Hola a todos.
En estas semanas tan mágicas previas a la Navidad hemos hecho en cuarto y quinto de primaria unas sesiones de escritura creativa con la temática navideña.
Esta vez los alumnos han podido desarrollar sus historias con la única indicación de tener que incluir en sus textos las palabras Navidad, alegría, pobreza, solidaridad, bondad, familia y avaricia.
Como siempre conviene hacer, los alumnos recibieron las indicaciones de cómo hay que estructurar los textos y diálogos, habiendo obtenido unos grandes resultados en la mayoría de relatos.
Os voy a colgar unos cuantos relatos de quito de primaria para que podáis ver el nivel óptimo que estamos alcanzando. Espero que os gusten tanto como a mi. Los pongo tal cual, con sus pequeñas faltas de ortografía, pues esto ya se irá puliendo cada vez más.
La búsqueda de los regalos
Todo comenzó cuando unos niños se juntaron en el patio del recreo, se juntaron porque no se conocían mucho y querían conocerse. entre todos eran cinco, tres niños y dos niñas.
Los cinco se preguntaron como se llamaban, cuantos años tenían, etc… Lo típico de cuando conoces a gente nueva, también, se preguntaron si eran avariciosos, y dijeron que no. Las niñas se llamaban: Rebeca y Ana.
Los niños se llamaban: Lucas, Aitor y Adrián.
Cuando terminaron de charlar sonó el timbre del recreo, los niños se pusieron tristes porque no iban a estar juntos, pero de repente dice Ana:
-Oye chicos, creo que vamos a la misma clase. Después dijo Adrián:
-¡Es verdad, vamos a la misma clase!
Todos empezaron a saltar de la alegría, pero Rebeca dijo:
-¡Chicos que la profe se va!
Todos empezaron a correr hacia la profesora porque si no perdían la fila. Cuando llegaron a clases se sentaron todos juntos. Cuando todos se sentaron en su sitio, la profe dijo: -¡Hola chicos! Mi nombre es Lucía, seré vuestra profesora este curso. Como siempre se ha hecho, vamos a presentarnos todos, empezamos por esta fila y terminamos por la otra, empiezas tú.
Así hasta que todos acabaron de presentarse, cuando acabaron de presentarse la profe dijo:
-Bueno chicos, como ya nos hemos presentado, vamos a hacer una cosa chula, vamos a ver una peli de navidad, la película va sobre la solidaridad, estar atentos porque después os haré preguntas sobre la peli.
Cuando terminaron de ver la peli la profe les hizo las preguntas, todos las contestaron bien. Ya cuando termino la profe de preguntar era hora de la siguiente clase, entonces la profe se fue y esperaron a su otra profe a que venga.
Los cinco se juntaron y empezaron a hablar sobre la navidad. De repente, Lucas les para y dice:
-Oye chicos, vosotros que habéis pedido para Papá Noel? Rebeca dijo:
-Yo he pedido un patinete, un libro y unos
rotuladores. Ana dijo:
-Yo solo he pedido Chuchelandia porque es lo único que quiero. ¿Y tú Adrián?
Adrián dijo:
-Yo he pedido pavos para Fortnite, una pelota de fútbol y la camiseta de Lewandowski. ¿Y tú Aitor? Aitor dijo:
-Yo solo he pedido una Nintendo.
Ya cuando terminaron, vino la profe y se sentaron en sus sitios. Ya al fin del colegio se fueron a sus casas.
Cuando llegaron a sus casas, tenían en su habitación una carta que ponía: “Si queréis vuestros regalos de navidad, tendréis que seguir una serie de pistas que ya veréis más tarde.”
Ninguno sabía lo que estaba pasando, entonces nos llamamos para saber si nos había pasado lo mismo, Cuando nos llamamos, Ana dijo:
-¡Chicos, me he encontrado una carta en mi habitación que pone “Si queréis vuestros regalos de navidad, tendréis que seguir una serie de pistas que ya veréis más tarde.” ¿Os ha pasado lo mismo? Aitor respondió:
-¡Si, Ami también me ha pasado lo mismo, creo que a todos nos ha pasado!
Todos dijeron que les había pasado lo mismo, entonces Adrián dijo: -¡Chicos, necesitamos ver si tenemos alguna pista para saber dónde están, porque nos los han robado! Rebeca dijo:
-Si chicos, deberíamos buscar a ver si encontramos
alguna pista.
Todos empezaron a buscar pero no encontraron nada, no se rindieron y siguieron buscando. Estuvieron buscando alguna pista 1 hora, Aitor dijo:
-Chicos, yo no encuentro nada, me rindo. Lucas respondió:
-Yo también chicos, llevamos mucho rato buscando y no encontramos nada.
Pero de repente, Rebeca dijo:
-¡Chicos, chicos, he encontrado una pista!
Todos se emocionaron y le difieren a Rebeca que la abriera, cuando Rebeca la abrió, la leyó en voz alta Rebeca dijo:
-Chicos os voy a leer la pista, dice “Si has encontrado esto felicidades, esta es la primera pista. Haré una adivinanza, Es Marrón, Alto y ancho. Tiene madera pero no para cortar. Que es?”
Cuando los chicos la leyeron, Lucas dijo: -¡Se lo que es, es tu armario, busca en el! Rebeca respondió:
-¡Es verdad, voy a buscar en el!
Cuando Rebeca busco, encontró otro papel, era otra pista, pero de repente, Adrián dice:
-Oye chicos, ¿porque no lo dejamos para mañana? Es porque son las 8 de la tarde y me tengo que duchar, cenar y dormir.
Rebeca respondió:
-Es verdad, creo que deberíamos dejarlo para mañana.
Todos dijeron que vale y se despidieron.
Al día siguiente, Rebeca trajo las pistas y se las enseñó a su grupo, como no le dio tiempo a Rebeca leerla, la leyó cuando estaba con ellos, la carta decía:
“Has encontrado la segunda pista, está no es una adivinanza, para encontrar la tercera pista, tienes que ir con tus amigos a un sitio donde siempre quedáis a comer pipas.”
Cuando Rebeca terminó de leerla, se quedaron pensando todos de cual era el sitio donde comían pipas. Pero de repente la profe dijo: -¡Chicos, a clase!
Como la profe dijo que a clase terminaron de leerla y se quedaron pensando hasta el patio.
Cuando fueron al patio, se reunieron todos para ver si habían pensado el sitio. Rebeca dijo:
-Vale chicos, ¿Alguien sabe donde comemos pipas? Ana dijo:
-¡Yo se donde, en el parque los botis! Todos dijeron:
-¡Ahhhh, es verdad!
Después, sonó la alarma del recreo, como siempre, se fueron a la fila y después a clases. Cuando estaban en la última clase, ya casi para irse, Lucas dijo:
-Chicos, deberíamos quedar nada más salir del cole en el parque de los botis para encontrar la pista. Todos dijeron:
-Es verdad, deberíamos quedar. Rebeca respondió:
-Ok, pues nos vemos allí.
Cuando llegaron al parque de los botis, se juntaron y empezaron a buscar la pista.
Buscaron por todos lados, de repente dice Aitor: -¡Chicos, creo que he encontrado la pista!
Los chicos fueron donde estaba Aitor y vieron si era la pista, y si era. Aitor la lee:
-Pone “Esta es la tercera pista, solo os queda una más para saber donde están los regalos. Para esta pista, tenéis que ir al Mercadona e ir a la sección de los yogures.”
Los chicos nada más terminar de escuchar a Aitor se fueron a Mercadona a la sección de yogures, usando llegaron, empezaron a buscar como locos. Pero cuando llevaban 2 minutos les dijeron dos trabajadores de Mercadona que se tenían que ir.
Rebeca les dijo:
-Hola buenas, estamos buscando una pista que nos dejo alguien, porque perdimos nuestros regalos. Y nos dijo que una pista estaba en la sección de yogures, nos dejan 2 minutos y nos vamos?
Los trabajadores dijeron:
-Vale, os dejamos solo 2 minutos.
Los chicos les dijeron gracias, y entonces se fueron a buscar como locos. Lucas encontró la pista, entonces, se fueron fuera de Mercadona y se pusieron a leerla, Lucas leyó la pista y ponía: -“ Felicidades, habéis llegado a la última pista, si queréis vuestros regalos, tendréis que ir a la calle Fernando IV, os espero mañana a las 5PM.”
Los chicos se despidieron y se fueron a sus casas.
Al día siguiente, todos se juntaron en el colegio y buscaron la calle que les dijo la pista.
La buscaron y parecía que estaba cerca del colegio, estaba a 682 metros del colegio. Cuando termino el colegio, se fueron a la calle que les dijo la pista, y cuando llegaron, se encontraron con una casa gigante, llamaron al timbre y no se podían creer quien les abrió…
¡Les abrió su profesora! Todos estaban boquiabiertos, no se lo podían creer. La profesora les dijo:
-¡Pasar chicos!
Todos pasaron, y cuando entraron, vieron a toda su clase en la casa, no se lo podían creer, Ana pregunto:
-¿Que es esto, porque están todos aquí? La profesora respondió:
-Queríamos ver cómo trabajabais entre todos, y hemos visto que habéis trabajado genial, entonces, hemos preparado una fiesta para celebrar que habéis completado todo. Los chicos se pusieron felices y le dieron un abrazo a la profesora y a sus compañeros.
Los chicos vieron sus regalos, ¡eran muchos! Pero Rebeca dijo:
-Oye profe, ¿como habéis cogido nuestros regalos? La profe respondió:
-Contacte con vuestras familias y les conté lo que íbamos a hacer, se pusieron de acuerdo y lo prepararon con nosotros. Chicos, ¿Porque no abrís vuestros regalos?
Rebeca respondió:
-Yo creo que no voy a abrir los míos, creo que hay gente que los necesita más que yo. Porque hay mucha pobreza, entonces creo que donaré mis regalos, quiero que haya felicidad.
La profe respondió:
-Rebeca, que sepas que eres muy bondadosa, eres muy buena niña.
Todos sonrieron y siguieron con la fiesta.
FIN.
HISTORIA NAVIDEÑA.
Había una vez un día en una fría Navidad en donde un niño llamado Mario estaba jugando en la calle.
-Te daré. Dijo Mario con una bola de nieve en la mano.
-Nunca. Dijo su hermana escondida detrás de una montaña de nieve.
Dos horas después…
-Que cansado estoy. Dijo Mario sentándose en el suelo.
-Mamá porque vivimos en la pobreza. Dijo Mario.
-La vida nos trajo así. Dijo su madre.
-Por eso te tendrás que esforzar más de mayor. Dijo su madre. – Venga sonríe que quiero ver tu cara de alegría. Dijo su madre
Al día siguiente, Mario estaba saliendo de su casa pero no iba a salir a jugar como siempre sino que iba al castillo del rey y el príncipe.
-Me voy a colar. Dijo Mario.
Mario, se puso a escalar el castillo, pero de repente, se rompió el techo y se callo dentro de una habitación súper amplia con una cama gigante y un armario enorme. Dentro había un chico muy parecido a Mario durmiendo, pero del golpe en el suelo al caer del techo se despertó el chico.
-Por favor no se lo digas ni al príncipe ni al rey. Dijo Mario
-Si me pillan me podrían…
Justo en ese momento cuando iba a terminar la frase se fijó en que el chico tenía una corona en su cabeza que ponía en la corona “Príncipe” entonces preguntó Mario.
-Espera ¿Tu eres el príncipe? Dijo Mario.
-Si. Respondió el chico.
-Perdón mi majestad. Dijo Mario.
-No pasa nada ya estoy arto de ser príncipe y por cierto me llamo Alberto. Dijo el príncipe.
-Como que estas arto de ser príncipe si es lo mejor ser príncipe, no haces nada, eres rico todo lo que te apetezca sin embargo, yo soy pobre. Dijo Mario -Tengo una idea. Dijo Alberto.
-Y si nos cambiamos durante un día, como nos parecemos tanto.
-Buena idea. Dijo Mario
Se cambiaron la ropa y salieron de la habitación del príncipe. -Adiós. Dijo Mario. -Adiós. Dijo Alberto.
Una hora después Mario salió de la habitación porque lo estaban llamando
-¿Quien eres? Dijo Mario
-Tu entrenador de tiro con arco. Dijo el entrenador. -Es verdad. Dijo Mario.
Y así se paso todo el día haciendo cosas de príncipe y en la noche los dos se juntaron en la habitación.
-Las cosas de príncipe son muy agotadoras. Dijo Mario. -Lo mismo digo. Dijo Alberto.
Se cambiaron la ropa y así se fueron a sus casas y aprendieron que las
cosas de príncipes y las cosas de pobres son difíciles las dos.
FIN
La mejor Navidad de mi vida.
Un día en Villa Felicidad, un niño muy avaricioso estaba en su casa con su familia, todos vivían muy felices. Cuando quedaban dos días para Navidad, un señor que no le gustaba nada pero que nada la Navidad estaba molestando a todos los niños a los que les gustaba la Navidad.
Ya quedaba menos de un día para la Navidad. Todos los niños estaban ya en sus camas dormidos, menos uno que se llamaba Jack. Justo cuando iba a venir Papá Noel a su casa, el niño se levantó y le tendió una trampa a Papá Noel y calló en su trampa. Jack, cuando ya tenía a Papá Noel atrapado, le dijo a Papá Noel.
-!Dame todo lo que te diga!- dijo Jack
-Este niño es muy avaricioso, ni hablar, te daré carbón – dijo Papá Noel susurrando
-Pues no te soltaré- dijo Jack.
-Hagamos un trato- dijo Papá Noel – te dejo montarte un rato en mi trineo si me sueltas.
Y repartir los regalos también- dijo Jack con voz de querer hacerlo. Vaaaale-dijo Papa Noel
Jack se sentó en un taburete de su habitación mirando a la ventana a ver si Papá Noel terminaba de preparar su trineo.
2 minutos después…
Jack, he terminado de preparar el trineo.
-Voy- dijo Jack
-¿Estamos subiendo?-dijo Jack
-Si- dijo Papá Noel
Estubieron toda la noche repartiendo regalos hasta que solo quedaba una casa y dos regalos.
-La última- dijo Jack
-Si – dijo Papa Noel
Entraron a la casa, pusieron los regalos con mucho cariño y salieron pensando en que se lo han pasado muy bien.
Cuando terminaron de repartir los regalos dieron una vuelta en el trineo y Papá Noel dijo – que bien me lo he pasado contigo, Jack
Yo también me lo ha pasado muy bien contigo- dijo Jack
Al final me has caído muy bien-dijo Papá Noel Dieron una laaaarga vuelta en el trineo y cuando se estaba haciendo de día Papá Noel le dijo a Jack
Jack me tengo que ir que si no todos los niños me verán
Cuando Papá Noel se fue Jack pensó en todo lo que había hecho y no volvió a ser avaricioso, vivió la vida feliz y fue solidario.
FIN ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
La historia de la triste Navidad.
Una vez hubo una familia que era muy pobre tuvieron un hijo y una hija. Cuando los niños crecieron se compraron una casa nueva. El nombre del niño, Tomas y el de la niña, Raquel.
Cada uno se fue a una casa, Raquel era muy bondadosa en cambio, Tomas era un niño muy avaricioso.
El abuelo de la familia tenía cáncer y los únicos que lo visitaban eran los padres y Raquel. Cada vez que pasaba el tiempo se hacían más mayores, Raquel tuvo que coger un trabajo y al final sus padres murieron y tuvo que trabajar aún más y así tener más dinero para poder pagar la comida y los impuestos.
Raquel iba siempre al hospital y visitaba a todas las personas que decían:
-Que chica tan buena ya que se acerca Navidad llevara toda la alegría al hospital y a todos los enfermos-
Sin embargo su hermano iba por el otro lado todo lo que tenía lo tenía para el y no para los demás. Siempre que se veían su hermano presumía un montón, siempre decía:
-Ha, parece que sigues el camino de papá y mamá nunca llegaras a ser como yo-
Raquel pensaba que dentro de su corazón todavía había un poco de amor pero cada vez había menos lo único que quería en este mundo era que su hermano volviera a ser el de antes
Ella provenía de una familia de pobreza pero su hermano ya se estaba haciendo rico.
Todo el mundo decía que Raquel era muy solidaria, siempre ayudaba a los demás y siempre le daba dinero a todas las personas que pedían, y siempre que le pedían algo se lo traía. Daba todo a todos daba igual como eran las personas, si eran altas o bajas o si tenían el pelo liso o el pelo rizado le daba exactamente igual, siempre que se veía con alguien en la calle le saludaba daba igual que si no le conocía.
Cuando llego Navidad se enteró que su hermano había tenido que ir al hospital y Raquel fue a verle, cuando llegó al hospital el médico le dijo que a Tomas le habían atropellado y Raquel fue corriendo a la sala donde se hallaba su hermano.
-Hola-dijo Raquel pero Tomas estaba dormido. Cuando llego el médico dijo:
-Su hermano está en coma.-
-No puede ser-dijo Raquel.
Esos días se convirtieron para Raquel en algo que no podía superar y ahora todos los días de Nochebuena y Navidad se la pasa llorando preguntándose qué hubiese pasado si su hermano no hubiese muerto.
Fin.
Niña Noel.
Esta es la historia de una pobre niña huérfana que no tenia nada para vivir ni comer, se llamaba Marta. Sus padres fueron muy avariciosos al no haberle dejado nada de la herencia, aunque eran ricos.
En Nueva York aparte de Marta había mucha pobreza, por esta razón había poca alegría entre sus habitantes.
Por suerte para Marta y el resto de personas pobres, llegaba la Navidad y se hacían varias campañas solidarias entre organizaciones. Allí les daban un hogar, comida, también jugaban con ellos y les entretenían. Marta hacia muchos amigos de su edad cuando pasaban toda la Navidad con ellos, pero este año todo cambió.
-Hola ciudadanos de Nueva York, este año no habrá ninguna campaña solidaria. Dijo el alcalde de Nueva York en una congregación con sus ciudadanos.
En ese mismo instante empezaron ha haber diferentes abucheos al alcalde, pero fue a más empezó ha haber manifestaciones, delitos y asesinatos a gente que trabajaba en el ayuntamiento. ¡La policía estaba desbordada!, no llegaban a todas las llamadas.
Pero los más afectados, por desgracia eran los pobres porque no tenían ningún techo, así que si les pillaba el asesinato ahí a su lado tenían que verlo, y aunque entre los malhechores y los vecinos no quedaba vergüenza ni bondad, entre los pobres si la quedaba.
-Marta ¿quieres algo de esta chocolatina?. La decía uno de sus amigos de la campaña solidaria de otro año.
Marta, respondía bondadosa:
-No gracias, tengo una en el bolsillo de mi chaqueta.
Eran las 15:37 de la tarde, justo el día antes de Navidad, y todos los vecinos de Marta estaban ilusionados porque aunque este año no estuviesen en la campaña solidaria y tuviesen menos recursos, todos los años celebraban una cena todos juntos.
Esa noche todo fue muy raro, y más porque al día siguiente no había ningún otro vecino de Marta a su alrededor. Se puso ha buscarles por muchos sitios incluso se metió en callejones que no sabía ni que existían.
-¿Donde estarán mis vecinos?, los he buscado por todos sitios. Dijo Marta preocupada por ellos.
-¡Este año es el peor!, desaparecen mis vecinos, no hay campañas solidarias en fin, una Navidad catastrófica.
Marta gritó tan alto, que la escuchó un elfo de Papa Noel que la estaba observando desde el cielo:
-Hola, si que es verdad que esta Navidad no es de las mejores. La dijo el elfo. -¿Quien hay ahí?. Dijo Marta asustada.
-Tranquila solo soy un elfo de la Navidad que ayuda a Papá Noel a repartir los regalos y se que tú te mereces uno. Dijo el elfo sonriente.
-Gracias pero… no creo en Papá Noel y por tanto tampoco en sus elfos, lo siento si te sientes ofendido. Dijo Marta no muy segura de lo que decía y de cómo podía afectar al elfo.
-No, no me ofende y menos porque voy ha hacer que creas en nosotros y Papá Noel. Dijo el elfo. -Vale…. Dijo Marta poco convencida.
-Pues en marcha. Dijo el elfo muy contento.
Empezaron a andar y andar sin parar:
-No soy muy lista pero hemos pasado por aquí como cuatro veces o así. Dijo Marta.
-¿A si?. Dijo el elfo.
-Si ¿a donde vamos?. Pregunto Marta.
-Vamos al trineo de Papá Noel, ¿lo has visto? es rojo y dorado. Respondió el elfo.
-Está ahí, para ser un elfo eres un poco despistado. Dijo Marta.
-Tengo muchas cosas en mi cabeza como que los renos se han escapado, que esta es la última Navidad…uy eso último no debería a verlo dicho. Dijo el elfo arrepentido.
A Marta no la salía ninguna palabra:
-A ver, tranquilízate. Dijo el elfo.
-A ver como quieres que me tranquilice. Dijo Marta con voz chulesca.
-Seguramente no es como te lo imaginas, lo que pasa es que Papa Noel tiene 129 años y está apuntó de dejar su trabajo por la edad. La explicó el elfo.
-Y quien va a sustituir a Papá Noel. Dijo Marta preocupada.
-Ahí es donde entras tú, vas a conocer a Papá Noel y si te gusta puedes hacer su trabajo cuando se retire. Dijo el elfo.
-Pretendes que yo sea un mito. Dijo Marta enfurecida.
-¡Un mito!,¡Papa Noel no es un mito!. Dijo el elfo enfadado.
-Bueno vale. Dijo Marta cediendo.
El elfo la hizo una seña para que se montara en el trineo que llevaban tanto tiempo buscando y así fue como llegaron a la casa de Papá Noel que vivía en el polo norte.
Cuando llegaron a la casa de Papá Noel a Marta se abrieron los ojos como platos: -¡Es Papá Noel!. Dijo Marta muy sorprendida.
-¿Y ahora me crees?. Dijo el elfo chuleando se.
-Si, y tanto. Dijo Marta.
-Ho, ho, ho soy Papá Noel. Dijo Papá Noel.
Su casa era muy pequeña y acogedora pero muy decorada y estaba al lado de una fábrica súper grande porque allí era donde se fabricaban todos los regalos se llamaba “La fábrica de la Navidad”.
-¿Quieres unas galletas bonita?. La pregunto Mamá Noel.
-Si por favor. Dijo Marta agradecida.
-Bueno Papá Noel creo que he cumplido mi tarea. Dijo el elfo con cara de pillín.
-Si, si casi se me olvida tu recompensa. Dijo Papá Noel llevándose una mano a la cabeza. -¡TOMA! huy perdón. Dijo el elfo.
Papá Noel le entregó unas cuantas tareas ya que a los elfos les encantaban las tareas, después estuvieron hablando Papá Noel, Marta, el elfo y Mamá Noel del asunto tan importante que tenían entre manos.
Estuvieron hablando durante mucho tiempo y sacaron la conclusión de que Marta iba a ayudar este año a Papá Noel, si la gustaba iba a hacer su trabajo pero… Marta aun se preguntaba una cosa:
-Papá Noel ¿donde están mis vecinos y mis amigos?. Preguntó Marta preocupada.
-Tranquila no los encontrabas porque como te hemos explicado antes, la Navidad
se estaba arruinando, pero lo importante es que ahora ellos te están buscando a ti. Dijo Papá Noel tranquilizándola.
-Pero hoy hacemos como todos los años, una cena todos juntos con los recursos que tenemos y… quiero ir. Dijo Marta.
Papá Noel se quedó callado y pensando porque justo esa noche Marta le tenía que ayudar a repartir los regalos:
-¡Ho, ho, ho tengo una idea! Puedes ir ahora a cenar con ellos y luego les dices que te tienes que ir. Dijo Papá Noel.
-¿Y porque no les digo que me tengo que ir a repartir los regalos?. Preguntó Marta.
-¡No, no, no! no les puedes decir nada de esto, esto tiene que quedar entre los que estamos aquí. La advirtió Papá Noel.
Marta desilusionada aceptó y se fue en el trineo a la cena de los vecinos: -Hola Marta. Dijo un niño pequeño.
-Hola Marta te estábamos buscando. Dijo una mujer que vivía cerca suyo. -¿Donde estabas?. Preguntó otra niña.
Y la dijeron muchas cosas más:
-Hola a todos, os estaba buscando. Dijo Marta teniendo que disimular. -¡Y nosotros!. Dijeron todos a coro.
Empezaron la cena enseguida y aunque fuesen pocos recursos comieron d todo pollo, caramelos, tortilla, ensalada, café y colacao, refrescos y mucho más ¡habían estado ahorrando todo el año!
Cuando terminaron eran las 22:00 de la noche, la hora justa para que se fuera Marta a repartir los regalos con Papá Noel, brindaron y Marta dijo lo que la había dicho Papá Noel:
-Me tengo que ir por mucha pena que me de, tengo que hacer una cosa muy importante. Dijo Marta lamentándose.
Marta se fue con una cara muy larga pero a pesar de eso, iba muy contenta ya que iba a repartir los regalos, se monto de nuevo en el trineo y llegó a la casa de Papá Noel.¡La encantó repartir los regalos! y pasó de ser Papá Noel a llamarse Niña Noel. Fin y ¡feliz navidad!.
FIN.
Historia de Navidad.
Un 20 de diciembre a una niña avariciosa se le ocurrió comprar todas las cosas que existan de
Navidad pero su familia no quería porque si no se quedarían en la pobreza.
Al día siguiente, ella se fue al colegio y desde entonces conoció a Chloe su mejor amiga ella. Tenía una familia bastante bondadosa como ella, siempre viene con una sonrisa hasta las orejas.
Un día a Chloe se le ocurrió invitarla a su casa. Desde que Marta (la avariciosa) entró vio como su casa estaba llena de alegría cosa que ella no soportaba, Marta nunca ha tenido una sonrisa en su cara solo si le regalaban cosas.
Marta se fue y dijo:
-Adiós, al menos me podrías haber dado un bollo, tienes como cincuenta…
Y Chloe respondió:
-Bueno… no te preocupes mañana te traigo…
Directamente la madre la escuchó y le dijo a Chloe:
¿Por qué le vas a dar un bollo? ¿¿quien es ella para que te pida bollos?? Esos bollos los hago yo para mis hijos.
-Pero mamá.. nosotros somos bondadosos..-respondió Chloe.
A la madre le dio absolutamente igual, porque a la madre le cayó mal Marta desde que la conoció.
Al día siguiente (21 de diciembre) Chloe se despertó muy emocionada diciendo: -¡¡FALTAN SOLO CUATRO DÍAS PARA QUE ABRAMOS LOS REGALOS!!
Se fue feliz al colegio dando brincos de felicidad pero cuando llegó al colegio…
Se dio cuenta de que Marta estaba delante de la puerta de clase con sus otras dos amigas que Chloe no sabía que tenía.
-¿Y mi bollo?-pregunto Marta con cara de asquerosa.
-Pues es que… se me ha olvidado…- Respondió Chloe.
-¡ Y que me lo prometiste! ¡Ya no vamos a ser amigas nunca más!- dijo Marta.
Chloe se puso muy triste, al saber que no tenía mejores amigas porque ella solo tenía a Marta. Y sus otras amigas se enfadaron cuando vieron que Chloe era amiga de Marta pero bueno, eso no le hacía mucha importancia, Chloe era la más lista de su clase y la favorita de los profes.
Pasaron tres días y era de noche y la madre de Chloe dijo: -Venga hija acuéstate que hoy viene Papá Noel.
-SIIIII-dijo Chloe con emoción.
Al día siguiente (en Navidad) Chloe bajo para ver los regalos y cuando vio esa cantidad de regalos despertó a sus padres saltando en la cama para que bajasen a abrir los regalos con ella, y lo mejor de todo es que Papá Noel le escribió una carta sobre que estudiaba muy bien.
Fin.
Espero que hayáis disfrutado y que paséis todos una feliz Navidad.
Saludos y nos vemos por la biblioteca.