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Expresión escrita. El tiburón negro.

Hola a todos. Durante el mes de mayo nuestros alumnos más mayores de primaria han realizado la actividad de expresión escrita llamada “El tiburón negro”, un tema de zoología y medio marino que no habíamos tocado todavía.

Como en la mayoría de los casos, les hemos dado el relato empezado, con el inicio y la primera parte del nudo, para que ellos sigan escribiendo y realicen todo el nudo y el desenlace.

Tengo que decir que cada vez estoy más contento con sus trabajos, puesto que han aprendido a estructurar bien los textos y han incluido diálogos de los distintos personajes, de forma que la lectura de la historia se haga amena y divertida.

Todavía quedan algunos aspectos por pulir, pero los trabajos han sido muy buenos.

Os dejo aquí el texto que les hemos dado.

EL TIBURÓN NEGRO.

Pablo era un joven pero experimentado capitán de barco. Trabajaba para un grupo de científicos canadienses que estaban intentando encontrar una nueva especie de tiburón que algunos buceadores habían divisado en una isla del Océano Atlantico Norte. 

Pablo sabía que la búsqueda iba a ser muy difícil, puesto que los tiburones habitan en aguas cálidas y ellos estaban buscándolo en unas aguas mucho más frías. 

Creía que todo era objeto de una broma o leyenda local para atraer turistas, pero conocía muy bien a uno de los buceadores que afirmaba que el tiburón era real. Ya no sabía qué pensar.

Incluso los buceadores de la isla habían puesto nombre a la especie. Ya la llamaban el “Tiburón Negro del Atlántico”, y de ėl decían que era muy agresivo y peligroso. También aseguraban que su tamaño debía de rondar los siete y ocho metros, por lo cual necesitaban hacer las inmersiones con jaulas anti tiburones.

La misión científica tenía como propósito adherir a la piel del tiburón un chip de rastreo, para poder seguirlo, tenerlo localizado y ver si había más de su especie y poder así mostrar el hallazgo a la comunidad científica.

-Chicos, ¿Habéis comprobado bien la seguridad de las jaulas?- Preguntó Isaac, el jefe de la expedición.

-Sí, jefe, está todo bajo control, y tenemos todo el equipo de buceo preparado para la inmersión- respondió Adriana, una experimentada buceadora.

-Capitán Pablo, avíseme cuanto lleguemos al punto exacto donde se vio al tiburón- Dijo Isaac.

-Ya hemos llegado- anunció el Capitán. Ahora les toca a ustedes.

Acto seguido los buceadores se pusieron sus equipos y se metieron en la jaula, bajando a una profundidad de 10 metros. Varios científicos empezaron a echar peces y sangre para poder atraer al tiburón. 

En los Díez primeros minutos todo estaba en calma, pero en la jaula a Isaac le pareció ver a lo lejos una gran sombra…


En esta ocasión he elegido las historias de 6ºC, con quienes tengo un nexo de unión muy fuerte, me lo he pasado muy bien haciendo inolvidables sesiones de lectura y escritura, y a quienes voy a echar mucho de menos el curso que viene. Espero que os gusten.

Pablo era un joven pero experimentado capitán de barco. Trabajaba para un grupo de científicos canadienses que estaban intentando encontrar una nueva especie de tiburón que algunos buceadores habían divisado en una isla del Océano Atlantico Norte.
Pablo sabía que la búsqueda iba a ser muy difícil, puesto que los tiburones habitan en aguas cálidas y ellos estaban buscándolo en unas aguas mucho más frías.
Creía que todo era objeto de una broma o leyenda local para atraer turistas, pero conocía muy bien a uno de los buceadores que afirmaba que el tiburón era real. Ya no sabía qué pensar. Incluso los buceadores de la isla habían puesto nombre a la especie. Ya la llamaban el “Tiburón Negro del Atlántico”, y de ėl decían que era muy agresivo y peligroso. También aseguraban que su tamaño debía de rondar los siete y ocho metros, por lo cual necesitaban hacer las inmersiones con jaulas anti tiburones.
La misión científica tenía como propósito adherir a la piel del tiburón un chip de rastreo, para poder seguirlo, tenerlo localizado y ver si había más de su especie y poder así mostrar el hallazgo a la comunidad científica.
-Chicos, habéis comprobado bien la seguridad de las jaulas?- Preguntó Isaac, el jefe de la expedición.
-Sí, jefe, está todo bajo control, y tenemos todo el equipo de buceo preparado para la inmersión- respondió Adriana, una experimentada buceadora.
-Capitán Pablo, avíseme cuanto lleguemos al punto exacto donde se vio al tiburón- Dijo Isaac. -Ya hemos llegado- anunció el Capitán. Ahora les toca a ustedes.
Acto seguido los buceadores se pusieron sus equipos y se metieron en la jaula, bajando a una profundidad de 10 metros. Varios científicos empezaron a echar peces y sangre para poder atraer al tiburón.
En los Díez primeros minutos todo estaba en calma, pero en la jaula a Isaac le pareció ver a lo lejos una gran sombra por supuesto era un tiburón pero no era de la especie que él buscaba
Siguió buscando y buscando y por fin lo encontró, el tiburón negro del Atlántico, era negro y por debajo era blanco, el tiburón se acercaba más y más cada vez estaba más cerca de la jaula en la que estaban seguros por así decirlo. Cuando todos pensaban que ya no se iba a acercar más el tiburón fue directo a la jaula, mordió una barra ya que la sangre se había quedado entre la jaula y el océano la dejo con grietas pero pensaron que eso ya estaba y que no iba a pasar nada, después de un rato volvió a hacer lo mismo y esta vez casi la rompe, ordenó que subieran la jaula ya que todo era demasiado peligroso ya.
-pero si la jaula era segura ¿no? Lo habíais comprobado. Dijo Isaac asustado y enfadado.

  • si jefe, pero no sé qué a pasado, el tiburón negro del Atlántico tiene mucha fuerza al morder, y
    no sabíamos cuánta fuerza tenía para hacer así de fuerte los barrotes. Dijo Adriana mientras
    comprobaba la fuerza de aquel animal tan fuerte y grande
  • Bueno… volvamos al estudio, no tenemos mas jaulas y bajar sin ellas es muy peligroso. Dijo
    Isaac
    El capitán los volvió a llevar al estudio, Paula les miró sorprendida.
    -¿Qué hacéis aquí? ¿No se supone que estabais estudiando al tiburón negro del Atlántico? Dijo sorprendida.
  • si, pero, no miraron bien la fuerza del ese animal al morder. Casi rompe un barrote y como no
    teníamos más jaulas hemos decidido volver. Dijo Pablo que se encontraba todavía un poco asustado.
    Después de un rato y de ya haber hecho otras jaulas era demasiado tarde como para ir otra vez ya que tardaban una hora y tampoco se iba a ver el fondo.
    -adios. Se despidieron todos para ya irse a su casa
    Pablo ya había llegado a su casa, estaba muy cansado y no paraba de pensar en lo del tiburón negro. ¿Será que no habían mirado bien la jaula y dijeron que si por que les daba pereza? Ese tipo de preguntas pasaban por su cabeza, hay que reconocer que todavía estaba un poco asustado
    Al día siguiente volvieron pero esta vez con jaulas más aseguradas volvieron a bajar pero no encontraron nada. Estuvieron cinco días buscando y el último cuando ya iban a subir lo encontraron Pablo se asustó un poco pero se tranquilizó como pudo antes de medio gritar. Resulta que esa especie no ataca si no se ve amenazado sólo quiso jugar a su manera pero sólo quiso jugar después de ese día Pablo le tuvo más confianza al fondo del océano y ya no se asustaba tanto como desde que casi rompe la jaula, así es como descubrieron más de una especie y también Pablo le tiene más confianza a todo, menos a las jaulas.
  • FIN.

Otra historia.

Pablo era un joven pero experimentado capitán de barco. Trabajaba para un grupo de científicos canadienses que estaban intentando encontrar una nueva especie de tiburón que algunos buceadores habían divisado en una isla del Océano Atlantico Norte.
Pablo sabía que la búsqueda iba a ser muy difícil, puesto que los tiburones habitan en aguas cálidas y ellos estaban buscándolo en unas aguas mucho más frías.
Creía que todo era objeto de una broma o leyenda local para atraer turistas, pero conocía muy bien a uno de los buceadores que afirmaba que el tiburón era real. Ya no sabía qué pensar. Incluso los buceadores de la isla habían puesto nombre a la especie. Ya la llamaban el “Tiburón Negro del Atlántico”, y de él decían que era muy agresivo y peligroso. También aseguraban que su tamaño debía de rondar los siete y ocho metros, por lo cual necesitaban hacer las inmersiones con jaulas anti tiburones.
La misión científica tenía como propósito adherir a la piel del tiburón un chip de rastreo, para poder seguirlo, tenerlo localizado y ver si había más de su especie y poder así mostrar el hallazgo a la comunidad científica.
-Chicos, habéis comprobado bien la seguridad de las jaulas?- Preguntó Isaac, el jefe de la expedición.
-Sí, jefe, está todo bajo control, y tenemos todo el equipo de buceo preparado para la inmersión- respondió Adriana, una experimentada buceadora.
-Capitán Pablo, avíseme cuanto lleguemos al punto exacto donde se vio al tiburón- Dijo Isaac. -Ya hemos llegado- anunció el Capitán. Ahora les toca a ustedes.
Acto seguido los buceadores se pusieron sus equipos y se metieron en la jaula, bajando a una profundidad de 10 metros. Varios científicos empezaron a echar peces y sangre para poder atraer al tiburón.
En los Díez primeros minutos todo estaba en calma, pero en la jaula a Isaac le pareció ver a lo lejos una gran y oscura sombra.
Isaac se sobresaltó porque le pareció que la sombra era cada vez más grande. Cuando salió a decírselo a todos los que no se sumergieron en el agua.
-¿Una sombra?- dijo Pablo -¡JA JA JA! Te lo estarás imaginando.
Pero cuando Isaac se volvió a meter en el agua no había ni rastro de la sombra ni del tiburón. Siguieron la expedición por las frías, casi congeladas aguas del Atlántico Norte y de pronto percibieron un extraño, pero familiar olor a humo.
Siguieron el olor, pero de repente, este desapareció.
Siguieron navegando por el agua cuando María una vigía novata avistó una extraña aleta oscura en el agua, se lo comentó a toda la tripulación Pablo se dirigió a la borda, cogió un catalejo y empezó a observar detenidamente cualquier rincón del inmenso océano en el que estaban hasta que él también vio la aleta.
-Timonero, viaja hacia el este- le mandó Pablo.
Cada vez estaban más y más cerca de poder localizar a aquel extraño tiburón de color negro. De repente la aleta empezó a moverse hacia todas las direcciones y entonces, se largó.
Aunque Isaac le consiguió hacer una foto con su cámara acuática portátil.

Toda la tripulación y los científicos se quedaron boquiabiertos al comprobar que en efecto el tiburón era real.
-¡NO ME LO PUEDO CREER!- Gritó Pablo -El tiburón negro es real.
Los científicos sacaron un chip de localización para tenerlo preparado para cuando se acercaran al tiburón negro.
El barco fue a toda velocidad porque en esa parte del océano las aguas son mayormente tranquilas.
Isaac volvió a ver al tiburón, entonces, cogió el chip rastreador y entró de nuevo en su jaula. El tiburón se acercó a ellos por el olor a sangre e Isaac tuvo la ocasión de ponerle el chip, pero cuando se lo puso el tiburón nado todo lo lejos que pudo. Los científicos ya tenían localizado al tiburón.
Lo siguieron de nuevo y esta vez lo acorralaron.
Uno de los científicos se metió en una jaula para investigar al tiburón cuando se dio cuenta de que no era un tiburón, era una cría de una rara especia de megalodon.

FIN.

Más relatos.

Pablo era un joven pero experimentado capitán de barco. Trabajaba para un grupo de científicos canadienses que estaban intentando encontrar una nueva especie de tiburón que algunos buceadores habían divisado en una isla del Océano Atlantico Norte.
Pablo sabía que la búsqueda iba a ser muy difícil, puesto que los tiburones habitan en aguas cálidas y ellos estaban buscándolo en unas aguas mucho más frías.
Creía que todo era objeto de una broma o leyenda local para atraer turistas, pero conocía muy bien a uno de los buceadores que afirmaba que el tiburón era real. Ya no sabía qué pensar. Incluso los buceadores de la isla habían puesto nombre a la especie. Ya la llamaban el “Tiburón Negro del Atlántico”, y de ėl decían que era muy agresivo y peligroso. También aseguraban que su tamaño debía de rondar los siete y ocho metros, por lo cual necesitaban hacer las inmersiones con jaulas anti tiburones.
La misión científica tenía como propósito adherir a la piel del tiburón un chip de rastreo, para poder seguirlo, tenerlo localizado y ver si había más de su especie y poder así mostrar el hallazgo a la comunidad científica.
-Chicos, habéis comprobado bien la seguridad de las jaulas?- Preguntó Isaac, el jefe de la expedición.
-Sí, jefe, está todo bajo control, y tenemos todo el equipo de buceo preparado para la inmersión- respondió Adriana, una experimentada buceadora.
-Capitán Pablo, avíseme cuanto lleguemos al punto exacto donde se vio al tiburón- Dijo Isaac. -Ya hemos llegado- anunció el Capitán. Ahora les toca a ustedes.
Acto seguido los buceadores se pusieron sus equipos y se metieron en la jaula, bajando a una profundidad de 10 metros. Varios científicos empezaron a echar peces y sangre para poder atraer al tiburón.
En los Díez primeros minutos todo estaba en calma, pero en la jaula a Isaac le pareció ver a lo lejos una gran sombra negra, -Hey chicos veo una sombra a lo lejos- dijo Isaac por el walkie- talkie.
-Isaac, no le pierdas de vista a la sombra- dijo Pablo. -Se está acercando muy rápido- dijo Isaac -No te preocupes Isaac- dijo Pablo.
De pronto del agua salieron burbujas y Pablo se asustó muchísimo al verlas
-Adriana ve ayudar a Isaac- dijo Pablo -Adriana, ¡ADRIANA!- dijo Pablo por el walkie-talkie.
-…- se escuchó desde el walkie-talkie de Adriana.
-Hemos perdido a 2 buzos- dijo con una voz desanimada Pablo.
Pablo fue directo a pedir ayuda a otros buzos, Pablo fue a pedir ayuda a muchos, pero ninguno aceptó, entonces Pablo pensó que tenía que pedir ayuda a su ex mejor amigo, Alejandro.
No se hablaban desde hace 12 años.
Sabía dónde encontrarlo, en un garaje de Puerto Rico.
-Hola, Alejandro- dijo Pablo. -Déjame en paz, Pablo- dijo Alex.
-Bueno al tema, necesito tu ayuda Alex. Hay un tiburón llamado ‘tiburón negro’ y ha estado atacando a mis buceadores y los ha matado, necesito tu ayuda- explicó a Alex

  • OK, acepto- dijo Alejandro – Se que no quieres pero- espera ¿que? ¿Como?- dijo Pablo
  • Como oyes- dijo Alex.
    Después de eso Pablo llevo a Alex a su oficina, y hablaron del plan – Necesitamos un muñeco y hacer que es una persona y que el tiburón lo ataque tú te tiras y le pinchas el chip entonces ya le dejas escapar- dijo Pablo. -Bien, si no funciona ya verás- dijo Alex.
    Al día siguiente ya estaban preparando todo para el plan, Alex fue buscando información sobre el tiburón para informarse más de el y también saber cómo despistarlo, la cosa no eres tan fácil porque no había casi nada de información sobre el tiburón, lo único que encontró fue que va de velocidad a 50km por hora y que su piel era muy dura.
    Dos días después Alex y Pablo fueron hasta el océano Atlantico para poder poner el chip ya al tiburón, cuando ya estaban terminando de preparar el plan, Alex se tiro al agua para meterse a la celda pero la sorpresa es que el tiburón ya les estaba esperando. El tiburón fue directo a atacar a Alex.
    Alex se movía y nadaba lo más rápido que podía pero no consiguió sobrevivir al ataque del tiburón, y Alex tachó en su lista (quitarse del medio a Alejandro)
  • FIN.

Y ahora la última historia.

Pablo era un joven pero experimentado capitán de barco. Trabajaba para un grupo de científicos canadienses que estaban intentando encontrar una nueva especie de tiburón que algunos buceadores habían divisado en una isla del Océano Atlantico Norte.
Pablo sabía que la búsqueda iba a ser muy difícil, puesto que los tiburones habitan en aguas cálidas y ellos estaban buscándolo en unas aguas mucho más frías.
Creía que todo era objeto de una broma o leyenda local para atraer turistas, pero conocía muy bien a uno de los buceadores que afirmaba que el tiburón era real. Ya no sabía qué pensar. Incluso los buceadores de la isla habían puesto nombre a la especie. Ya la llamaban el “Tiburón Negro del Atlántico”, y de ėl decían que era muy agresivo y peligroso. También aseguraban que su tamaño debía de rondar los siete y ocho metros, por lo cual necesitaban hacer las inmersiones con jaulas anti tiburones.
La misión científica tenía como propósito adherir a la piel del tiburón un chip de rastreo, para poder seguirlo, tenerlo localizado y ver si había más de su especie y poder así mostrar el hallazgo a la comunidad científica.
-Chicos, habéis comprobado bien la seguridad de las jaulas?- Preguntó Isaac, el jefe de la expedición.
-Sí, jefe, está todo bajo control, y tenemos todo el equipo de buceo preparado para la inmersión- respondió Adriana, una experimentada buceadora.
-Capitán Pablo, avíseme cuanto lleguemos al punto exacto donde se vio al tiburón- Dijo Isaac. -Ya hemos llegado- anunció el Capitán. Ahora les toca a ustedes.
Acto seguido los buceadores se pusieron sus equipos y se metieron en la jaula, bajando a una profundidad de 10 metros. Varios científicos empezaron a echar peces y sangre para poder atraer al tiburón.
En los Díez primeros minutos todo estaba en calma, pero en la jaula a Isaac le pareció ver a lo lejos una gran sombra.
-Chicos hay algo raro a lo lejos- dijo Isaac bastante asustado

  • No te asustes Isaac, es un pequeño tiburón blanco- dijo Adriana bastante seguro de lo que ha
    dicho
    El tiburón se fue acercando más a ellos y Adriana estaba menos segura de lo que decía.
    Isaac se estaba asustando mucho, pero sabía que no les iba a pasar nada porque la jaula es irrompible. En cambio a Pablo el capitán si le podía pasar algo porque estaba arriba sin protección y el tiburón podía saltar en cualquier momento.
    Tuvieron que llamar a Pablo por si le iba a pasar algo.
  • Capi, ¿donde estas?- Isaac
  • ¿donde voy a estar? Pues aquí en el barco con el móvil.- Pablo
  • Ponte a salvo. Estamos viendo a un tiburón que a lo mejor es el peligroso- Isaac
  • Ahora me pongo el buzo y bajo. Prepararme una jaula- ordeno Pablo
    Isaac y Adriana se salieron de la jaula con mucho cuidado para preparar la jaula. Pablo bajo con la jaula y todo a por el tiburón. Se acercaron más y…
    Efectivamente era el tiburón fueron nadando súper rápido a por el tiburón y sacaron todos los datos sobre el tiburón y le metieron en el cuerpo el chip. Se fue con mucho miedo el tiburón a su “guarida” y se escondió ahí. Al día siguiente se subieron al barco y desayunaron comieron y todo en el barco.
    De repente, suena unos pitidos en el mando del chip que le habían puesto en el tiburón. ERA UNA ALERTA ROJA. Se estaba acercando el tiburón.
    Pusieron el barco a el modo remar rápido, el barco fue hasta la orilla y se quedaron ahí por unos días.
    Pasó una semana y decidieron ponerse en marcha otra vez. Antes de irse un señor misterioso les dijo:
  • Hola, ¿no seréis vosotros Isaac, Adriana y Pablo no?- dijo con una voz ronca
  • Si somos ¿porque pregunta eso?- contesta Pablo con mucha sospecha
  • No, por nada, es que soy un pescador y me pareció haber oído hablar de vosotros.- dijo el señor muy tranquilamente
  • ¿De quien oyó usted hablar de nosotros?- saltó Isaac sin casi dejarle terminar
  • No, nadie importante. Bueno yo soy Jaime, tengo 23 años y me gusta mucho pescar por
    donde vais vosotros, ¿podría ir con vosotros?- dijo Jaime – Vale, puedes venir, pero con una condición- dijo Pablo
  • ¿Cual?- Jaime
  • Que no digas nada de lo que vas a ver cuando vayas con nosotros- dijo Pablo Jaime se subió al barco, y ellos fueron buscando a el tiburón por el mar. Llegaron a donde estaba el tiburón y…
    De repente Jaime se le vuelven los ojos a color blanco y empieza a levitar.

– –

¿Jaime? ¿Estas bien?- pregunta Adriana
POR EL PODER DEL OCÉANO , DE LA TIERRA Y DEL CIELO YO IMVOCO A TODOS LOS TIBURONES QUE HAY EN ESTE MUNDO PARA MATAR A ESTAS PERSONA LLAMADAS ADRIANA PÉREZ, ISAAC CISNEROS Y PABLO ORTEGA.- grito “Jaime”
Chicos, chicos, chicos han vuelto a caer en mi trampa. Os he hecho venir hasta aquí para mataros. JAJAJAJAJ que inocentes, de hecho os la habéis tragado entera, no me llamó ni Jaime, ni tengo 23 años, ni soy pescador. Me llamó Izan Vallecillo y he traicionado a todos mis amigos y a todos los que me rodean. Tengo 3456 años porque soy inmortal y solo me pueden matar si me quitan esto(les enseña un colgante rojo de una piedra roja)- dijo Izan

  • No por mucho tiempo vas a estar vivo- susurró Adriana
    Adriana salta sobre Izan y le arranca el colgante. Lo tira al agua, a las aguas profundas y no lo va a coger más en su vida.
    De repente deja de levitar y se cae al océano muerto sin conciencia. Todos los animales caen al agua y siguen su vida tranquilamente, mientras que los tiburones negros se comen a Izan.
    Todos se fueron a casa tranquilos y sin poder hacer más expediciones por el mar, océano… porque les habían puesto una denuncia de poner en peligro a la gente y cosas así.
    Adriana se fue tranquilamente con su padre a casa a descansar y trabajar en la misma clínica dental que el.
    Pablo se jubilo, y por último Isaac terminó haciendo Taekwondo en un academia.
    Pero seguían quedando juntos y todo.
  • FIN.


Espero que hayáis disfrutado. En unos días os cuelgo la última expresión escrita, que coincide con el proyecto de música.

Saludos y nos vemos en la biblioteca.

Alberto.

Escritura creativa de primaria. La expedición a la Antártida.

Hola a todos. Quiero inaugurar el blog de este año con varios trabajos brillantes de alumnos de sexto en una actividad de escritura creativa.

Intento ir cambiando de temática cada vez. En cuanto a prosa, hemos desarrollado estas actividades con trabajos de temática policiaca, espionaje, ciencia ficción, humor, deporte, terror y aventuras.
Tambien hay que mencionar que a la llegada de la primavera lo hacemos con los haikus, que son poesías japonesas de solo tres versos relacionados con la naturaleza.

Hace unas semanas hicimos una expresión escrita llamada ”La expedición a la Antartida” con temática de aventuras.

Quiero colgar aquí seis trabajos de chicos y chicas de sexto que lo han hecho muy bien.

Espero que os gusten tanto como a mi.

Primer relato, escrito por un alumno de 6ºA.

-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Roberto, el jefe de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Eduardo que era el más despistado y que estaba algo alejado revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Husky.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cinco expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros.
Los dos primeros días los pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucía un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta.
Al empezar a preparar el desayuno, Emilio vio que la tienda de campaña de Eduardo estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Eduardo, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistado! – Dijo su compañero Emilio mientras se dirigía a la tienda de Eduardo.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Eduardo no estaba en su tienda.
Todo el mundo se alertó al darse cuenta de aquel suceso y buscaron en la tienda pero solo encontraron su móvil lleno de una sustancia roja misteriosa.
Decidieron seguir esa pista que estaba en la tienda, pero de repente una tormenta de nieve masiva les tragó por completo al segundo. Pero esa nieve no parecía normal, tenía un olor extraño y la textura era también muy rara como si fuera nieve artificial.
Los cuatro se refugiaron juntos en la tienda de Eduardo, pasados unos minutos la tormenta cesó y salieron a investigar la desaparición de Eduardo, pero sus perros huyeron así que tendrían que andar por la fría Antártida. Caminaron en el sentido contrario al de la tormenta cuando Sara encontró un pequeño generador de nieve el cual tenía una huella dactilar que decidieron escanear. Cuando se terminó de escanear, las huellas que había allí pertenecían a una persona llamada Rick Houston el cual es conocido por ser el auténtico creador de la nieve artificial que actualmente está muerto. Rick murió por asesinato y sus últimas palabras fueron: Me vengaré R…
Por lo que Rick no pudo haber puesto ahí el generador.
-Entonces, quien lo puso seguramente uso guantes o alguna cosa para taparse las huellas dactilares- Afirmó Emma mientras preparaba algo de comer.
Después de comer, siguieron con la búsqueda de Eduardo.
Roberto encontró una cueva que decidieron investigar, mientras exploraban la cueva escucharon un rugido extraño y avistaron unos ojos rojos en la oscuridad. Roberto, Emilio, Sara y Emma empezaron a correr para salir de la cueva lo antes posible.
Cuando salieron continuaron con la búsqueda de Eduardo cuando de repente uno de los walkie talkies empezó a emitir un sonido raro que se fue disipando con el tiempo hasta que se escuchó la voz de Eduardo que decía: ayudadme, me han encerrado en…
Cuando la transmisión se cortó, supieron que Eduardo seguía vivo.
Cuando reanudaron su búsqueda, otra tormenta de nieve más masiva y violenta que la anterior se avecinaba. Cada vez la tormenta estaba más cerca cuando Emma les empujó a todos dentro de otra cueva ligeramente más pequeña que la anterior y bastante más fría.

-¡Me estoy congelando!- Exclamó Roberto.
-Yo también- dijo Sara.
-¡Dejad de quejaros!- Gritó Emilio
Entonces, una voz misteriosa dijo: ¡Chicos! Ayudadme, me han encerrado en el fondo de esta cueva. Los cuatro caminaron hasta encontrar a Eduardo con un brazo cortado y chorreando sangre.
En ese momento Emma saca su botiquín de emergencia y le venda a Eduardo lo poco que le queda de brazo. Después Roberto saca un cuchillo y mata a Eduardo.
Emma se fija en los guantes de Roberto y se lo quita rápidamente y examina las huellas dactilares de la parte exterior del guante, que resultan idénticas a las de Rick Houston.
-Tu mataste a Rick y le robaste sus guantes para poner la máquina de nieve artificial sin que nadie se diera cuenta.- dijo Sara.
-Es cierto, pero que vais ha hacer al respecto.- dijo Roberto que estaba lleno de sangre.
En ese momento Emma sacó su navaja multiusos y antes de que se diera cuenta se la clavó a Roberto, quién murió poco después.
Emma, Emilio y Sara llamaron para que fueran a rescatarles.
Fin


Segundo relato, es rito por una alumna de 6ºC.

-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Roberto, el jefe de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Eduardo que era el más despistado y que estaba algo alejado revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Husky.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cincos expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros.
Los dos primeros días los pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucía un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta.
Al empezar a preparar el desayuno, Emilio vio que la tienda de campaña de Eduardo estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Eduardo, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistado! – Dijo su compañero Emilio mientras se dirigía a la tienda de Eduardo.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Eduardo no estaba, enseguida se fue a la tienda de campaña de Roberto pero él ya se había dado cuenta de que Eduardo había desaparecido y Roberto ya había salido a buscarle. Entonces Emilio se apresuró para avisar a los demás.
-¡Chicos! Eduardo a desaparecido y Roberto se fue ha buscarlo y todavía no ha vuelto. – Exclamo Emilio preocupado.
-¡Cómo! Tenemos que encontrarles ya. – Exclamo Adriana muy preocupada.
-La Antártida es muy peligrosa por las tormentas pero hoy se supone q no iba a ver tormenta no hay de que preocuparse. – Dijo Emilia no muy preocupada.
-No nos referimos a eso, Roberto nos dijo que la Antártida no es solo peligrosa por eso, dicen que hay criaturas aterradoras por eso, Roberto no quería alejarse mucho ayer. – Dijo Emilio un poco más tranquilo.
-¿Acaso vosotros os creéis esas historias tontas? – Dijo Emilia entre risas.
-Vale te haremos caso pero si les pasa algo es todo tu culpa. – Dijo Adriana enfadada mientras se iba a desayunar.
Pasaron las horas y Roberto volvió manchado de sangre y sin Eduardo. -¡Que a pasado Roberto! – Exclamo Emilia impresionada.
-No se… estaba buscando a Eduardo y lo vi muy herido en el suelo lo fui a ayudar pero cuando estaba curándole las heridas y una criatura aterradora apareció y yo tuve que salir corriendo – dijo Roberto sin ninguna expresión.
-Mmmm ya bueno iremos a investigar para ver cómo Está Eduardo. – Dijo Emilio sospechando de Roberto.
-Vale, yo me quedaré aquí con Roberto. – Dijo Adriana.
Emilio y Emilia fueron haber donde estaba Eduardo. Caminaban y Caminaban pero nada no le encontraban hasta que…
-¡Emilia! Mira ven, creo que he encontrado algo. – Dijo Emilio.
-¿Que pasa Emilio? – Dijo Emilia.
-Mira es un rastro de sangre – Dijo Emilio Sorprendido
Los dos, tanto Emilia, como Emilio, siguieron el rastro de sangre y por fin encontraron a Eduardo.

Los dos se alegraron pero la alegría se esfumó de sus rostros cuando vieron que Eduardo su amigo estaba tirado en el suelo muerto.
-Esta muerto… – Dijo Emilia con tristeza.
-¡Que! No, no no puede ser. Era mi mejor amigo era un poco despistado pero lo era. – Dijo Emilio con tristeza
-Bueno al menos lo llevaremos al campamento y lo enterraremos allí… – Dijo Emilia -Si, será lo mejor… – Dijo Emilio con tristeza
Los dos se dirigieron con Roberto y Adriana, pero cuando llegaran allí les esperaría una sorpresa grande y sorprendente pero no agradable ni mucho menos bonita.
-Ya estamos aquí Rober- ¿Que le ha pasado ha Adriana? – Dijo Emilio Asustado.
-Tú le mataste verdad, tu mataste a Eduardo y ahora has matado a Adriana… – Dijo Emilio enfadado.
-Si, es cierto yo los maté a los dos. – Dijo Roberto.
-Si el los mato como yo te voy a matar a ti. – Dijo Emilia
Emilio corrió todo lo que pudo, corrió durante días, pero como no tenía ni agua ni comida murió deshidratado. Pero justo antes de morir se dio cuenta de que Roberto se inventó esas historias para no ir muy lejos del campamento y así poder matarnos a todos. También, se dio cuenta de que Eduardo por muy despistado que fuese se había enterado de que Roberto quería matarnos, junto a Emilia su cómplice por eso fue el primero en morir. Triste y débil cerró los ojos… y murió.
FIN.

Tercer relato, de un alumno de 6ºA, que ha dividido el relato en tres capítulos.

Capítulo 1
-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Roberto, el jefe de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Eduardo que era el más despistado y que estaba algo alejado revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Huskie.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cincos expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros. Las dos primeros días las pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucia un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta. Al empezar a preparar el desayuno, Emilio vio que la tienda de campaña de Eduardo estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Eduardo, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistado! – Dijo su compañero Emilio mientras se dirigía a la tienda de Eduardo.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Eduardo no estaba…
Vivo. Los Huskie se lo comieron porque a Eduardo no les dio de comer durante 2 días y los aullidos de los alrededores de la montaña hizo que se lo comieran. Los Huskie se giraron a Emilio para apartarlo de su comida, y Emilio salió chillando de la tienda de Eduardo despavorido. Los demás chicos salieron a ver que pasaba, y se encontraron a Emilio con una cara horrorizada. -¿Emilio, Emilio, que sucede? ¿A qué viene esa cara?- Preguntó Roberto-
-¡Los Huskies de Eduardo se han comido vivo a Eduardo!- Contestó Emilio-
Roberto no se lo creía, porque pensó que Emilio se habría despertado con una pesadilla igual que otra… pero cuando llegó a la tienda de Eduardo…
-¡Dios mío!- Mientras Roberto también se horrorizaba, Emilio sacó su navaja e intentó apuñalar a los Huskie, a uno si le consiguió matar, pero el otro escapó malherido.
Capítulo 2
-Tenías razón Emilio… pobre muchacho, nunca espabilaba…-
Lucas y Salemón, que son los otros dos muchachos de la expedición, se levantaron tras la horrible escena, y se acercaron a la tienda de Eduardo y se encontraron con lo sucedido.
-Que es lo que suce… Hay Dios…- Dijo Lucas-
Todos sabían que no había que dejarle dormir solo. Y continuaron la expedición.
Llegaron a una casa con una mini caravana, la que parecía no estar abandonada. Los cuatro muchachos cogieron sus pistolas para osos que llevaban cloroformo para noquear a cualquiera que sea disparado con ella. Entraron y se encontraron don un laboratorio de Metanfetamina y Cocaína. Y en otro cuarto se encontraron con un porrón de Marijuana.
Los chicos tomaron allí un descanso para aliviar el miedo. Pero a la vez estaban nerviosos si se encontraban a la gente que vivía allí. Estuvieron hablando sobre la expedición y que deberían abortarla. Saliendo de la casa, entraron los dueños con dos rifles de caza con ciervos muertos para desayunar. Nuestros protagonistas, se escondieron cada uno a una esquina de la casa, Roberto, el líder, se escondió tras la puerta de la entrada para atacar primero. Salemón, tras un armario. Lucas, debajo de la mesa. Y Emilio, al otro lado de la puerta para atacar junto a su jefe, Roberto.
Los dos desconocidos cocineros de droga, entraron por la puerta y nada más abrirla, vieron a Lucas debajo de la mesa y le apuntaron con el rifle apunto de apretar el gatillo para que nuestros dos héroes, Roberto y Emilio les atacaran a puñetazos y se liara un tiroteo en aquella casita. -¡CORRE EMILIO, HAY QUE ATRINCHERARNOS!- Chilla Roberto
LOS DOS CORREN HACIA DONDE ESTÁ LUCAS PARA TIRAR LA MESA Y HACER UNA TRINCHERA.
Cogen sus armas para atacar y ¡disparan a Roberto!
-Emilio, si no salgo de esta, tú serás el encargado en dirigir el equipo. Serás el capitán- Dice con dolor Roberto-
-Pero señor, YO NO PUEDO ENCARGARME DE LOS MUCHACHOS- añade Emilio-
Roberto coge una escopeta que tenían atrás y se lanza hacia los enemigos y les dispara 3 veces, pero Roberto se llevó 8 disparos al pecho. -NOOOOOOOOOOOOOO- GRITAN TODOS-

Capítulo 3
Los 3 chicos salen de la casita toda agujereada y se encuentran con unos lobos aullando. Como es de esperar, salen los 3 corriendo hacia las tiendas de campaña para recoger todo y llamar a un helicóptero a que les recoja.
-¡Tardaremos toda la noche en llegar, podéis aguantar!- Dicen en la radio-
-Como puede ser!- dicen todos
Aguantaron toda la noche gracias a los rifles de los desconocidos y llegó el helicóptero a por ellos la mañana siguiente.
Ha sido un terror para los muchachos.
Fin.

A continuación vienen tres relatos de chicas de sexto A:

-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Roberto, el jefe de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Eduardo que era el más despistado y que estaba algo alejado revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Huskie.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cincos expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros. Los dos primeros días las pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucia un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta. Al empezar a preparar el desayuno, Emilio vio que la tienda de campaña de Eduardo estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Eduardo, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistado! – Dijo su compañero Emilio mientras se dirigía a la tienda de Eduardo.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Eduardo no estaba….
Emilio fue corriendo a decírselo a Roberto.
-¡Roberto! Eduardo no está en su tienda.- Dijo Emilio.
-como no va a estar, hombre ¿estás seguro de que has mirado bien?- Respondió Roberto
-Si, de verdad ¡hay mucha nieve en su tienda!- Dijo Emilio preocupado
-¡No puede ser! Le necesitamos para esto, tendremos que llamar a emergencias.- Respondió Roberto preocupado.
Roberto estaba llamando con su teléfono móvil a emergencias, pero no había cobertura.
-Oh no, ¡Emilio no tenemos cobertura!- Dijo Roberto.
Con los gritos, se despertó Ana, la enfermera del grupo.
-¿Que pasa chicos?- dijo Ana.
-¡Eduardo no está!- Respondió Roberto muy alterado.
-¡No puede ser! ¿Que le ha pasado?- Preguntó Ana
Cuando Despertó el otro integrante del grupo, Alberto. Le contaron todo y estuvieron un buen rato buscando por la zona.
Ya era muy tarde, y no les iba a dar tiempo a llegar a la siguiente zona de acampada que habían acordado. Claramente no pueden ir por la noche, porque es muy peligroso.
Emilio, al que solo le importa el dinero les dijo a los integrantes:
-A nosotros nos pagan por esto, tenemos que hacerlo antes de que se acaben las tres semanas- -Emilio, ¿En serio solo te importa eso?-
Dijo Ana, muy defraudada.
Todos los integrantes se quedaron callados mientras Ana y Emilio se miraban a los ojos.
Ana y Emilio se pusieron a discutir, gritándose muy enfadados.
-¡Chicos parad ya!- Dijo Roberto.
-Al final Emilio tiene un poco de razón, llevamos mucho tiempo buscándole y hay que terminar la expedición. No por dinero, si no porque antes de que se acabe el tiempo hay que terminarla, y hemos perdido ya dos días enteros.- Dijo Eduardo para intentar calmar la situación
-Está bien… Seguiremos con la expedición, sin un integrante.- Respondió Ana
-Si pero hoy ya vamos a dormir, no podemos salir ahora, se nos hará de noche y es peligroso.- Dijo Alberto.
-Si, será mejor que durmamos…- Respondió Ana
Al día siguiente, cuando despertaron, se pusieron en marcha. Todos muy dolidos comenzaron la expedición. Iban caminando por los fríos caminos marcados, que tenían para no perderse.
Pero no se percataron de algo, Eduardo había desaparecido pero sus pertenencias también, lo que significaba que el las había cogido.
Alberto se dio cuenta rápidamente y les dijo a los integrantes
-Chicos una cosa, si las cosas de Eduardo no están, significa que el se las ha llevado-
-Es verdad- Respondieron todos.
-Sigo preguntadome que le habrá pasado- Dijo Roberto
-Todos nos preguntamos eso- Respondió Ana
Mientras tanto, Emilio seguía callado.
Unas horas después todos seguían pensando en ello, menos Emilio el que solo estaba preguntando cuánto quedaba.
-Chicos creo que hemos llegado al destino, pero ¿que es eso?- Dijo Alberto
Todos se quedaron mirando aquella escena, donde un monstruo lleno de trozos de hielo, que parecían cristales, estaba devorando a Eduardo. Todos salieron corriendo cuando Roberto tropezó. Alberto y Ana intentaron ayudarle, pero no pudieron.
Emilio iba muy rápido pero no se dio cuenta de que había un acantilado, y se cayó.

Iba todo fatal y cuando estaban corriendo Ana y Alberto, el monstruo los atacó por detrás y los devoró…

Otro más:

-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Roberto, el jefe de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Eduardo que era el más despistado y que estaba algo alejado revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Huskie.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cincos expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros. Las dos primeros días las pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucia un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta. Al empezar a preparar el desayuno, Emilio vio que la tienda de campaña de Eduardo estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Eduardo, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistado! – Dijo su compañero Emilio mientras se dirigía a la tienda de Eduardo.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Eduardo no estaba….
Le buscó por segundos, minutos, horas… No le encontraba, y se empezó a preocupar de verdad. -¡Chicos! ¿Habéis visto a Edu? – Dijo Emilio.
-¿No era que seguía dormido? – Dijo Samantha, sin saber que pasaba.
-Eso pensaba yo, pero ni rastro hay en su tienda. – Dijo Emilio.
-¿Qué pasa? – Llegó Roberto con cara de pozos amigos.
-No encontramos a Eduardo, y no sabemos qué hacer. – Dijo Millie
-Vamos a buscar a Eduardo, la expedición queda cerrada hasta que encontremos a Eduardo. – Ordenó Roberto después de pensar.
La búsqueda comenzó al instante. Llamaron a central y consiguieron más gente para buscar e investigar que había sucedido.
-Haber, nos dividiremos en 4 grupos de 5 personas. Millie, Samantha, Ainhoa, Eddie y Richie, sois el primer grupo y os dirigiréis al norte. – Dijo Roberto
-¿Con Eddie? ¿En serio?- Dijo Richie
-Cállate Richie. – Dijo Eddie mirando a Richie.
-Emilio, Daniel, Ben, Billy y Dan. Vosotros sois el segundo grupo e iréis al sur. Alejandra, Martín, Lucas, Anastasia y Lara, vosotros sois el tercer grupo e iréis al este. Laura, Amanda, José, Oscar y Mario, sois el cuarto y último grupo e iréis al oeste – Dijo Roberto.
Después de formar grupos y dispersarse, empezaron a buscar sin descanso. Varios días después, se volvieron a reunir todos sin aún pistas de Eduardo.
-¿Nadie tiene pistas de nada? – Dijo Roberto.
-Si, nosotros tenemos una, pero creemos que es insignificante. – Dijo Samantha
-¿Cuál es? – Preguntaron a la vez Billy y Dan.
-Fuimos donde nos pediste, y encontramos una cueva con huellas la cual decidimos investigar. Encontramos palos y marcas en las paredes, parecían garras, pero no estamos seguros. – Explicó Eddie.
-¿Aún sabéis donde está la cueva? – Preguntó Amanda
-Si, decidimos hacer unas marcas las cuales indicarían el camino. – Respondió Millie
-Perfecto. Mañana nos trasladáremos a la cueva. – Anunció Roberto.
A media noche, Emilio escuchó un ruido y decidió seguir el sonido. Permaneció caminando unos 30 minutos, hasta dar con dicha persona la cual reproducía ese ruido. Se acercó a esa persona, y cuando la tenía en frente, quedó congelado. Era un ser, de pelaje largo y grisáceo, con una grande boca que contenía grandes y afilados dientes. El ser medía como mucho 3,09 metros, tenía unas grandes manos de las que unas enormes garras surgían. Emilio no pudo reaccionar, hasta que simplemente, se desvaneció…
-¡Jefe, jefe! – Exclamaba Mario con inquietud mientras sacudía a Roberto. -¿Que sucede? – Dijo Roberto con los ojos entre abiertos.
-¡Emilio! ¡No está! – Dijo Dan.
-¿Que Emilio qué? – Saltó Roberto de la cama.

-¡Todos arriba! ¡Comienza una búsqueda en condiciones! – Gritó Roberto mientras daba palmadas para levantar a su equipo.
-Jefe, deberíamos ir a buscar a la cueva. – Sugirió Martín.
-Es lo que haremos, no te preocupes. – Respondió Roberto.
Pasaron las horas, y al fin llegaron a su destino. La cueva en la cual había una pequeña pista de lo que podría haber sucedido. Caminaron con sus linternas alumbrando el camino, hasta que llegó el momento en el que se tuvieron que separar.
-Tenemos que separarnos…- Dijo Eddie con miedo
-Pero Eddie, ¿tú estás bien? ¿No ves pelis de miedo? Siempre se separan y todos mueren, me niego a separarnos. – Dijo Richie.
-Callaos. – Dijo Roberto molesto – Vamos todos por el mismo camino, y chitón.
Al adentrarse, cada vez el color azul transparente que tenía la cueva naturalmente, se transformaba en rojo sangre desagradable, lo que hacía que nuestro grupo se inquietase. Llegaron al hogar de aquella persona, más bien monstruo. El monstruo giró su cabeza y reaccionó al instante, fijó su mirada en Eddie y se lanzó a por él. El monstruo empezó a arañarlo y morderlo sin descanso. Consiguieron apartarlo de Eddie y matarlo, pero Eddie aún seguía dolido. -¡Eddie! Eddie, Eddie, vamos tío contesta. – Repetía Richie.
-Richie, no creo poder seguir adelante. – susurraba Eddie con la mirada apagada.
-Venga colega, seguro que sí. – Intentaba animar Richie.
-No Richie, no. Moriré poco tiempo después de salir de la cueva. – Miraba Eddie a Richie. – Richie, hazme un favor
-¿Si? – tartamudeaba Richie mientras que sus ojos se encharcaban.
-Dile a mi madre que la quiero. – Fueron sus últimas palabras.
Los exploradores volvieron cada uno a sus casas a intentar olvidar lo sucedido, pero creo que esta aventura será imposible de olvidar.
FIN

Y por ultimo, pero no por eso ni mejor ni peor que los demas.

-¿Habéis revisado ya todo el equipo, chicos? – Dijo Sandra, la jefa de la expedición.
Todos contestaron que sí, menos Ainara que era la más despistada y que estaba algo alejada revisando las correas de su trineo y los arneses de los perros Husky.
Media hora después, a las siete de la mañana se pusieron en camino los cincos expedicionarios cada uno en su trineo tirado por cuatro perros. Los dos primeros días los pasaron sin ninguna dificultad, el cielo estaba claro, no hacia viento y lucia un tenue sol, lo que hacía más fácil la ruta. Al día siguiente, al empezar a preparar el desayuno, Alex vio que la tienda de campaña de Ainara estaba abierta y había entrado bastante nieve.
-Ainara, se te ha metido nieve en la tienda y ni te has enterado. ¡Serás despistada! – Dijo su compañero Alex mientras se dirigía a la tienda de Ainara.
Su cara cambió de expresión cuando vio que Ainara no estaba….
Empezó a buscarla por todas partes. Mientras, Sandra estaba en su tienda de campaña, cuando empezó a escuchar ruidos, ruidos muy fuertes, se alteró mucho y empezó a gritar, -¡¿Ainara eres tú?!
Alex la escuchó y enseguida corrió a la tienda de Sandra. Al llegar preguntó que si Ainara estaba ahí, pero Sandra le dijo que lo único que había escuchado eran unos ruidos muy fuertes, y no sabía nada de Ainara.
Sandra vio uno de los mapas que llevaban tirado en el suelo ¡era el de Ainara!. Alex, empezó a recoger sus cosas y le dijo a Sandra, que también lo hiciera.
-¡Mira!, mira las marcas … Alex se dio cuenta de que el mapa de Ainara estaba rajado por lo que parecían las garras de algún animal.
-¡Seguramente la ha atacado alguna fiera!, -Tenemos que ayudarla -dijo Alex. Sandra le afirmó con la cabeza mientras escuchaba ruidos a lo lejos. Decidieron coger los trineos e investigar mientras el resto de la expedición permanecería en las tiendas por si Ainara regresaba.
Iban a toda prisa , los huskys parecía que volaban por encima de la nieve y Sandra y Alex cada vez estaban más preocupados. De pronto les sorprendió una tormenta. Nevaba con muchísima fuerza y casi no alcanzaban a ver uno el trineo del otro. En un segundo se escuchó un gemido, eran dos de los huskys ,su arnés se había soltado del trineo de Sandra y salieron corriendo en otra dirección.
-¡Max, Byron deteneros !- gritaba Sandra a sus perros , pero éstos no obedecían. Alex se dió cuenta y decidió ir en busca de los huskys, no podían perderlos sino el trineo de Sandra no avanzaría.
Sandra se quedó parada en mitad de la tormenta y decidió esperar a que Alex regresara aunque no tenía muchas esperanzas de volver a recuperar a sus perros.
Alex seguío el rastro de los huskys, hasta que desaparecieron las huellas en lo que parecía un agujero enorme en mitad de la nieve. Se bajó del trineo y decidió inspeccionarlo.
Efectivamente allí se encontraban los perros, en una especie de cueva cavada en la nieve. Cuando se dirigió hacia ellos , no podía creer lo que veía ¡era Ainara!, estaba tirada en suelo y la ropa llena de sangre. Los perros habían seguido su rastro. Intentó despertarla y ésta tardó un poco en reaccionar pero finalmente abrió los ojos y se alegró de verle.
-¿Ainara estás bien?¿Qué te ha pasado?-preguntó Alex.
-Escuche ruidos muy fuertes cuando estábamos en las tiendas de campaña, salí fuera para ver qué sucedía y un gran oso polar me golpeó en la cabeza.-contestó Ainara.
En ese momento, decidieron irse rápidamente para reunirse con Sandra, que se había quedado atrapada en mitad de la tormenta.
Finalmente, los tres estaban juntos. Engancharon de nuevo los arneses de los huskys al trineo de Sandra y decidieron volver. Cuando llegaron se llevaron una sorpresa, dos pequeñas crías de oso polar asomaban la cabecita por una de las tiendas. Parecían hambrientas por lo que seguramente la madre fue la que atacó a Ainara para alimentarlas.
En ese momento y sin dudarlo decidieron acabar su expedición y poner rumbo a casa ya que si permanecían allí un segundo más corrían un gran peligro.

FIN.

Espero que hayais disfrutado con la lectura. Nos vemos en la biblioteca.

Lectura de quinto. “Mima, Robot y el Libro mágico”.

Hola a todos. En este tercer trimestre estamos leyendo a través de la aplicación de Edelvives Ta-tum el libro “Mima, Robot y el Libro mágico” de la escritora Montserrat Galicia. Se trata de un libro de aventuras en el que vamos a poder trabajar el amor, la amistad y la familia.

Mima vive con Robot en un cabaña de la ribera de un río. Su vida allí discurre tranquila hasta que llega el día en el que cumple nueve años. A la mañana siguiente, emprenderá un viaje en barca, río arriba, con Robot, su tío Onofrio y su perra Bolita. En su equipaje lleva un objeto muy especial, un libro mágico que le han regalado. Vivirán aventuras que espero hagan disfrutar a nuestros alumnos de principio a fin.

Espero que os guste. Saludos a todos, y nos vemos en la biblioteca.

Alberto.

Lectura de sexto de primaria. “Los días de Yucatán”.

Hola a todos. Una vez hemos comenzado el tercer trimestre, hemos empezado a leer en sexto de primaria la novela de aventuras “Los días de Yucatán”, de la escritora Sagrario Pinto.

Antes de la lectura nuestros jóvenes lectores deben investigar un poco de las costumbres, la gastronomía e historia de este fascinante lugar.

En cuanto a la lectura, puedo adelantar que Martin, el protagonista viaja a México con sus padres. Allí, en el Yucatán deberá resolver un misterio sobre un antiguo códice maya.

Martín hace nuevos amigos con quienes descubre la cultura mexicana, su gastronomía, los grandes templos, etc. todo el,o envuelto en un misterio que los niños deberán descifrar.

Los alumnos de sexto van a disfrutar esta primavera con su lectura.

Saludos. Alberto.

Tercer libro de lectura de quinto de primaria.

Hola a todos. Voy a hablaros de los libros de lectura de quinto de primaria a través de Tatum, herramienta de Edelvives que convierte las tablets en libros electrónicos.

Hemos terminado “El doctor Néctor y el misterio en el museo romano, el segundo libro de lectura de quinto de primaria. Los alumnos han realizado sus pesquisas y el caso ha quedado cerrado.

Tras esto, hemos comenzado la lectura y pesquisas del tercer libro, que se llama “Los días de Yucatán” de la escritora talaverana Sagrario Pinto.

Se trata de una divertida historia donde valores como la igualdad entre géneros cobran un papel relevante, con un misterio que resolver.

Martín, un niño español hijo de unos arqueólogos, viaja con sus padres a Méjico para resolver un misterio sobre un antiguo códice maya. En Yucatán, Martín hace nuevos amigos y descubre la riqueza de la cultura y la gastronomía mejicana.

Llevamos unos pocos capítulos leídos y los alumnos detectives están ya muy metidos en la historia y  piden constantemente que se publiquen nuevas pesquisas para resolver el caso.

Espero que os haya gustado, casi tanto como a los niños y niñas de quinto.

Saludos y nos vemos en la biblioteca. Alberto.

 

Lectura de sexto de primaria con la tablet

Hola a tod@s de nuevo.

Hace bien poco hablé de la lectura de los alumnos de quinto de primaria con la tablet, a través de la aplicación ta-tum de edelvives. Hoy vamos a ver la lectura de los veteranos de sexto, quienes el año pasado ya estuvieron todo el curso con esta aplicación y su sistema de pesquisas.

El libro que hemos empezado a leer este primer trimestre es “El cementerio del capitán Nemo” del escritor mallorquín Miquel Rayó, premiado con el XV Premio de literatura infantil Ala Delta de 2004.

Miguel, el protagonista es un niño quien gracias a su abuelo descubre los libros de aventuras, el mar, la pesca, los pájaros, los fósiles y muchas historias y leyendas junto al Mediterráneo. Necesita varios veranos para sacar a la luz el oculto cementerio del Capitán Nemo.

Iremos leyendo el libro y realizaremos las pesquisas oportunas en la web de ta-tum para desenmarañar el caso.

Saludos. Alberto.

 

 

Nuevos libros de aventuras para ESO y Bachillerato.

Hola a todos.

Hoy quiero dar a conocer el alta en la biblioteca de una nueva colección de libros de aventuras para alumnos de secundaria y bachillerato. Se trata de obras completas de libros clásicos, es decir, tal cual lo escribieron los autores. La mayoría de ellos nos han llegado acortados en forma de cuento o de película.

Son una colección del periódico El País muy completa y que personalmente, me ha hecho replantearme las lecturas que tengo previsto leer este verano.

Os pongo una pequeña muestra de uno cuantos títulos muy atractivos:

Los tres mosqueteros.

La máquina del tiempo.

El hombre invisible.

La quimera del oro

Flecha Negra.

El fantasma de Canterville.

Colmillo Blanco.

Las aventuras de Tom Sawyer.

Moby Dick.

Las alegres aventuras de Robin Hood.

Miguel Strogoff.

La vuelta al mundo en 80 días.

Sandokan…

…y un largo etcétera.

En definitiva, si ya de por sí la oferta era amplia, con estos nuevos libros he tenido que empezar la tercera estantería de literatura de aventuras en la sección de los más mayores, pasando de los 130 libros.

Están disponibles a todos aquellos a los que les haya picado el gusanillo de la literatura de aventuras. Ya sabéis dónde encontrarlos.

Saludos y nos vemos en la biblioteca. Alberto.

 

Novelas de “Los siete secretos” en la biblioteca Vegasur

Hola a todos,

Hoy me gustaría hablaros de una saga de chicos y chicas detectives llamada “Los siete secretos” y escrita por la genial escritora inglesa Enyd Blyton, autora además de muchas más sagas entre la que se encuentra “Los Cinco”. Sus libros más importantes están escritos entre 1940 y 1963, unos años antes de fallecer. Es autora de 762 obras de literatura juvenil.

“Los Siete Secretos”, también conocidos como “El Club de Los Siete Secretos” (título original “The Secret Seven o Secret Seven Society”), es una colección de libros publicados entre los años 1949 y 1963 en los que un grupo de chicos y chicas detectives resuelve casos. Como podemos comprobar, guarda muchas similitudes con “Los Cinco”. Este grupo está compuesto por Peter (el jefe del Club), su hermana Janet y sus amigos y compañeros de colegio Jack, Bárbara, Jorge, Pamela y Colin. Siempre les acompaña Scamper, el perro de Peter y Janet. También aparece a menudo Sussie, hermana de Jack, que odia al Club y siempre está maquinando cómo poder humillarles. Sussie probablemente tiene unos inmensos deseos de ser admitida en el Club, pero parece que Enyd Blyton no se compadeció de este personaje.

Los quince títulos en orden cronológico son los siguientes:

En la biblioteca del Colegio Vegasur tenemos bastantes ejemplares de estos detectives adolescentes, que seguro van a hacer las delicias de los alumnos y alumnas de últimos cursos de primaria y secundaria. Tienen todos unas 120 páginas, por lo que su lectura se hace muy amena y entretenida.

A parte de estos libros, tenemos unos cuantos más de otras sagas y novelas sueltas que escribió. Si os parece bien otro día hablamos de ellas.

Saludos y nos vemos en la biblioteca. Alberto

Nuevos libros de “Elige tu propia aventura” en la biblioteca.

Hola a todos,

Recientemente hemos recibido diez nuevos libros de elige tu propia aventura que estoy seguro que van a ser muy bien recibidos por nuestros alumnos de los últimos años de primaria, dado que suelen elegir estos libros muy a menudo en los préstamos para lectura en casa.

Los títulos son:

  • El abominable hombre de las nieves.
  • Hasta el infinito y más allá.
  • Peligro en casa.
  • A toda velocidad.
  • La fuga.
  • Perdido en el Amazonas.
  • Problemas en el Planeta Tierra.
  • Guerra con el demonio.
  • El secreto del ninja.
  • Regreso a la atlántida.

Ya sabéis, tenéis diez nuevos libros emocionantes para llevar a casa.

Saludos y nos vemos en la biblioteca. Alberto.

Escribimos nuestro “Elige tu propia aventura”. Libro de aventuras de 5º C

Hola a tod@s.

La semana pasada os informé de la actividad que estamos haciendo con nuestros chicos y chicas de quinto de primaria de escribir nuestros propios libros del estilo “Elige tu propia aventura”. Hubo dos clases que eligieron aventura de terror. En el caso de 5ªC eligieron realizar un libro de aventuras.

Para ello tuve que escribir el principio del libro. El resultado fue este:

Historia de Aventuras.

Eres un joven científico. Te graduaste brillantemente en Física nuclear hace ya unos cuantos años y hace un tiempo que trabajas en un departamento secreto del gobierno que ha reclutado a los mejores científicos del país. Sois un grupo reducido de investigadores que estáis inmersos en un proyecto ultra secreto que intenta fabricar una máquina del tiempo en unas instalaciones secretas cerca de la costa. Es tan secreto que no conoces los nombres reales de los demás integrantes del grupo, os han puesto un nombre ficticio a cada uno. A ti te han asignado el nombre de “Alex”, y trabajas codo con codo con otra joven científica cuyo nombre asignado es “Carol”. El grupo lo completan tres científicos más de cincuenta años que intentan dejaros los trabajos más fáciles y se creen mejor que los demás. La jefa “Adriana” es la científica más inteligente y capaz que has visto en tu vida y es una gran coordinadora de equipo.

Juntos lleváis más de un año en ese proyecto y estáis realizando muy buenos progresos, pero todavía no habéis dado con la tecla definitiva. Desde las altas esferas del departamento os están metiendo prisa a vuestro equipo. Lamentablemente llega el verano y “Carol” y tu os vais de vacaciones sin poder hacer avances importantes.

Pasas las merecidas vacaciones de tres semanas en la playa, donde has podido desconectar completamente. A la vuelta de vacaciones, en el primer día de trabajo, cuando apenas has entrado en el laboratorio y te has encontrado con “Carol” que estaba encendiendo su ordenador portátil, entra por la puerta “Adriana”, tu jefa, muy nerviosa.

“Adriana” os cuenta de manera atropellada que no se tomó sus tres semanas de vacaciones y que se quedó trabajando en el laboratorio, de manera que ha podido avanzar mucho en el proyecto. Trabajó tanto y estuvo tantas horas diarias en el laboratorio que ha logrado hacer avances con los neutrones y protones, de manera que ha logrado hacer viajar en el tiempo un minuto a un ratón de laboratorio.

“Carol” y tú no os lo podéis creer. De ser cierto y si hacéis un viaje en el tiempo con un ser humano va a ser el acontecimiento científico más importante de la Historia.

“Adriana” os cuenta que todavía está todo en fase de pruebas y que hay que seguir haciendo muchos experimentos con los ratones, puesto que hay mucho desfase en el tiempo del viaje. Os explica que las pruebas que ha realizado, siempre han sido hacia delante en el tiempo, puesto que se trata de ratones, no de humanos, quienes sí podrían atestiguar haber viajado hacia atrás en el tiempo una vez hubieran vuelto de su viaje.

El mayor problema es que si programas el viaje para un minuto, el ratón nunca está viajando ese minuto, sino que a veces viaja sólo unos segundos y otras veces aparece varias horas más tarde. “Adriana” dice que todos los esfuerzos se tienen que centrar en averiguar por qué existe esa diferencia de tiempo.

Tanto “Carol” como tú os quedáis completamente alucinados. Ya estáis deseando que os explique todos los avances y cómo funciona la máquina. Estás deseando meter a un ratón y apretar tú el botón, cosa que “Adriana” no os dejaría hacer si no está ella presente supervisando todo.

Semanas después, una vez habéis hecho varios ensayos y ya sabéis cómo funciona la máquina del tiempo, Durante un almuerzo, cuando estás sólo con “Carol” comentas la posibilidad de intentar hacer una prueba sin que vuestra jefa “Adriana” se entere. Ella se muestra entusiasmada y quedáis en reuniros esa misma noche a las diez de la noche, hora en la que ya no queda nadie en el laboratorio.

Dicho y hecho, a las diez de la noche os encontráis “Carol” y tú delante de la máquina. “Carol” comenta que está convencida de que si intentáis hacer un viaje hacia el pasado, la máquina funcionaría, pero como “Adriana” no se ha atrevido a realizar ninguna prueba con humanos, no podéis demostrarlo. Comentas que tú también estás convencido y que llevas una semana pensando en el tema, aunque también sería muy interesante para un científico intentar hacer un viaje para conocer cómo va a ser la vida y la ciencia en el futuro.

Estás haciendo las últimas comprobaciones, ahora tenéis que pensar hacia qué época queréis viajar, si hacia el pasado unos muchos años, o bien sólo unos cuantos años por si no funcionara bien del todo. También podéis ir hacia el futuro unos cien o doscientos años para ver cómo va a ser todo.

Dado que vais a entrar los dos en la máquina, debéis decidir entre los dos a qué época viajar.

Si decidís viajar muchos años hacia el pasado, pasa a la página XXX (Historia de viajero explorador).

Si queréis viajar sólo unos años hacia atrás, pasa a la página XXX (Historia de piratas).

Si bien decidís viajar hacia el futuro, pasa a la página XXX (Historia de Nave espacial).

Ya os contaré los resultados. Seguro que nos va a encantar a todos.

Saludos y nos vemos en la biblioteca. Alberto.