Expresión escrita de Halloween de 5º de primaria.

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Hola de nuevo. En la anterior entrada del blog os colgué las mejores historias de aventuras en la Antártida escritas por los alumnos.
De cara a halloween hemos hecho otra expresión escrita tanto para los alumnos de quinto como para los de sexto. La verdad es que estoy muy contento porque han ido mejorando bastante la manera de estructurar los textos según las pautas que les hemos ido danto, incluyendo diálogos en sus historias.

En primer lugar voy a colgar las expresiones escritas de los alumnos de quinto que ha obtenido la mayor puntuación, un 10. En estas expresiones les he dado el inicio y parte del nudo de la historia, y a ellos les corresponde seguir el nudo y desarrollar el desenlace, dando fin a sus relatos.

Las dos primeras son de dos niñas de 5ºA.

La feria.
Santiago había estado varios meses ahorrando con un único objetivo, disfrutar a tope de la feria que llegaba todos los veranos a su localidad.
Quería montar en todas las atracciones, incluso podría invitar a varios amigos a refrescos y algodón de azúcar con lo que había ahorrado.
Por fin llegó el primer fin de semana de septiembre y se dirigió junto con sus amigos a disfrutar a tope de la feria. Pasaron un rato echando una ojeada a las atracciones que ya estaban en funcionamiento y les llamó la atención una atracción que era nueva.
Se llamaba el laberinto misterioso, donde el hombre que les vendió las entradas les dijo que tenían que pasar varias pruebas para finalizar con éxito.
Sin pensarlo dos veces, Santiago y sus amigos Manuel y Pedro se metieron dentro.
Lo primero que encontraron era un pasillo, que por medio del efecto óptico de muchos espejos parecía larguísimo.
Al final del pasillo había una gran máquina abierta muy extraña con forma de muñeco en la que cabía una persona.
Parecía antigua con varios mandos y pantallas en la que aparecía un siniestro muñeco riéndose y desafiante.
Santiago se metió y a continuación las luces se apagaron y escuchó unos gritos aterradores. Sintió un miedo terrible e intentó abrir, pero la puerta se había bloqueado. Podía escuchar los gritos que provenían del otro lado de la puerta de sus amigos a los que un feriante disfrazado de momia estaba asustando.
Sus amigos salieron corriendo y abandonaron la feria, sin acordarse de Santiago, que quedó encerrado y muerto de miedo dentro del gran muñeco.
Cuando se volvió a abrir ya no estaba en el laberinto, si no en una rara escena de un crimen que no había sido resuelta. Cuando se fijó en el cuerpo sin vida de un hombre de aproximadamente 49 años.
-¡Aquí estabas Santiago! -Exclamo un señor mayor,
-¿Quien es usted? -Preguntó Santiago un poco asustado por el bocinazo que le había pegado aquel hombre.
-¡SOY EL COMISARIO, ZOQUETE! -Exclamó el comisario enfadado.
El comisario después de calmarse le explicó que aquel hombre había sido asesinado por un veneno en su vaso de cubata, Estaba en su despacho cuando todo ocurrió.
Santiago se fijó en un papel en la mano del hombre asesinado, cuando lo recogió vio que ponía: Hola Santiago, seguramente no sabes que está pasando ni como salir de ahí pero si quieres salir tendrás que resolver dos asesinatos. Santiago no entendía nada hace apenas diez minutos estaba en la feria y ahora tenía que resolver dos asesinatos. -¡Comisario, comisario mire esto! -Exclamó Santiago.
-¿Que sucede Santiago? -Preguntó el comisario.
-Mire, mire. -Dijo Santiago mientras le entregaba el papel al comisario.
-¡Pero si está en blanco! -Exclamo el comisario.
Cuando Santiago volvió a ver el papel estaba en blanco.
-¡No me hagas perder el tiempo con esas tonterías! -Exclamo el comisario pensando que Santiago
le estaba tomando el pelo.
Lo bueno es que ahora sabía que iba a ocurrir otro asesinato y lo podría impedir si se daba prisa.
A Santiago no se le ocurría donde podría ser el próximo asesinato, pero cuando por fin se le
empezaron a ocurrir lugares en los que suelen ocurrir asesinatos recibió una llamada, era de su compañero Martin. -Santiago ha habido un nuevo asesinato te mando la ubicación. -Le dijo Martin.
Cuando Santiago llegó a la ubicación y vio el cuerpo no se lo podía creer, era el comisario.
Al parecer había descubierto quién era pero cuando estaba de camino le dispararon por la espalda.
Santiago tenía dos asesinatos pero ni un sospechoso.
Al día siguiente Santiago fue al despacho del señor que había sido asesinado.
Cuando llego se puso a buscar pistas y cuando estaba todo perdido se tropezó con algo y cayo encima
de la mesa y la movió y entonces se abrió un pasadizo debajo de la alfombra, cuando Santiago entró vio que
era una biblioteca.
-¿Que puede ser tan importante para ocultarlo tanto? -Dijo Santiago.
Pero había algo que no cuadraba ya que había un libro de geografía en la sección matemáticas, cuando
Santiago lo vio se dio cuenta de que no era de geografía si no tenía unos informes y unas cartas.
En una de las cartas había una amenaza de muerte y parecía que por la fecha había sido un día antes del asesinato.

Faltaba saber quién era quién había mandado la carta.
Cuando busco más pistas en aquel libro de geografía supuestamente encontró una segunda carta que iba a ser Mandada a una tal María que ponía: Todos sabrán lo que has hecho María.
Santiago le enseño todo lo que había descubierto a Martin.
-¿Pero donde lo has encontrado Santiago? -Preguntó Martin sorprendió.
-En una sala secreta. -Contestó Santiago.
-Pero si se llama igual que la esposa del comisario. -Dijo Martin sorprendido.
-Pues ya tenemos a alguien a quien interrogar. -Dijo Santiago.
Santiago y Martin se pusieron en camino a la casa de el comisario, cuando
Llegaron no había nadie por lo que les tocó esperar a María en la puerta de su casa.
Cuando María llegó y vio a la policía se hecho a correr, Santiago y Martin se echaron a correr detrás de la mujer
tan rápido como pudieron, después de una larga persecución consiguieron atrapar a la mujer.
Cuando consiguieron reponerse le preguntaron la razón de porque había huido de ellos y quién era.
-Soy María la mujer del comisario. -Les explico.
-¿Pero y porque huías? -Le pregunto Martin.
-Ustedes ya lo saben por eso me perseguían ¿no? -Le respondió María.
-¡Ya lo se, usted mató a su marido y a aquel hombre! -Le acusó Santiago.
-¡¿Que?! Yo no he sido soy inocente lo juro. -Dijo María sorprendida.
María les explicó que estaba huyendo porque había estado robando cosas de la casa de su amante.
-Espera ¿ósea que aquel hombre era tu amante? -Preguntó Santiago bastante sorprendido.
-Si, no estoy muy orgullosa de eso, ¿pero me vais a detener o no? -preguntó María.
-Primero acompáñanos a comisaría.
Después de una larga caminata llegaron a la comisaría y fueron a la sala de interrogatorios.
-¿Cuanto llevas saliendo con su esposo y con tu amante? Preguntó Martin.
-Con mi marido llevo diez años y con mi amante llevo un año. -Les explicó María.
-¿Como conoció a su marido? -preguntó Martin.
-Antes trabajaba en un restaurante y un día vino mi marido y nos enamoramos a primera vista. -Respondió María. Después de muchas preguntas la dejaron ir.
-Es la asesina Santiago es que no lo ves. -Le dijo Martin sonando muy convencido.
Después de eso detuvieron a María, pero Santiago estaba convencido de que no había sido ella.
Ese Día a Santiago le tocaba hacer un papeleo, pero cuando fue a buscar la ficha de Martin no la encontró ni en el registro y ahí se dio cuenta de todo, Martin se estaba haciendo pasar por policía y así saber todo lo que pensábamos del asesino.
Santiago fue corriendo a la casa del comisario y María y encontró la pista definitiva, el arma del crimen con la huellas de Martin.
La muerte no había sido causada porque había bebido de el vaso envenenado, si no que había sido causada porque habían envenenado la medicina de el fallecido y eso lo descubrió ya que entre
las hojas había un documento que contaba que el fallecido era diabético y el cubata contiene demasiado azúcar.
El veneno que tenía en su vaso era de una araña de otro país y la única empresa que trabajaba con esas arañas era la misma en la que trabajó Martin hace años, todo eso lo descubrió gracias a que había estado investigando sobre Martin, también descubrió que se había cambiado de nombre hace años.
Luego comparó la letra de las amenazas con la letra de Martin y coincidían.
Pero todavía quedaba algo por resolver ¿porque lo hizo?
Después lo entendió Martin había ido a la misma escuela que María y estaba enamorado de ella, pero
Cuando se declaró María le rechazó, Martin enfadado le juro venganza y por eso acabó con la vida de las dos personas que María amaba.
Santiago después de descubrir aquello fue corriendo a la comisaría, pero cuando estaba a la mitad todo se volvió oscuro y cuando volvió la luz estaba otra vez en el laberinto de espejos.
Cuando consiguió escapar se dio cuenta de que habían pasado 5 años desde su desaparición.

FIN.

La feria.
Santiago había estado varios meses ahorrando con un único objetivo, disfrutar a tope de la feria que llegaba todos los veranos a su localidad.
Quería montar en todas las atracciones, incluso podría invitar a varios amigos a refrescos y algodón de azúcar con lo que había ahorrado.
Por fin llegó el primer fin de semana de septiembre y se dirigió junto con sus amigos a disfrutar a tope de la feria. Pasaron un rato echando una ojeada a las atracciones que ya estaban en funcionamiento y les llamó la atención una atracción que era nueva. Se llamaba el laberinto misterioso, donde el hombre que les vendió las entradas les dijo que tenían que pasar varias pruebas para finalizar con éxito.
Sin pensarlo dos veces, Santiago y sus amigos Manuel y Pedro se metieron dentro. Lo primero que encontraron era un pasillo, que por medio del efecto óptico de muchos espejos parecía larguísimo. Al final del pasillo había una gran máquina abierta muy extraña con forma de muñeco en la que cabía una persona. Parecía antigua con varios mandos y pantallas en la que aparecía un siniestro muñeco riéndose y desafiante.
Santiago se metió y a continuación las luces se apagaron y escuchó unos gritos aterradores. Sintió un miedo terrible e intentó abrir, pero la puerta se había bloqueado. Podía escuchar los gritos que provenían del otro lado de la puerta de sus amigos a los que un feriante disfrazado de momia estaba asustando.
Sus amigos salieron corriendo y abandonaron la feria, sin acordarse de Santiago, que quedó encerrado y muerto de miedo dentro del gran muñeco. El gritó a sus amigos pero no le escucharon , sus amigos se fueron de la feria a buscar ayuda. Santiago intentaba abrir la puerta hasta que de pronto encontró un botón rojo que le llamó la atención y le pulsó .De repente se abrió la puerta pero no era la puerta por la que Santiago había entrado era una puerta que daba a un laberinto misterioso .
Este laberinto tenía puertas a las que tenía que ir llamando para saber donde dirigirse pero el laberinto sólo decía la verdad si el que llamaba contestaba con sinceridad ,la mayoría de niños no eran capaces de salir porque no decían la verdad.
Pasaron muchos años ,y nadie pudo salir de aquel laberinto. Santiago tenía miedo pero también mucha curiosidad por lo que podía encontrar allí .
Santiago llamó a la primera puerta
-¿quién es?-preguntó la puerta .
-Si te lo digo , ¿prometes que guardarás el secreto?-respondió Santiago un poco asustado,porque no sabía quién hablaba.
-Dime la verdad y guardaré tu secreto -respondió Santiago.
La puerta se abrió y le dijo el camino que debía continuar:
-Toma el primer camino a la izquierda.
Santiago fue por el camino que le dijo la puerta hasta que se encontró con otra puerta y volvió a llamar de nuevo.
-¿Por qué quieres escapar del laberinto?-preguntó la puerta.
-Sólo quiero ver que hay fuera de él y encontrar a mis amigos para disfrutar de la feria juntos.
La puerta se abrió de nuevo y dijo:
-Toma el camino del medio hasta que veas otra puerta.

Santiago caminó un rato más y llamó a la siguiente puerta. -¿Tienes miedo?-preguntó la puerta.-
-Yo, no. Bueno un poco. Me gustaría volver a mi casa. Pero esta vez la puerta no se abrió .
-Has dicho la verdad ,pero has llegado al final ,así que debes decidir si quieres salir o ver lo que viene ahora.
La puerta le dijo que si salía tendría una maldición. Santiago decidió salir .
La puerta se abrió y dijo :
-Camina veinte pasos y saldrás del laberinto. Santiago hizo lo que le dijo la puerta ,pero al ir a salir el laberinto se derrumbó y se quedó atrapado.

FIN.

Ahora le toca el turno a 5ºB, donde han tenido un 10 dos chicos y dos chicas. Aquí están sus relatos de terror…

La feria.
Santiago había estado varios meses ahorrando con un único objetivo, disfrutar a tope de la feria que llegaba todos los veranos a su localidad.
Quería montar en todas las atracciones, incluso podría invitar a varios amigos a refrescos y algodón de azúcar con lo que había ahorrado.
Por fin llegó el primer fin de semana de septiembre y se dirigió junto con sus amigos a disfrutar a tope de la feria. Pasaron un rato echando una ojeada a las atracciones que ya estaban en funcionamiento y les llamó la atención una atracción que era nueva. Se llamaba el laberinto misterioso, donde el hombre que les vendió las entradas les dijo que tenían que pasar varias pruebas para finalizar con éxito.
Sin pensarlo dos veces, Santiago y sus amigos Manuel y Pedro se metieron dentro. Lo primero que encontraron era un pasillo, que por medio del efecto óptico de muchos espejos parecía larguísimo. Al final del pasillo había una gran máquina abierta muy extraña con forma de muñeco en la que cabía una persona. Parecía antigua con varios mandos y pantallas en la que aparecía un siniestro muñeco riéndose y desafiante.
Santiago se metió y a continuación las luces se apagaron y escuchó unos gritos aterradores. Sintió un miedo terrible, intentó abrir, pero la puerta se había bloqueado. Podía escuchar los gritos que provenían del otro lado de la puerta de sus amigos a los que un feriante disfrazado de momia estaba asustando.
Sus amigos salieron corriendo y abandonaron la feria, sin acordarse de Santiago, que quedó encerrado y muerto de miedo dentro del gran muñeco.
Se hizo de noche y la feria cerró, pasarón unos científicos buscando gente que se quedaba en la feria tomando para experimentos.
Santiago no sabía que eran científicos buscando gente sin querer participar y pidió ayuda gritó y gritó, los científicos lo sacaron de allí.
Los científicos le preguntaron a Santiago si tenía sed y Santiago contestó que si le dieron una limonada extraña y se desmayó.
Despertó y apareció en una sala con cuatro personas más, por el megafonillo habló una voz fría. -Pasaréis treinta días encerrados sin dormir,pasarón cinco días en el quinto todos se volvieron locos empezaron a comerse sus propias extremidades al poco el primero falleció.
Después el segundo se daba con una cama en la cabeza y al poco de los días acabo con la cabeza abierta.
Ahora solo quedaban tres pedían gas pero no les hacían caso.
El tercero falleció debido a desnutrición,solo quedaban dos.
Los científicos decidieron sacarlos al instante le dio un ataque al corazón,lo llevaron al hospital y lograron salvarle la vida.Los volvieron a encerrar y al cabo de una semana el experimento habia resultado una faena,entonces entró un científico con el gas que pedían.
Al instante el compañero de Santiago se tumbó en la cama y falleció.
Ahora solo quedaba Santiago,el científico para terminar el experimento le preguntó
-¿Que eres?
Con una sonrisa psicópata Santiago contestó
-Somos la locura de lo que huyes por las noches cuando te acuestas,cuando descansas,cuando te duermes,cuando desapareces de este mundo,y ya no existe nada de nada.
Con eso el científico le pegó un tiro y lo mató automáticamente finalizando con el experimento. (El experimento del sueño ruso)
JAJAJAJAJAJJAJAJA

FIN.


La feria.
Santiago había estado varios meses ahorrando con un único objetivo, disfrutar a tope de la feria que llegaba todos los veranos a su localidad.
Quería montar en todas las atracciones, incluso podría invitar a varios amigos a refrescos y algodón de azúcar con lo que había ahorrado.
Por fin llegó el primer fin de semana de septiembre y se dirigió junto con sus amigos a disfrutar a tope de la feria. Pasaron un rato echando una ojeada a las atracciones que ya estaban en funcionamiento y les llamó la atención una atracción que era nueva. Se llamaba el laberinto misterioso, donde el hombre que les vendió las entradas les dijo que tenían que pasar varias pruebas para finalizar con éxito.
Sin pensarlo dos veces, Santiago y sus amigos Manuel y Pedro se metieron dentro. Lo primero que encontraron era un pasillo, que por medio del efecto óptico de muchos espejos parecía larguísimo. Al final del pasillo había una gran máquina abierta muy extraña con forma de muñeco en la que cabía una persona. Parecía antigua con varios mandos y pantallas en la que aparecía un siniestro muñeco riéndose y desafiante.
Santiago se metió y a continuación las luces se apagaron y escuchó unos gritos aterradores. Sintió un miedo terrible e intentó abrir, pero la puerta se había bloqueado. Podía escuchar los gritos que provenían del otro lado de la puerta de sus amigos a los que un feriante disfrazado de momia estaba asustando.
Sus amigos salieron corriendo y abandonaron la feria, sin acordarse de Santiago, que quedó encerrado y muerto de miedo dentro del gran muñeco.Cuando volvieron ya era tarde, su amigo Santiago no estaba y el señor disfrazado tampoco estaba.
-¡No está! Dijo Manuel asustado
-No te preocupes, le encontraremos. Dijo Pedro convencido
-Vamos a por Dario y Juan, dijo Manuel.
Cuando vinieron de recogerles volvieron a la feria a buscar a Santiago y se metieron dentro del muñeco gigante en el que había desaparecido. Cuando entraron al muñeco gigante estaba Santiago muerto tirado en el suelo.
-Que lea pasado dijo Dario lamentándolo mucho
-Quien le haya hecho esto va a sufrir dijo Juan cabreado
-¿Donde está Pedro?pregunto Manuel
-No estaba aquí Pedro
-Vamos a buscarle dijo Dario preocupado
Fueron a buscarle pero no estaba a si que se separaron para encontrarle.
De repente escucharon gritos que venían de dentro del muñeco gigante.Entraron y estaba Pedro atado de los pies y las manos.
-¡Estas bien! Dijo Dario alegrado
-¡Vamonos puede venir en cualquier momento! Dijo Pedro preocupado
-¿Quien va a venir? Pregunto Dario
-Luego te lo cuento respondió Pedro.
Cuando llegaron a la casa de Dario se lo contó todo aunque algunas cosas no se lo creyeron.
Al día siguiente volvieron a la feria por la noche a ver qué estaba pasando pero no encontraban nada.
-Por que no nos separamos. Dijo Dario.
-Tienes razón Dario. Respondió Manuel.
Cuando se separaron un rato después escucharon gritos de Manuel y rápidamente se volvieron a juntar y fueron a buscarle.
-Suena del muñeco gigante. Dijo Dario
-Tienes razón vamos a entrar. Respondió Juan.
Cuando entraron estaba estaba el señor disfrazado acuchillando a Manuel y rápidamente Dario le quitó el cuchillo y Juan le metió un puñetazo pero recuperó el cuchillo y se lo clavo a Juan pero rápidamente se lo volvió a quitar Dario.
Le tiro al suelo de una patada y Juan gravemente se puso a darle puñetazos con Dario.
Un rato después se fueron a llevar a Juan al hospital.
Cuando salió del hospital se fueron al colegio.
CONTINUARÁ…


La feria.
Santiago había estado varios meses ahorrando con un único objetivo, disfrutar a tope de la feria que llegaba todos los veranos a su localidad.
Quería montar en todas las atracciones, incluso podría invitar a varios amigos a refrescos y algodón de azúcar con lo que había ahorrado.
Por fin llegó el primer fin de semana de septiembre y se dirigió junto con sus amigos a disfrutar a tope de la feria. Pasaron un rato echando una ojeada a las atracciones que ya estaban en funcionamiento y les llamó la atención una atracción que era nueva. Se llamaba el laberinto misterioso, donde el hombre que les vendió las entradas les dijo que tenían que pasar varias pruebas para finalizar con éxito.
Sin pensarlo dos veces, Santiago y sus amigos Manuel y Pedro se metieron dentro. Lo primero que encontraron era un pasillo, que por medio del efecto óptico de muchos espejos parecía larguísimo. Al final del pasillo había una gran máquina abierta muy extraña con forma de muñeco en la que cabía una persona. Parecía antigua con varios mandos y pantallas en la que aparecía un siniestro muñeco riéndose y desafiante.
Santiago se metió y a continuación las luces se apagaron y escuchó unos gritos aterradores. Sintió un miedo terrible e intentó abrir, pero la puerta se había bloqueado. Podía escuchar los gritos que provenían del otro lado de la puerta de sus amigos a los que un feriante disfrazado de momia estaba asustando.
Sus amigos salieron corriendo y abandonaron la feria, sin acordarse de Santiago, que quedó encerrado y muerto de miedo dentro del gran muñeco.
Después de varios minutos asustado, recordó que tenía el móvil en el bolsillo. Pero…
-¡O no!- exclamó Santiago.
-no tengo datos.- continuo diciendo muy fastidiado.
Pensó que Manuel y Pedro ya se habían olvidado de todo, aunque estuviera asustado, intentó mantener la calma. Mientras que el estaba atrapado en la máquina en forma de muñeco, sus amigos fueron a buscar ayuda al que vendía las entradas.
-¡Ha desaparecido!- exclamó Pedro.
-Ya entiendo porque hay tanta fila esperando.-
Como no encontraban al señor, decidieron ir a por algodón de azúcar a un puesto que siempre estaba en la feria.
Más tarde, después de comer y comer algodón de azúcar, el señor había vuelto.
-¡Mira! Ya ha vuelto, pero parece no está vendiendo muchas entradas porque sigue habiendo mucha fila.-dijo Manuel. Corrieron hacia el señor para informarle de que Santiago se había quedado atrapado en la máquina del principio.
-Yo no puedo hacer ni decir nada, solo que es parte del juego.-contesto el señor convencido. Entraron otra vez en la atracción, pero esta vez muy asustados.
Ya sabían que debían entrar en la máquina, pero esta vez lo hicieron a la vez. Se juntaron mucho, espalda a espalda y se metieron. Los dos estaban temblando del miedo y también del frío que hacia allí. Dentro hacia mucho frío y no se veía nada.
-¿Que le habrá pasado a Santiago?-preguntó Pedro asustado y a la vez con curiosidad. Manuel se encogió de hombros, que eso significaba que no lo sabía. Manuel sabía lo mismo que Pedro. De repente la máquina se se paró en seco y dio un golpe muy fuerte, eso hizo que creara un ruido muy molesto y chirriante. Se empezó a ver una luz muy tenue y ya se podía ver algo. ¡Por fin se estaba abriendo la puerta!
Cuando salieron, se encontraron en un cuarto verde lleno de arbustos y flores, era como un paraíso. No sabían que hacer, pero lo que sí sabían es que no había nadie, ni rastro de Santiago ni del señor disfrazado de momia.
-¡Santiago, Santiago!- exclamaron Pedro y Manuel.
-Que pasa, ¿por qué gritáis tanto?-dijo Santiago a punto de bostezar.
-Te has quedado dormido mientras comprábamos las entradas.-dijo Pedro aliviado.
-A, lo siento no me he dado cuenta, además he soñado en cosas muy raras.-comentó Santiago. -Nos lo puedes contar por favor.-le suplico Manuel.
-Después de montarnos en esta atracción, que parece que tiene mucho existo.

Al entrar dentro, se encontraron con un pasillo que parecía que era larguísimo por el efecto óptico de unos espejos. Al final del pasillo había una máquina grande en forma de muñeco. Tenía la boca abierta, como si fuera un puerta. Santiago se metió dentro sin pensar, y se cerró la puerta. -Santiago,¿estás ahí?-preguntaron lo dos a la vez preocupados. No se escuchó absolutamente nada. Pedro y Manuel se fueron corriendo a pedir ayuda, pero se distrajeron con un puesto de algodón de azúcar que había llegado nuevo al pueblo. Se fueron hacia el puesto sin pensarlo, y se olvidaron de lo que había pasado con Santiago.
CONTINUARÁ…


La feria.
Santiago había estado varios meses ahorrando con un único objetivo, disfrutar a tope de la feria que llegaba todos los veranos a su localidad.
Quería montar en todas las atracciones, incluso podría invitar a varios amigos a refrescos y algodón de azúcar con lo que había ahorrado.
Por fin llegó el primer fin de semana de septiembre y se dirigió junto con sus amigos a disfrutar a tope de la feria. Pasaron un rato echando una ojeada a las atracciones que ya estaban en funcionamiento y les llamó la atención una atracción que era nueva. Se llamaba el laberinto misterioso, donde el hombre que les vendió las entradas les dijo que tenían que pasar varias pruebas para finalizar con éxito.
Sin pensarlo dos veces, Santiago y sus amigos Manuel y Pedro se metieron dentro. Lo primero que encontraron era un pasillo, que por medio del efecto óptico de muchos espejos parecía larguísimo. Al final del pasillo había una gran máquina abierta muy extraña con forma de muñeco en la que cabía una persona. Parecía antigua con varios mandos y pantallas en la que aparecía un siniestro muñeco riéndose y desafiante.
Santiago se metió y a continuación las luces se apagaron y escuchó unos gritos aterradores. Sintió un miedo terrible e intentó abrir, pero la puerta se había bloqueado. Podía escuchar los gritos que provenían del otro lado de la puerta de sus amigos a los que un feriante disfrazado de momia estaba asustando.
Sus amigos salieron corriendo y abandonaron la feria, sin acordarse de Santiago, que quedó encerrado y muerto de miedo dentro del gran muñeco…. Ahora sigue tú el relato… si te atreves claro. Pedro y Manuel fueron al muñeco ¡Ahí estas! Exclamó Pedro y se metió dentro del oso. Santiago estaba muerto de miedo, porque estaba en la parte que más miedo da (abajo). Se quedaron a dormir dentro del oso gigante.
Al día siguiente se despertaron muy fuerte, le estaban persiguiendo unos ositos.
-¡la madre a tenido hijos! Exclamó Pedro.
-¿a que son sus hijos? Pregunto Manuel.
-pues claro. Dijo Santiago.
Ya estaban saliendo del oso gigante. Los ositos diavolicos estaban por pillarles.
-¡Lo conseguimos! Dijo Manuel.
Espera un segundo, ¿Y los ositos? Se preguntó Pedro. Santiago era el único que no había salido del oso gigante.
-¡Corred! Grito Santiago desde dentro del oso.
-¡Ay viene! Dijo Manuel.
Ahora si, están todos fuera del oso gigante. Fuera le esperaban unos cuantos mounstros amigos del oso.
-Que miedo. Dijo Santiago.
-Si. Aportó Manuel.
Los mounstros eran enormes, más que el oso los ositos no paraban de perseguirlos. Estaban huyendo de los ositos enfrente de todos los mounstros. Los ositos les pillaron. Les ataron en la atracción más grande de todo el parque temático. La encendieron y lo pusieron a toda potencia. Los chicos estaban llorando de miedo.
-Chicos creo que este es nuestro fin. Dijo Pedro.
-No os preocupéis chicos desconocidos. Dijo un hombre con capa.
-Esa voz me resulta familiar. Dijo Manuel.
-¡Papa! Eres tu. Dijo Manuel.
-¿Quien es papá? Dijo el hombre con capa.
-Papá lo sabes perfecta mente. Dijo Manuel.
-Bale hijo me as pillado. Dijo el padre de Manuel.
El padre de Manuel se puso a pelear contra los mounstros enormes. -¿Papá, mamá sabe esto? Pregunto Manuel a su padre.
-No y no se lobas a contar. CONTINUARA


Y por último, no por ello menos importante, la historia de una alumna de 5ºC.

La feria.
Adriana había estado varios meses ahorrando con un único objetivo, disfrutar a tope de la feria que llegaba todos los veranos a su localidad.
Quería montar en todas las atracciones, incluso podría invitar a varios amigos a refrescos y algodón de azúcar con lo que había ahorrado.
Por fin llegó el primer fin de semana de septiembre y se dirigió junto con sus amigos a disfrutar a tope de la feria. Pasaron un rato echando una ojeada a las atracciones que ya estaban en funcionamiento y les llamó la atención una atracción que era nueva. Se llamaba el laberinto misterioso, donde el hombre que les vendió las entradas les dijo que tenían que pasar varias pruebas para finalizar con éxito.
Sin pensarlo dos veces,Adriana,Alma,David,Henar, Tailor y Alberto se metieron dentro. Lo primero que encontraron era un pasillo, que por medio del efecto óptico de muchos espejos parecía larguísimo. Al final del pasillo había una gran máquina abierta muy extraña con forma de muñeco en la que cabía una persona. Parecía antigua con varios mandos y pantallas en la que aparecía un siniestro muñeco riéndose y desafiante.
Santiago se metió y a continuación las luces se apagaron y escuchó unos gritos aterradores. Sintió un miedo terrible e intentó abrir, pero la puerta se había bloqueado. Podía escuchar los gritos que provenían del otro lado de la puerta de sus amigos a los que un feriante disfrazado de momia estaba asustando.
Sus amigos salieron corriendo y abandonaron la feria, sin acordarse de Adriana, que quedó encerrada y muerta de miedo dentro del gran muñeco,Alma se acordó de que faltaba alguien, les dijo a todos que faltaba alguien y rápidamente supieron que era Adriana la que faltaba volvieron y compró a todos entradas y entraron de nuevo.Entraron a la misma sala donde estaba Adriana, -¡¡Adriana!! ¡¡Adriana!! estas bien?-exclamo Alberto
-No no lo estoy, no puedo salir de aquí-dijo Adriana
Taylor fue rápidamente a salvar a Adriana, de repente suena un ruido detrás de Alma,Henar y Alberto
-¿Donde está David?-pregunto Alma
-No lo sabemos la verdad-respondieron Henar y Alberto
-¡aaaaaaaa ayudarme por favor aaaaaaa!-Gritó David
¡¡Eran payasos llevándose a David!!Todos fueron corriendo hacia los payasos.
-¡¡No puedo abrir la tapa de la muñeca!!-grito Taylor
Alma no sabia que hacer perseguir a los payasos o sacar a Adriana de ese sitio, decidió ayudar a Adriana, se fue a ayudar pero se dio cuenta de que la tapa se tenía que romper
-¡Chicos intentar quitarle a un payaso su hacha!- les dijo Alma a todos
-Alma quédate con Adriana que yo voy a quitarle el hacha a los payasos-dijo Taylor
Taylor se fue con los demás a salvar a David,Henar les alcanzó y les hizo una de sus maniobras especiales y logró quitarle un hacha al payaso también escapó David
-Lo tengo chicos tengo el hacha-dijo Henar
De repente el payaso se desintegra y sale un polvo rojo de su cuerpo
-¿Que es eso? es asqueroso y raro además eso no era una persona disfrazada-dijo David
Henar le lanza a Alma el hacha y Alma rompe la tapa de cristal
-Bien ya puedo salir de aquí, gracias chicos-dijo Adriana aliviada
-¿Vale ya estamos todos no?-Dijo Taylor
Todos se fueron de esa sala la salida pero no se acuerdan de donde ir,¿A la derecha o a la izquierda?
-Yo creo que es por la derecha,yo me voy- dijo Alberto
-No no espera ¿Alberto?Que ya se ha ido,pues vamos con el-dijo David
Todos siguieron a Alberto confiando en el,Alberto iba más adelantado que los demás,después de veinte minutos andando Henar ya estaba cansada
-Chicos creo que no es por aquí encima ahora Alberto no está-dijo cansada Henar
-Seguro que Alberto está delante además le da miedo no se irá muy lejos-dijo Alma
-pero es que ha ido muy rápido y si le da miedo no iría tan rápido- respondió Adriana
-No seguro que esta bien además si le hubiera pasado algo le hubiéramos oído-dijo Alma
De repente oyen a Alberto gritar pero esta vez de miedo después de eso se oye un ruido de moto sierra

-que ha sido ese ruido espera ¡Alberto!-dijo preocupada Adriana
Una luz se acerca a nosotros y dice: os llevaré a la salida pero antes tendréis que sufrir, La luz extraña se acerco y les rajo las venas a todos y luego les enseño el cadáver de Alberto,luego les llevó a sus casas y todo se arregló.

FIN.

Bueno, esto ha sido todo. En breve os colgaré las historias de los chicos y chicas de sexto.

Espero que os hayan gustado.

Un saludo y nos vemos en la biblioteca. Alberto.

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