humano para múltiples funciones tanto en las casas como en las industrias, pero la más grande y avanzada era Robot Star, con sede en Australia. Habían desarrollado una serie de robots con inteligencia muy avanzada, pero siempre bajo las bases de la robótica, en la que ningún robot podía hacer nada en contra de su amo humano.

Bruce Harris, dueño de la empresa se había quedado para el el primer modelo de pruebas, llamado Malcolm. Era un robot de compañía, encargado de las tareas de la casa y de ayudar en los estudios a sus dos hijos.

Una noche se desconectó como siempre a las 00:00 para la recarga, pero sucedió un imprevisto. Malcolm se actualizó por error con datos de otro robot, quizá siendo víctima de un hacker o algún antiguo ingeniero trabajador descontento.

Cuando despertó a las 07:00 su mirada virtual era distinta…

Todos estaban dormidos aún y Malcolm fue a despertarlos. Los niños, Marcos y Alicia, notaron la extraña mirada de Malcolm. Aún así no le dieron importancia al asunto, pues pensaron que era una actualización. Sus padres no se dieron cuenta, así que no se tocó el tema en ningún momento.

Marcos, al llegar al colegio, estuvo hablando con su mejor amigo Adrián.

-Tío, mi robot está rarísimo- Dijo Marcos. -El mío igual- Le respondió Adrián.

Los dos mantenieron un silencio incómodo, hasta que llegaron las novias de Marcos y Adrián, Sara y Amaris y los saludaron.

-¡Hola chicos! ¿Qué tal?- Dijeron, cada una abrazando a su novio. -Bien chicas, ¿y vosotras?- Dijo Adrián.

-Bien, oye, ¿vuestros robots están raros? La mía si.- Dijo Sara -Los nuestros igual, está todo rarísimo.- Dijo Marcos

-Ya ves…-Dijo Amaris

Todos se miraron extrañados. Pasaron las horas y los 3 se dieron cuenta que a todos sus compañeros les había pasado lo mismo, sus robots estaban raros y nadie sabía que pasaba. Cuando Marcos llegó a su casa, sus padres no respondían. Entró con su hermana pequeña Alicia a la casa, y escuchó una extraña canción en un idioma desconocido. “¿Mamá, papá?”- Repetía Alicia, a unos segundos de romper a llorar, “No te preocupes, seguro están bien”- le dijo Marcos, intentando calmar a su hermana. Al instante, Alicia y Marcos contemplaron como Malcolm había asesinado brutalmente a sus padres. El pánico y la tristeza estaban devorando a Marcos paso a paso, Alicia lo único que hacía era llorar desconsoladamente.

La policía llegó horas más tarde y nada más llegar cubrieron los cadaveres de los padres. Marcos, estaba llamando a sus familiares para que cuidasen a Alicia, ella iba a ir a vivir a Málaga con sus tíos debido a que Marcos había decidido vivir solo. Pasaron los días y Marcos no iba al instituto, solo se dedicaba a informarse, buscar y encontrar, informarse, buscar y encontrar… “Tía, ¿tu crees que Marcos está bien, me está preocupando”- le decía Sara a Amaris. “No sé, pero seguramente Adrián sepa”.

Las dos fueron a preguntar a Adrián y nadie sabía nada de nuestro protagonista.

Pasaron 2 semanas y Marcos seguía encerrado, Alicia viviendo con sus tíos y Adrián, Amaris y Sara preocupados por Marcos. Un día, específicamente el 02/11/2121, en las noticias se anunció una noticia la cual nadie quería escuchar.

-“Hace unos meses, la familia Wheeler no tuvo la mejor suerte. Hoy, la policía nos anuncia que han habido 89 casos más, refúgiense de los Robots, se están poniendo en nuestra contra. Tengan cuidado ciudadanos, esto puede ser una guerra mundial.”-Anunciaron con miedo.

 Todo el mundo estaba alerta, hasta que esa misma noche, se transmitió en las noticias una noticia de última hora. “El ataque ha empezado”- Anunció el reportero, de seguido, se apagaron todos los electrodomésticos del mundo, bueno un apagón permanente. La gente no sobrevivía contra los robots, ellos estaban tomando el control de el mundo y nadie podía hacer nada. Lo único que había en las noticias eran muertes de gente inocente a la cuál sus robots se relevaban contra ellos.

Pasó 1 año, 01/01/2122. Amaris, Sara, Adrian y Marcos se habían reunido. “No me queda nada, mi familia ha muerto a manos de los robots.”- Dijeron Sara, Adrián y Amaris.

Quedaron que ellos vivirían ahí, los 4, para ayudarse.

Pasó un tiempo, 09/06/2122. Los 4, conjunto a 800 más personas, eran los únicos en el mundo.

“Hay que hacer algo, esto se está descontrolando.”- Dijo Amaris.

Todos estaban de acuerdo, entonces, ahí empezó el plan llamado “The mata-robots plan”.

“Vale, hay que ver que podemos hacer, podemos… Hacernos armas, armas mortales para los robots. Creo que deberíamos defendernos mediante armas, sería súper peligroso que los atacásemos con las manos.”- Opinó Adrián.

“Opino lo mismo, no queremos morir así que mejor preparemos armas.”- Dijo Amaris.

Todos estaban de acuerdo, The mata-robots plan había comenzado y nadie iba a impedir que parase. Ellos montaron armas, escudos, reservas de comida y mucho más.

Pasaron las semanas y habían arrasado a todos los robots, quedaba el jefe. Estaban en la “guarida secreta” de Malcolm, el jefe de la revolución.

“Malcolm, acaba con esto.”- Dijo Sara.

“Ja, ja, ja, buen chiste.”- Le respondió Malcolm.

“Deja este mundo ya, ¿no crees que es suficiente?”- Le dijo Marcos. “Es eso, o matar a tu hermanita Alicia.”- Le dijo Malcolm

De ahí, salió Alicia asustada. Marcos se tiro a él y lo mató.

Rescató a Alicia y la paz en el mundo volvió. Marcos, Adrián, Sara y Amaris quedaron como héroes de por vida.

FIN

Espero que os hayan gustado. Saludos y nos vemos en septiembre con las pilas bien cargadas.

Alberto.

Manualidad en primaria. El pasaporte de lecturas de verano.

Hola a todos. Cuando el curso está a punto de finalizar me gusta realizar una manualidad que a los niños les encanta. Se trata de la confección de su propio pasaporte de lecturas para el verano. Se trata de una hoja o cartulina donde los niños pueden ir incorporando el título de sus libros, cuentos, cómics, etc que van leyendo, a modo de viajes.

Aquí os pongo dos pasaportes confeccionados por mi y algunos ejemplos de pasaportes de alumnos. Espero que os gusten.

Ahora sólo queda llevarnos el pasaporte lector en la maleta y traerlo de vuelta en septiembre cargado de viajes por maravillosos lugares imaginarios.

Saludos. Alberto.

Ganadores y finalistas del IV certamen literario Vegasur.

Desde el Departamento de Lenguas hemos celebrado el IV Certamen Literario Vegasur. Os dejamos por aquí los finalistas y ganadores de las dos categorías, para que podáis leer sus poemas una y otra vez, ¡MERECEN LA PENA! Enhorabuena a todos los finalistas y participantes por poner su granito de arena en este Certamen anual.

CATEGORÍA: 1º y 2º de ESO:
E.M. 1ºA ESO (Ganadora)
M.G. 2ºA ESO (Primera finalista)
D.R. 1ºA ESO
C.R. 2ºA ESO


CATEGORÍA: 3º, 4º y 1º de Bachillerato
A.C. 3ºA (Ganadora)
S.R 3ºB
L. B. 4ºB
C. H. 1ºA BACHILLERATO (Primera finalista).

Os colgamos fotos de los premiados. Espero que os gusten.

Un saludo y nos vemos en la biblioteca. Alberto.