Escribimos nuestros propios “Elige tu propia aventura”

¿Quieres compartirlo?

Hola a tod@s,

Me complace anunciaros la aventura en la que nos acabamos de embarcar junto con los alumnos de quinto de primaria. Vamos a crear nuestro propio libro al más puro estilo de “Elige tu propia aventura”.

Hemos dejado que elijan entre historia de miedo o libro de aventuras y dos de los grupos han elegido historia de miedo, mientras que el tercero ha apostado por las aventuras. El comienzo del libro lo escribo yo y los niños empiezan su relato con algo que le sucede al personaje.

Os pongo el comienzo del libro de la historia de terror:

Volver a casa después de unas merecidas vacaciones esquiando en la montaña siempre es especial. Dentro de unos días  tendrás que ir a trabajar y eso te va a poner de mal humor, pero reencontrarte con tus amigos y tu familia hará que no sea tan trágico.

Llevas conduciendo demasiadas horas y todavía te quedan cincuenta kilómetros para llegar a casa; quizá deberías hacer una parada para estirar las piernas y repostar gasolina en el próximo desvío, pero si consigues no dormirte y mantenerte alerta al volante, en algo más de media hora por fin habrás llegado a tu pueblo.

Fuera hace frío, el termómetro ya ha bajado a dos grados bajo cero y en el cristal de la vieja camioneta que te ha dejado tu padre empiezan a caer finos copos de nieve. Demasiado finos como para darle importancia. Llevas toda la vida viendo a tus padres conducir con mucha más nieve y nunca ha pasado nada digno de mención, por lo que decides seguir conduciendo aunque empiece a anochecer.

Te metes en el túnel que atraviesa las montañas bien conocidas por todo el mundo en la zona. Es un túnel largo, de más de dos kilómetros, y esperas que, al salir, al otro lado de la montaña haya dejado de nevar. Tarareas una vieja canción de rock que suena en la radio justo cuando sales del túnel y compruebas que lejos de dejar de nevar, en esta parte de la montaña está nevando mucho más, aunque todavía la nieve no está cuajando en la carretera.

Bueno, no pasa nada, piensas. Esta camioneta tiene tracción a las cuatro ruedas y en el caso de que la nieve empiece a cuajar con ir un poco más despacio bastará para poder llegar a casa sano y salvo. Para colmo, la neblina ha empezado a bajar y tienes menos visibilidad, por lo que tendrás que ir más despacio, pero estás convencido de que no tendrás ningún percance.

Miras la aguja de la gasolina, que indica que todavía te queda suficiente para llegar, por lo que dejas de preocuparte. Así, disfrutando de la buena música sigues unos cuantos kilómetros cuando de repente te metes en un banco de niebla. El banco de niebla más denso que has visto jamás. Los faros iluminan poco más de dos metros la carretera, por lo que extremas las precauciones y reduces la velocidad a 20 kilómetros por hora como te enseñaron en la auto-escuela.

A los dos minutos la niebla hace imposible la conducción cuando, de pronto, ves un cartel de un merendero, decides echarte un lado y parar para pensar bien qué debes hacer. Sopesas las posibilidades, pudiendo continuar conduciendo a muy poca velocidad aún a riesgo de poder tener algún susto en una carretera con tantas curvas, aparcar y esperar a que se disipe la niebla  o ponerte el chaleco reflectante y continuar a pie, puesto que hace unos minutos has visto un cartel anunciando un pueblo a escasos tres kilómetros.

Debes decidirte antes de que anochezca del todo y no veas absolutamente nada con esa extraña niebla…

A continuación, el grupo que elige seguir conduciendo tiene que empezar a escribir una historia con vampiros. El personaje más adelante tendrá que elegir huir hacia un castillo, un bosque o un pueblo, y en cada una de las tres opciones tiene que tener un final bueno, uno regular y otro malo o trágico.

Otro grupo tiene que escribir la historia en la que el personaje decide aparcar en el merendero, y ahí empieza una historia de hombres lobo, escapando a un bosque, un pueblo o una ciudad, cada uno con los finales descritos antes.

El último grupo tiene que escribir la historia en la que el personaje continúa a pie por la carretera, donde será atacado por unos mutantes, con tres historias: Una bestia o monstruo, una criatura invisible y un villano. Cada uno de ellos tendrá que contar con los tres finales igual que los otros grupos.

Los alumnos tienen que ir escribiendo en la tablet de uno de ellos, que luego enviará por correo a los demás integrantes del grupo.

Cuando tengan las historias terminadas, uniremos cada historia y finalmente se hará un libro encuadernado que quedará a disposición de todos los alumnos del cole.

Espero que os haya gustado la idea tanto como a los chicos y chicas de quinto de primaria. Otro día publico el comienzo de la historia de aventuras.

Saludos y nos vemos en la biblioteca. Alberto.

 

Comentarios cerrados.